- ¡Sí! ¡Llegó el día de mi batalla de gimnasio contra Rin-chan! ¡Hora de conseguir mi segunda medalla!
- ¡Teddiursa!
Honoka salió del centro Pokémon con un enorme ánimo. Ya se sentía un paso más cerca de la liga y no quería perder ni un segundo.
- Un momento ustedes dos, qué bueno que estén animados y todo eso, pero hasta que no desayunen, nada de batallas.
- ¡Pero Yukiho, tengo que aprovechar la energía que tengo!
- ... Sa. –Teddiursa reaccionó de manera diferente. La sola mención de comida hizo que comenzara a caérsele la baba.
- Sí, energía que se va a acabar pronto si no te alimentas.
- Vamos, Honoka-san, Teddiursa, comamos algo antes de su gran encuentro –dijo Alisa.
- Pero...
- Te daremos un pan, onee-chan.
- ¡No se diga más! ¡A comer!
El grupo se dispuso a desayunar. Rin podía esperar unos minutos más.
(...)
- ¿En serio este es el gimnasio?
Un edificio de buen tamaño se alzaba frente a las chicas. De acuerdo a las coordenadas que les dio la enfermera Joy, estaban en el lugar correcto. El problema: se trataba de un gimnasio para humanos.
- Quizás hay que entrar y ver –sugirió Alisa.
Al ingresar, las dudas solo aumentaron. Algunas personas y unos cuantos Pokémon se ejercitaban en máquinas buscando una mejor figura, pero no se veía nada que indicara que era un gimnasio Pokémon.
- Disculpa, ¿tú eres Honoka-san?
Quien habló fue una chica joven y sonriente. Daba la impresión de tener muy buena disposición.
- Sí, soy yo.
- Te estábamos esperando.
Las chicas y Teddiursa intercambiaron miradas.
- Me llamo Riho. Soy la asistente de Rin-san.
- ¿Entonces este de verdad es el gimnasio Nyanya? –preguntó Yukiho.
- Exactamente.
- ¿Y dónde está Rin-chan?
- En la parte de atrás. Síganme.
Riho guio a las muchachas por el gimnasio. Por el camino vieron a más personas y Pokémon ejercitándose, cosa que les seguía llamando un poco la atención.
- Disculpa, Riho-san, si este es un gimnasio Pokémon, ¿por qué hay gente ejercitándose? –preguntó Yukiho.
- Este lugar es para que tanto personas como Pokémon puedan mejorar su condición física. Además, así generamos ingresos extra –respondió una sonriente Riho.
- Ya veo... Sí, tiene sentido.
A medida que se acercaban al área de combate, la cantidad de gente disminuyó. Había unas cuantas máquinas de ejercicio por ahí, pero parecían ser exclusivas para Pokémon. También se veía una piscina en la que un Poliwhirl nadaba.
- ¿Cómo estás, Poliwhirl? –lo saludó Riho.
- ¡Poliwhirl!
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Love Live: En busca de la maestra
FanfictionUna historia sobre Honoka, una nueva entrenadora Pokémon, y su viaje por la región Otonokizaka.