57. Giving in

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57. Giving in

Los dos mellizos salieron de la habitación tomados de la mano. Melissa les guiaba por los pasillos del hospital mientras su padre y su mejor amigo se quedaban detrás de ellos. Según lo que comprendió Scott, dos doctores realizarían el mismo estudio en los Stilinski pero en habitaciones separadas. Aquello no le agradaba demasiado al señor Stilinski, por lo tanto Melissa movió un par de hilos y pidió por favores.

Ahora, sus dos hijos se harían la prueba en el mismo momento, en dos habitaciones continuas y los resultados aparecerían en la pantalla donde él esperaba junto con Scott y Melissa.

Les ordenaron esperar dentro de la primera habitación. Noah sintió un golpe en el pecho al ver la máquina. Grande, de metal, con un agujero con una camilla donde sus dos niños, lo único que le quedaba, se meterían. Intentó no recordar las veces que había hecho lo mismo con Claudia. Intentó no pensar que sus hijos terminarían igual que ella. Intentó no deducir lo inevitable de la situación.

Melissa le colocó una mano en su hombro. Y él supo que pasara lo que pasara, la tendría a ella a su lado. Por el momento, lo único que le mantenía cuerdo era su agradable amiga.

Cuando el doctor entró, pidió a Stiles y a Sarah que entraran a la otra habitación, la que contenía la gran máquina que hacía imágenes por resonancia. El cuarto donde su padre esperaría era más pequeña, con menos luz y una computadora en una mesa. Melissa, Scott y él entraron detrás del doctor hacia la máquina.

El profesional tomó su tableta de madera con los papeles de los diagnósticos de los Stilinski abrochados a ella. Frunció el ceño al leer los nombres de ambos pacientes — No estoy segura de cómo se pronuncie esto... O si está mal escrito.

—Sólo llámenles Stiles y Sarah —indicó el padre de ambos, acostumbrado a la reacción de extraños frente a los nombres de sus hijos. El doctor le observó y asintió.

—Bien, Stiles, Sarah, les aviso. Escucharán mucho ruido durante el IRM*. Eso se debe a los pulsos eléctricos que se mueven a través del metal que está dentro de la máquina. Stiles entrará aquí —señaló la camilla—. Mientras que Sarah estará al lado —observó a Melissa. El doctor sabía que ella era una enfermera que trabajaba ahí, incluso si no tenía puesto su uniforme. La mujer asintió—. Si quieren puedo conseguirles tapones de oído o auriculares, para el ruido...

Los dos mellizos se observaron y luego al doctor — No será necesario. —dijeron al unísono, haciendo que el profesional saltara levemente de la sorpresa.

—De acuerdo. Entonces empecemos. Sarah, por aquí —señaló el señor abriendo la puerta a la sala más pequeña y oscura. La chica se quedó ahí parada, cuando él abrió la boca para repetir lo que había dicho, la joven le interrumpió.

—¿Puedo estar un segundo con mi hermano? —preguntó. Su tono de voz era dulce.

Pero todos en la sala notaban el miedo que sentía. El doctor no tuvo corazón para impedirle tal cosa, incluso si se trataba de un simple estudio. Asintió y cerró la puerta detrás de él.

—Hey —llamó su padre. Sarah y Stiles giraron sus rostros hacia él—. Estaremos al otro lado de esa ventana, ¿si? —agregó señalando la habitación donde el doctor estaba. Ellos asintieron. Noah colocó ambas manos en un hombro de sus hijos. No necesitaban palabras para saber qué trasmitía el gesto.

Paranoia [Teen Wolf]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora