True love waits [JJBA Jotakak]

Dos estudiantes en el desierto.

Nunca estuvo interesado en el tema, escuchaba todo el tiempo sobre ello, algunas personas incluso lo consideraban vital, pero para él no lo era.

El amor.

Cada persona tenía su definición, la más común era el encontrar a la persona con la cual formar una familia y vivir el resto de tu vida. Pero eso no era amor, el amor era algo profundo y desconocido, algo que se disfrutaba, se odiaba y se añoraba.

Y el amor a primera vista no funcionaba con todo el mundo.

En su especial caso, no fue un lugar romántico donde conoció a su persona amada.

Fue en un maldito desierto de Egipto, rodeado por un calor infernal.

Tampoco fue un encuentro propiciado por el destino, con el ambiente perfecto y esa atmosfera que todos llaman "amor en el aire".

El fue guiado por gritos de auxilio, que lo llevaron a una futura escena del crimen, mientras "el amor de su vida" trataba de lanzar a su víctima por un barranco rocoso.

Y no hubo presentaciones, ni una charla casual sobre su procedencia y si era su primera vez en Egipto.

Él le dio un puñetazo en el rostro, luego de salvar al pobre diablo que iba a lanzar al vacio.

Para que al final el bastardo mal agradecido al que salvo lo señalara, dejándolo como cómplice del otro chico cuando la policía llego, lo que le llevo a terminar en una celda, patético.

Fue procesado junto al único culpable de aquel asunto, una vez dentro de la celda cada uno se sentó en un extremo ignorándose mutuamente. Para Jotaro no era la primera vez siendo detenido, de hecho no le sorprendía esa situación ya que siempre terminaba enfrascándose en peleas que no eran asunto suyo o por cuestión de orgullo y esa era la razón por la que estaba en Egipto, sus pleitos callejeros y sus problemas de actitud le dieron ese "castigo".
Pasar sus vacaciones lejos de su casa y de todas las comodidades a las que estaba acostumbrado para lidiar por un mes con su fastidioso abuelo, Joseph Joestar, quien estaba determinado a regresarle al camino del bien.

Era por esa razón que sabía lo que le esperaba si su abuelo se enteraba de donde estaba y la situación tan absurda en la que claramente será culpable aunque no lo sea, sin una pisca de duda sabe que sus oídos serán taladrados con sermones ridículos sobre la familia y las buenas costumbres de los Joestar, el solo pensarlo ya lo estaba poniendo de mal humor, suficiente tenia con estar ahí, de haber previsto que el sujeto que salvo seria así de mal agradecido habría optado por ayudar a su compañero de celda a lanzarlo al vacío, su único consuelo era la amenaza que le había hecho al maldito mientras era esposado, mil puñetazos en el rostro la próxima vez que lo viera, eso le había dicho, si bien en su posición una amenaza solo lo hundió mas en las falsas acusaciones del otro, no pudo contenerse, por esa razón y por su orgullo cumpliría sus palabras, algún día.

-"Necesito fumar..."

Piensa y es lo único que quiere, algo de humo en sus pulmones, lo único que lo relaja en momentos así, un vicio que se había vuelto común en poco tiempo. Levanta la mirada que suele ocultar bajo su gorra y mira directamente al escritorio que se encuentra a un par de metros de la celda, sobre este están sus pertenencias y las de su compañero en esa jaula, su billetera, su reloj, su cajetilla de cigarros y su encendedor. El guardia que les vigila duerme profundamente y es el momento y simplemente lo hace.

Usa su Stand, una habilidad común entre los miembros de su familia y un secreto para la mayoría del mundo, algo nuevo para él y además prohibido, dado el poco control de su propia fuerza. Pero tomar sus cigarrillos y su encendedor no era una razón para alarmarse.

Es tan rápido que solo se ve la sombra de aquella representación de su propia fuerza espiritual, según las palabras que él anciano le dijo al explicar lo que ese ser era y la responsabilidad que cargaba al poseerlo.
En un parpadeo sus cigarrillos y su encendedor están en sus manos y sin perder tiempo procede a cumplir sus necesidades por algo de nicotina, el cigarro esta en sus labios y solo basta encenderlo.