Cold hands. (C.R)

Alternative ending 2/2

Hoy era mi cumpleaños, pero como ya sabrás, hacía veintidós años que no lo disfrutaba. Cada cumpleaños me parecía otro tortuoso año sin ti.

Hoy era distinto, me motivaba la carta que habías dejado en mi escritorio. Emily y los niños fueron a comprar un pastel y probablemente regalos mientras yo me quedaba en casa.

Entré en la habitación donde pintaba y me senté en el suelo con tu carta en manos y un cigarrillo entre los labios.

Tú sabes cuánto detestaba el olor a tabaco, pero tú eras mi única adicción y cuando partiste pensé que si conseguía otra el dolor se iría.

Abrí el sobre blanco y saqué la pequeña hoja de papel doblada para comenzar a leer las palabras en tinta negra mientras frotaba la barba que había dejado crecer durante los últimos meses en un bajón de ánimo con mis dedos.

"¿Sabes? Para tener cuarenta sigues siendo muy guapo.

Lo siento, Chandler. No sabía cómo iniciar la carta y sé que te lastimé y lo siento. No debí irme así pero si me quedaba solo iba a hacerte más daño.

Chandler, cariño. Por favor deja el cigarrillo, detesto el olor a tabaco y te hará mal.

Lamento que te hayas quedado con un sabor amargo de durazno en los labios y lamento lo del hospital psiquiátrico, no tenía idea.

Gracias por las pinturas, me haces ver bonita en el lienzo. Gracias por visitar mi tumba y llevarme margaritas, todo huele muy bien.

¿Sabes? Bee se casó con su novio a los 23 y James y Aarón también lo hicieron cuando James cumplió los 26. Sé que no te interesa este tema pero debía decírselo a alguien, llevo veintidós años sin hablar con nadie y me siento muy sola.

La barba se te ve bien, pero me gustabas más sin ella. Extraño tu cabello largo pero entiendo que lo hayas cortado por el calor, nunca olvidaré cómo se sentían tus mechones en mis dedos.

Aún estoy aquí, Chandler. Me fui pero en realidad nunca lo hice, ¿sabes? mamá murió y no la encuentro por ningún lado, estoy atada a este mundo y a mi amor por ti.

Estoy triste, Chandler. No me gusta que despiertes amargado y abraces mi suéter y mi recuerdo, te estás lastimando.

Lily y Greg son maravillosos y Emily y tú son fantásticos padres. Marguerite ladra bastante cuando me ve rondando por aquí, pero la entiendo. Yo también me ladraría.

Chandler, necesito que me dejes ir. Te lo dije cuando me fui, la vida sigue para ti pero yo estoy atada a éste triste lugar y estoy sola.

Te quiero pedir un último favor, por favor sé feliz.

Déjame ir, cariño.

Te ama, tu chica margaritas."

Solté el cigarrillo y lo apagué contra el piso mientras sentía mi cabeza dar vueltas. Lamento que tú madre haya muerto, cariño.

Me levanté torpemente y a punto de llorar, fui hasta el baño y rasuré la barba viendo mi rostro limpio con rasgos de ese chico de dieciocho que encerré en una jaula de dolor. Pasé una mano por mi cabello viendo los pocos cabellos blancuzcos que comenzaban a aparecer.

Corrí hasta mi habitación y saqué tu suéter gris y un post-it amarillo en el que te había dibujado por primera vez, salí de casa apresurado y fui hasta nuestro lugar. Miré el lago y te imaginé pateando el agua, levanté mi mirada para encontrar nuestro frondoso árbol sobre mi.

Mis lágrimas brotaron y se abrieron paso hasta mis mejillas, seguía perdidamente enamorado de ti. Tenías eternos dieciséis mientras yo moría día a día pensando en ti.