Jotaro miraba el reloj que había en su muñeca, mientras pensaba que a esa hora debía estar con el agente de bienes raíces, mirando las casas que tenía como opciones potenciales para formar un hogar.
Pero no, estaba ahí de pie en la entrada de aquella guardería, mientras Noriaki se despedía de su mocoso.
Había sido una enorme sorpresa descubrir que tenía un hijo, sin embargo siete años no pasan en vano, y era normal que en ese tiempo Noriaki tuviera otras relaciones y que en alguna terminara siendo padre de aquel niño.
Entendía eso perfectamente, incluso no le parecía extraño que el niño no se pareciera en nada a Noriaki, hablando físicamente. Era fácil imaginar que el chiquillo debía parecerse a su madre.
Ese fue su pensamiento, hasta que, mirando detenidamente al menor se encontró con algo muy inquietante, en el lado izquierdo de su hombro muy cerca de la base del cuello, el hijo de Noriaki tenía una marca con la peculiar forma de una estrella, justo como la que él tenía.
Hasta donde sabia esa marca caracterizaba a todo el linaje de los Joestar y la única forma de tenerla era siendo hijo de alguno de los miembros de la familia.
Lo pensó lentamente, él tenía su marca por ser hijo de Holly, ella era la única mujer de la familia que tenia la marca, su abuela Suzie no contaba ya que ella no era una descendiente de los Joestar y su hija Jolyne era tan solo una niña.
Entonces empezó a cuestionar las razones por las que Kakyoin lo había llevado a su hogar con tanto apuro solo para presentarle al niño. Si su madre era la única mujer de la familia y el mocoso tenía la marca de nacimiento, había entonces una posibilidad muy abrumadora...
-¡Jotaro, perdón por hacerte esperar!- Noriaki se detuvo frente a él, con expresión algo apenada. Pero eso cambio cuando le sujeto fuertemente de los hombros, mientras lo miraba de manera amenazante.
-Noriaki...-Murmuro, con una voz realmente molesta, el de ojos amatista le miro con confusión ante su repentina rudeza.- ¿¡Te metiste con mi madre!?- La voz de Jotaro hizo eco en los alrededores, deteniendo a los transeúntes de la calle y ganando las miradas curiosas de quienes transitaban en sus autos.
Noriaki lo miro, parecía que trataba de entender qué clase de broma era esa, y después de mirarse fijamente por un largo rato entendió que estaba hablando en serio.
La cara de este se puso totalmente roja, mientras Jotaro recordaba todos esos comentarios que le incomodaron tiempo atrás, cuando Noriaki hablaba de su madre. Hasta ese punto su descabellada idea parecía tener sentido, pero antes de llegar a una conclusión recibió un fuerte golpe en la cara. Una vez el pelirrojo aseguro no tener la fuerza suficiente para hacerle gran daño, pero en ese momento logro tirarlo al suelo de un solo golpe.
-¿¡Qué demonios tienes en la maldita cabeza para pensar una cosa como esa!? – Noriaki gruño, con una expresión ofendida y enojada.
Jotaro se levanto del suelo rápidamente, era más el enojo que la sorpresa hacia la fuerza que Noriaki poseía. Incluso eso parecía incentivarlo a corresponder a su agresión, y cuando se encontraron cara a cara, se sujetaron de la ropa y se desafiaron en silencio.
Sabían que cuando se enojaban no solían notar muchas cosas, pero en ese momento eran muchas las voces a su alrededor como para ignorarlas, y hubo una frase en especial que los obligo a detenerse.
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True love waits [JJBA Jotakak]
Fanfiction¿Por cuánto tiempo se podía amar a una persona? Si le preguntaran a Jotaro Kujo, no respondería con palabras, pero pensaría en una sola respuesta. "Por siempre" *Esta historia contiene Mpreg, si no es de tu agrado por favor no la leas.*