- Mmm, mmmmm, mmmmm.
Tras haber ganado su segunda medalla, Honoka y su grupo descansaban junto a un lago cerca de ciudad Nyanya. La pelijengibre tarareaba algo mientras limpiaba sus medallas, en tanto que Yukiho cocinaba y Alisa se encargaba de cuidar a los Pokémon de todas.
- Yukiho, ¿a qué hora va a estar lista la comida?
- Teddiursa, Teddiursa.
- Onee-chan, no seas tan impaciente. Tú tampoco, Teddiursa. Todavía falta.
- Honoka-san, Yukiho-chan tiene razón. Además, acabas de ganar una batalla de gimnasio muy difícil y en ciudad Nanisore las cosas no serán muy diferentes –dijo Alisa.
- ¿En serio? ¿Sabes algo del líder?
- Lo único que puedo decirte es que el líder y el tipo del gimnasio cambiaron hace unos meses. Lo demás es secreto. Ya sabes, por una cuestión de respeto.
- Entiendo... Bueno, no importa qué tan fuerte sea ese líder nuevo, porque nosotros ganaremos al final. ¿Verdad, Teddiursa?
- ¡Teddiursa!
- Tienes mucho entusiasmo, Honoka-san.
- ¡Vulpix!
- Por supuesto que sí, Alisa-chan.
- ¡Ursa!
- Yo diría que es más bien exceso de confianza –opinó Yukiho.
- ¡Yukiho!
- Tus Pokémon no son lo suficientemente poderosos. Además, Gligar aún no sabe volar bien. Tendremos que trabajar en eso.
- ... No me digas que tendremos que pasar por tu régimen de entrenamiento otra vez –dijo una asustada Honoka.
- ¡Gligar!
- Si no lo hacemos, nunca mejorarán.
- Me llama mucho la atención cuánto sabes de Pokémon, Yukiho-chan –dijo Alisa de repente, haciendo que la aludida se sonrojara un poco.
- Me gusta leer mucho sobre ellos –mencionó ella, desviando ligeramente la mirada.
- Ojalá yo pudiera saber más –comentó Honoka.
- Pues entonces lee lo mismo que yo. Apenas sabes lo básico.
- ¡Pero odio estudiar!
Mientras las chicas y sus Pokémon estaban con sus cosas, algo los vigilaba desde detrás de unos arbustos, clavando sus ojos en alguien en particular.
- Ven, Iney, es hora de cepillar tu pelo.
- ¡Vulpix!
La visión de la Vulpix blanca causó una sensación extraña en el espía, una sensación cálida y de regocijo, además de latidos cardíacos acelerados. ¿Quién o qué era el curioso? Simplemente, un Vulpix macho de la variedad corriente que fue flechado por los encantos de Iney.
- Vul... pix...
Habiéndola visto apenas por unos instantes, Vulpix ya se estaba imaginando situaciones románticas en las que aparecía como el macho de los sueños de Iney. Incluso fantaseaba con varios huevos rodeando a la parejita, símbolo de los futuros hijos.
- Vul... pix...
Aquella belleza esculpida en hielo tenía que ser suya sin importar el costo.
- Listo. ¿Quieres verte en el espejo?
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Love Live: En busca de la maestra
FanfictionUna historia sobre Honoka, una nueva entrenadora Pokémon, y su viaje por la región Otonokizaka.