Volvemos con la historia regular.
Con su hermana Yukiho como nueva integrante del equipo y con la Medalla Tallo del gimnasio Tasukete en su poder, Honoka y su comitiva se dirigían a ciudad Nyanya para su segundo reto oficial. Mientras caminaba, la pelijengibre cantaba una alegre canción junto a Teddiursa, quien hacía los coros.
- Onee-chan, ¿podrías caminar en silencio?
- No puedo, Yukiho. Estoy demasiado feliz para estar callada.
- ¡Teddiursa!
- Entonces siempre estás feliz.
- ¡Yukiho, eres mala! -exclamó Honoka haciendo un puchero.
- Yukiho-chan, no veo qué tiene de malo que tu onee-chan cante. De hecho, me gusta que sea así de alegre.
La castaña se sonrojó ligeramente.
- En serio no puede ser tan linda.
A pesar de su nerviosismo, trató de poner la nota de cordura.
- Como sea, onee-chan, vas a tener que entrenar muy duro para tu siguiente duelo de gimnasio. Tus Pokémon son fuertes, pero eso no es suficiente para garantizarte medallas.
La verdad era que, a pesar de llamarse a sí misma entrenadora, Honoka no era muy dada a entrenar a sus Pokémon, dependiendo más de su fuerza innata, y teniendo dos Pokémon relativamente poderosos como Teddiursa y Komala, más flojera le daba entrenar.
- Yukiho, suenas como mamá.
- Ella de seguro te diría lo mismo. Alisa-chan...
- ¿Sí?
Nuevamente la castaña comenzó a ponerse nerviosa: ese pelo rubio y esos ojos azules tenían un extraño poder sobre ella.
- Alisa-chan..., tú... tú...
- ¿Yo qué?
- ¡Tienes que ayudarme a que onee-chan entrene a sus Pokémon como corresponde!
Yukiho habló tan atropelladamente que Alisa no pudo entender lo que decía.
- ¿Podrías repetir lo que dijiste, por favor?
- Tienes que... ayudarme a... que onee-chan... entrene a sus Pokémon... como corresponde.
La de ciudad Harasho soltó una risita.
- De acuerdo, lo haré.
- Qué risa tan bonita.
Mientras las menores interactuaban, Honoka aprovechaba de mirarlas con una sonrisa en su rostro.
- Me alegra ver que se lleven bien, Teddiursa.
- Sa.
- Creo que se volverán grandes amigas.
- Teddiursa.
- Por cierto, Honoka-san...
La rubia enfocó de repente su atención en la pelijengibre.
- ¿Sí, Alisa-chan?
- ¿Qué clase de Pokémon te entregó Hanayo-san? Aún no lo hemos visto.
- Cierto. ¿Por qué no lo averiguamos?
Honoka tomó la Pokébola que le entregó la líder del gimnasio Tasukete y dejó salir al Pokémon que se encontraba adentro.
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Love Live: En busca de la maestra
FanfictionUna historia sobre Honoka, una nueva entrenadora Pokémon, y su viaje por la región Otonokizaka.