Jotaro Kujo, podía presumir que tenía una buena vida, su matrimonio era tan firme como el primer día, y su familia estaba más unida que nunca. Tal vez por esa razón, no se percato del paso del tiempo, hasta que observo a sus dos pequeños hijos convertirse en adolescentes.
Habían pasado ocho años y ahora, Jouta y Jolyne tenían catorce.
Desde que eran unos niños, fue consciente de que llegaría ese momento, y basándose en su propia adolescencia, se preparo mentalmente para los posibles problemas que seguirían a sus hijos al entrar a secundaria.
Jouta había destacado desde el primer grado, y no solo por su altura de más de un metro ochenta, o por su popularidad entre las chicas, si no que además era un alumno inteligente y dedicado a sus estudios. Pero tenía un problema, solía caer fácilmente en las provocaciones de otros, y eso lo había llevado a enfrascarse en varias peleas con los bravucones que rondaban su escuela. Fue problemático por un tiempo y le hizo ganarse una mala reputación, y aunque ahora todo estaba en calma, ocasionalmente Jotaro y Noriaki recibían alguna llamada del director, para ponerlos al tanto de su comportamiento hostil hacia algunos compañeros, pero para Jotaro no había nada de qué preocuparse, pues su hijo solo estaba poniendo en su lugar a los pretendientes de Jolyne.
Su pequeña ahora tenía una estatura cercana al metro setenta, y se esforzaba mucho por sacar sus estudios adelante, sin embargo su belleza era algo que no se podía negar, y eso atraía la atención de los chicos de su escuela. En un principio, Jotaro no tuvo razones para preocuparse, ya que durante el primer grado Jolyne se mantuvo al margen de tanta atención, pero con el tiempo las cosas cambiaron y ahora que estaba en segundo grado, su hija tenía interés en conseguir novio.
Hasta la fecha, Jotaro se negaba a que sucediera y eso causaba algunos conflictos entre los dos, afortunadamente Kakyoin era un gran apoyó y sabia como solucionar sus peleas antes de que llegaran a algo más serio.
- ¡Apresúrate Jolyne, se hace tarde!- Jouta se detuvo en el pasillo que dividía la sala del comedor, mientras se acomodaba la mochila sobre su hombro.
- ¿Tarde? – Jotaro cuestiono sus palabras mientras se aproximaba hacia este.
- Ah, qué bueno que bajaste papá.- Jouta puso su atención sobre él, mientras se colocaba la gorra sobre su cabeza.- Hoy nos iremos antes, debemos reunirnos con nuestro equipo para finalizar los detalles de nuestro proyecto.
- ¿Por qué no me dijeron antes? – Pregunto, mirando seriamente al adolescente.
- Acaban de avisarnos, parece ser que él profesor quiere alargar nuestro sufrimiento antes de las vacaciones de verano.- Jouta soltó un bufido, mientras se cruzaba de brazos.
- ¡Ya estoy lista!- Jolyne salió del comedor, dando los últimos toques a su peinado.-Ah, buenos días papá.- le saludo con una amplia sonrisa.- ¿Papá Nori todavía no despierta?
- Lo deje cambiándose, pero puede ser que se haya dormido de nuevo.- Suspiro profundamente al final de sus palabras, ajustando el cuello de su suéter.
- En ese caso, es por tu culpa papá...- Jouta exclamo con ironía, y basto apreciar la forma en la que le miraba para entender la intención de su comentario. Ambos se miraron intensamente, atrayendo un poco de tensión al ambiente.
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True love waits [JJBA Jotakak]
Fanfic¿Por cuánto tiempo se podía amar a una persona? Si le preguntaran a Jotaro Kujo, no respondería con palabras, pero pensaría en una sola respuesta. "Por siempre" *Esta historia contiene Mpreg, si no es de tu agrado por favor no la leas.*