Extra: Mala hierba

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- ¿No creen que se ven hermosas, chicos?

- ¡Hop-pip!

- ¡Chespin!

- De verdad es muy buena con esto, Hanayo-san.

- No es para tanto, Yurika-chan. Y sabes que no es necesario que seas tan formal conmigo.

Hanayo bajó la mirada avergonzada mientras un ligero sonrojo aparecía en sus mejillas.

La líder del gimnasio Tasukete se encontraba en un período de descanso, por lo que aprovechaba de regar las plantas del invernadero en compañía de Yurika y sus Pokémon. Ya habían pasado algunos días desde su dura batalla con Honoka, tras la cual tuvo dos más, en las que, a diferencia de la disputada con la pelijengibre, salió victoriosa.

- No me pida que sea informal con usted. Sabe que la admiro; por eso llamo así.

Hanayo dejó que la discusión muriera en ese punto.

Había algo que inquietaba a la chica a pesar de aquella escena de calma, y era el destino del Shroomish que le encargó a Honoka. Si hubiese podido, habría ido personalmente con la líder del gimnasio Nyanya y se lo habría entregado para dejar en claro sus sentimientos por ella; pero el gimnasio y el invernadero eran sumamente demandantes y no podía descuidarlos por mucho tiempo. En momentos así, quería tener Pokémon que pudieran teletransportarse, como la líder del gimnasio Washiwashi; o un jet privado, como la líder del gimnasio Niconii.

- Sé que me arriesgué enviando a Shroomish con Honoka-chan, a quien apenas conozco; pero espero que ella entienda que esto es muy importante para mí. No solo se trata de entregar un Pokémon a una persona..., se trata de la reafirmación de mis sentimientos por Rin-chan -pensó.

Fue entonces que se le vino a la mente una videollamada acontecida hacía unas horas.

(...)

Unas horas antes

- ¡¿Qué?! ¡¿En serio no vas a poder venir, Kayo-chin?!

- En serio, Rin-chan. Quisiera visitarte, pero ya sabes cómo es el trabajo en el invernadero, y no puedo dejar sola con eso a Yurika-chan.

- ¿Acaso... aceptaste a Chespin por lástima? -preguntó Rin agachando la mirada y con tono triste-. Kayo-chin, hace mucho que no nos vemos. Te extraño y quiero estar contigo, nya.

- ¡Claro que no,  Rin-chan! Yo nunca te haría algo tan cruel -respondió la castaña con las  mejillas ruborizadas-

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- ¡Claro que no, Rin-chan! Yo nunca te haría algo tan cruel -respondió la castaña con las mejillas ruborizadas-. Pero de verdad no puedo verte ahora aunque quisiera.

Como veía que la líder del gimnasio Nyanya no reaccionaba, Hanayo decidió revelarle algo:

- ¿Sabes? Se viene una sorpresa para ti. Eso si es que no te llegó ya.

Love Live: En busca de la maestraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora