Sixteen.

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-Llévame al zoológico.-pediste mientras abrías la puerta de mi habitación de golpe. Sostenías un pan tostado mordido en tu mano izquierda y en la otra un folleto.

-Son las siete de la mañana, ¿qué haces aquí?-pregunté sentándome en mi cama aún algo dormido.

-Oh, entré por la ventana.-dijiste mientras sacabas ropa de mi armario.-Vístete.

-¿No te ha visto nadie?

-¿Me subestimas?-preguntaste fingiendo ofensa.-Claro que nadie me vio. Vístete.

-El zoológico abre a las ocho.-dije recostándome de nuevo.

-Tardaremos una hora en llegar.-quitaste las sábanas de mi con rapidez.-¡Vístete, vístete, vístete!

No pude evitar reír ante tu actitud, eras demasiado linda como para negarme. Entré al baño y me vestí para luego arreglar mi cabello.

Salimos de casa y tomé el auto de mamá, era fin de semana por lo que no lo usaría. Subiste de copiloto y miraste el interior del auto con emoción. Arranqué y cuando llevábamos 10 minutos de camino jugaste con la radio hasta encontrar una estación de música 70's-90's.

-Mamá siempre ponía ésta estación.-dijiste subiendo el volumen.

-¿Cómo son tus padres?-pregunté. 

-Papá se fue cuando tenía 6, pero jamás me ha importado mucho.-dijiste.-Mamá es maravillosa, siempre compraba cada libro que yo pedía y ponía nuestra música favorita en el tocadiscos.

-¿Cuál es su nombre?

-Lily.-dijiste con una sonrisa nostálgica.

Al cabo de una hora, llegamos al zoológico. La entrada era gratuita pero por la hora casi no había gente. Te dirigiste al mapa alegremente.

-Estamos aquí.-dijiste apuntando.-¡Pájaros! ¡Quiero ver a los pájaros!

-Iremos a ver a los pájaros primero entonces.

-¿Tu qué quieres ver, Chandler?

-Tu rostro-Te ruborizaste levemente.-y a los monos.-reímos y comenzamos a caminar.

Llegamos al recinto de las aves, estaba lleno de árboles donde los pájaros de colores reposaban y cantaban alegremente. Varios pájaros se colocaron sobre mí, tú sólo mirabas enternecida pero algo triste de que ninguno se acercaba a ti.

-Toma.-dije y acerqué uno de los pájaros en mi mano a ti, éste salió volando.

-No te preocupes, Chandler.-dijiste con una pequeña sonrisa.-Nunca se me acercan los animales.

A penas dijiste eso, un pequeño pajarito azulado con las patas torcidas y zonas calvas en su cuerpo se posó en tus dedos mirándote con emoción. Acercaste tus dedos a tu rostro y el pequeño pájaro picoteó levemente tu nariz, reíste como una pequeña niña.

Pasamos un rato con las aves y luego fuimos a ver a los monos. Era otro recinto, pero éste tenía puentes blancos desde los cuales se podían ver los árboles donde los monos colgaban y de vez en cuando pasaban a los puentes jalando bolsos.

Al parecer ese pequeño pájaro había cambiado algo en ti, pues un mono pequeño y café trepó por tus ropas hasta tomar una de tus oscuras trenzas en sus pequeñas manos inspeccionando cada centímetro de estas.

-Auch, mono malo.-dijiste entre risas cuando el mono jalo de tu trenza y yo no pude evitar reír con fuerza.-No te rías Chandler.-dijiste tratando de zafar tu trenza pero el mono solo apartaba tus manos.

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Maratón 1/?

Cold hands. (C.R) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora