43. Problemas con coyotes (3ra parte)
Pasaron como veinte minutos desde mi reciente ataque de pánico. Me sentía mucho mejor gracias a Allison. Después de buscar nuestras cosas y dirigirnos a nuestra siguiente clase, sentí la necesidad de buscar a Stiles y a Scott. Me dirigí hacia la clase de Historia, todos estaban saliendo. Esperé a un lado.
Cuando todos salieron menos mi hermano y mi mejor amigo, me preocupé. ¿Dónde estaban? Me di la vuelta sin saber a dónde ir y saqué mi celular. Estaba a punto de mandarle mensaje a mi hermano cuando alguien salió de la sala de Historia. Era la chica nueva. La que nos escuchó hablar sobre nuestros problemas y mencionó el Bardo. Creo que le vi hablar con Scott antes de que Allison y yo nos fuéramos, pero no estoy segura.
Fruncí el ceño al ver que tenía tres mochilas. Dos colgadas de un hombro y otra que llevaba en su mano. Reconocí las mochilas de las dos personas que estaba buscando. Ella pasó de largo, no sé si no me vio o me ignoró.
—¡Hey! —no recordaba su nombre, así que esperaba que mi simple onomatopeya le detuviera. Ella se giró con las cejas alzadas—. ¿Esas son las mochilas de Scott y Stiles? —pregunté señalándolas. Ella asintió—. ¿Dónde están?
—Mi papá... —comenzó a decir con voz tímida. Se interrumpió—. El profesor de Historia le pidió a Stiles que leyera del libro. Supongo que tuvo un ataque de pánico. Scott le tuvo que sacar de clase.
Me quedé impactada con la información de la chica nueva. No sé si debería sorprenderme o no que Stiles y yo tuviéramos un ataque de pánico al mismo tiempo y por la misma razón. Es decir, si esto de la puerta abiertas nuestras mentes hace que Stiles y yo estemos coordinados con los sueños y la incapacidad de leer... Tal vez pase lo mismo con los ataques de pánico. No lo sé.
—¿Sabes dónde están? —ella apretó sus labios y negó. Suspiré. Mandé rápido un mensaje a Stiles y alcé la cabeza para decirle a la chica que me dejara las mochilas, pero ella ya se estaba alejando—. ¡Espera! —se detuvo y me miró sorprendida—. Dame una de las mochilas.
Tomé la que tenía en sus manos, la de Scott. Seguía mirándome con sorpresa, como si no pudiera creerse que quería buscar con ella a mis amigos.
—Soy Sarah. —me presenté. En parte para que ella me diga su nombre y también porque no sé si nos presentamos aquella vez que habló sobre Bardo.
—Kira. —asentí, recordando ahora el nombre.
—Lindo nombre. —mencioné, haciendo conversación. Ambas caminamos por el pasillo—. Oye, tal vez Scott y Stiles fueron a los vestidores. Usualmente cuando les busco están ahí.
Ella asintió con rapidez — Claro, claro, son tus amigos, tú les conoces. —comentó nerviosa.
No supe qué más decir para mantener la conversación fluida. Podría hablarle de cualquier cosa pero ella estaba tan nerviosa, supongo por el rollo de ser la chica nueva, que no se me ocurría qué decir. Terminé quedándome callada y guiándole a los vestidores. Cuando pasamos las dos puertas, me quedé paralizada al ver una sombra en las lejanas escaleras.
Kira chocó conmigo — ¿Está todo bie...? —no terminó la frase. Guió sus ojos hasta donde yo veía y se heló. Había un coyote en el instituto. No un coyote cualquiera. Malia. Debía ser ella. Habrá seguido nuestros aromas hasta aquí. Tal vez quiere vengarse por irrumpir en su guarida.
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Paranoia [Teen Wolf]
Fanfiction[Libro dos de la saga de Stilinski Twins] «Paranoia es solo un sentido desarrollado de precaución» Cuatro meses han pasado. Sarah ha crecido y mejorado en sus habilidades. Scott y Stiles siguen siendo los mismos tontos que ella conoce. Y Derek... La...