15. Sobreviviendo al Motel de los Suicidios

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15. Sobreviviendo al Motel de los Suicidios (2da parte)

Volvimos a la habitación. Le estuvimos dando vueltas a lo que significaba esos nuevos tres suicidios. Si teníamos que evitar tres muertes, de las cuales no sabemos quiénes son los blancos, necesitábamos toda la ayuda posible. Ahí fue dónde Allison mencionó que no le digamos a Scott.

—¿Por? —pregunté extrañada. Scott es usualmente el centro de todo esto. Ella suspiró.

—Actúa raro —respondió. Alcé una ceja, sin saber a qué se refería—. Cuando ustedes se fueron a buscar las toallas, él entró aquí mientras me estaba duchando y... No lo sé, actuaba raro... Parecía como si el efecto de la luna llena hablaba por él —dijo. Aún recuerdo cómo Scott había sido un horrible amigo en su segunda luna llena. Cuando besó a Lydia para presumirle a Stiles y cuando a mí me decía una y otra vez que yo no le importaba a Derek. El recuerdo me dio un escalofrío.

—Pero... —recordé la escena con Isaac cuando fui a buscar a Lydia—. Tienes razón... Isaac también actuó raro.

Allison asintió — Entonces, llamemos a Stiles. Puede que esto se relacione con los hombres lobo. Stiles es humano —razonó la morocha. Asentí mientras sacaba mi celular.

Abrí la casilla de mensajes. No podía llamarle, porque si Scott estaba con él, entonces escucharía lo que le diría a Stiles. Ignoré el chat con Derek. Todavía no tenía respuesta... Pero eso no significa que esté muerto... ¿Verdad? Sólo significa que Derek es un asco en responder los mensajes importantes.

Busqué a mi hermano y tecleé el mensaje. Ven a mi habitación. Envié, al instante le agregué un: sólo tú.

Stiles tocó nuestra puerta unos minutos más tarde. Lydia estaba sentada en su cama, con las piernas cruzadas, esperando quieta; Allison había estado dando vueltas a la habitación con el ceño fruncido, intentando descifrar qué estaba ocurriendo; y yo parada en un rincón, jugando con mis manos.

Allison le explicó rápido a mi hermano todo sobre los números, los suicidios y el comportamiento extraño de Scott e Isaac. Stiles escuchó con atención, luego asintió — Sí, Scott también estuvo algo ausente conmigo —afirmó—. Pero Boyd fue quien más asuente parecía. Le vi poner su puño en la máquina expendedora.

—¿Ven? —insistió Lydia levantándose de su cama y agitando los brazos, señalando toda la habitación—. Es el motel. Así que o nos vamos de aquí o... —se giró y abrió el cajón de su mesa de luz y sacó una Biblia de tapa roja—. Alguien tiene que aprender cómo hacer un exorcismo lo antes posible, antes de que los hombres lobo se vuelvan locos y nos maten.

Stiles observó a la muchacha con sorpresa y alzó las manos — De acuerdo, sólo espera un segundo, ¿si? —dijo tranquilo, como si Lydia estuviera sosteniendo un arma en vez de un libro. Stiles miró a Allison y luego a mí—. ¿Y si no es sólo el motel?

—¿A qué te refieres? —pregunté. Stiles me observó.

—El número en la recepción aumentó por tres, ¿verdad? —Allison y yo asentimos. Lydia seguía con la Biblia cerca de sí como si fuera un escudo contra el mal. Stiles me miró con una mirada cómplice, como si supiera a qué se estaba refiriendo. ¿Tres futuras muertes?

Abrí los ojos con sorpresa — ¿Te refieres a tres sacrificios? —interrogué. Él asintió.

—¿Y si esta vez son tres hombres lobo? —preguntó siguiéndome el hilo. Asentí vagamente, aún pensando en la posibilidad.

Paranoia [Teen Wolf]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora