True love waits [JJBA Jotakak]

Wonderwall

¿Desde hace cuanto tiempo, Jolyne guardaba esos sentimientos tan negativos?

Noriaki tuvo problemas para entenderlo, pero después de pensarlo seriamente, se dio cuenta de que pudo hacer algo antes de que las cosas terminaran de esa manera. Pero se dejo llevar por la decepción y pretendió actuar como lo haría un padre "normal".

De forma irónica, había usado los métodos que tanto odiaba de sus propios padres, se había volcado en la disciplina y no en el amor que su hija necesitaba.

Tal vez se había sentido demasiado herido, al escuchar que Jolyne le negaba como padre, pero solo de esa forma pudo abrir los ojos hacia algo que no podía ignorar más, el origen de Jolyne. Todo el tiempo fue consciente de que él y Jotaro debieron hablar con ella sobre ese secreto. Pero se dejaron llevar por el miedo, porque no había palabras sutiles para decirle la verdad; que había sido repudiada por la mujer que la había traído a este mundo.

Y creyendo que la protegerían, decidieron callar ese secreto.

Una mala decisión.

Jolyne había encontrado las piezas del rompecabezas por su propia cuenta y las había interpretado de la peor forma.

Al enfrentarse a sus gritos y reclamos, Noriaki, se mantuvo firme a su promesa, sello sus labios y huyo de la ira de Jolyne. Se encerró en la habitación, y se recostó en la cama con Josune, mientras el llanto silenciaba todo lo que sucedía a su alrededor, de ese modo se quedo dormido sin darse cuenta.

En la madrugada sus ojos volvieron a abrirse, todo estaba en penumbras y no había ni un solo ruido. A simple vista era una noche típica, Josune estaba durmiendo en su cuna, y Jotaro estaba a su lado en la cama, pero la tensión era palpable, no había paz.

Noriaki sabía que cargaba con la misma culpa que Jotaro, y eso le hizo sentirse un fracaso, como padre y esposo. Las palabras de Jolyne aun hacían eco en su cabeza y dolían en su corazón, era un sentimiento pesado, y sin embargo, sabía que no le pertenecía el papel de víctima. Se negó a mantener ese estado tan lamentable por más tiempo, y tras aceptar sus errores, saco fortaleza de su orgullo, se levanto de la cama y camino lentamente por la habitación, mientras pensaba todo con calma.

Tomo como ejemplo los tristes recuerdos que tenia de su juventud al lado de sus estrictos padres, y de ese modo se puso en el lugar de Jolyne. Y aunque no justificaba sus palabras hirientes, considero que esa fue la única forma en la que pudo expresar el dolor que cargaba, y ahí debía encontrarse la raíz del problema.

Noriaki llego a una conclusión, su hija no necesitaba más regaños, ni castigos, necesitaba ser escuchada y amada.

De repente se sintió muy ansioso, necesitaba ir con Jolyne y hablar con ella en el acto, quería darle un abrazo, y demostrarle que la amaba sin importar nada más, y de esa forma, esperaba romper la tensión que dañaba a toda la familia, y abrir el diálogo entre todos, pero el reloj marcaba las cuatro de la mañana, no era una hora prudente.

Se sentó en la orilla de la cama, para esperar con la paciencia que le caracterizaba, turnando su mirada sobre los puntos más importantes para él dentro de esa habitación; la cuna de su bebé, su esposo en la cama y el reloj.