True love waits [JJBA Jotakak]

Lluvia de estrellas.

Cuando se trataba de celebraciones, la familia Joestar no se limitaba en absoluto y si estaban todos reunidos, la diversión estaba asegurada.
Y gracias a las vacaciones de invierno pudieron festejar muchas fechas importantes, primero llego la navidad, y poco después el cumpleaños de Jolyne, y en honor a sus quince años, le hicieron una asombrosa fiesta en altamar a bordo del barco de Jotaro.

Unos cuantos días después de ese acontecimiento, llego el momento de despedir el año viejo. Trescientos sesenta y cinco días, a veces trescientos sesenta y seis, ese era el límite, el final llegaba con una cuenta regresiva de diez segundos. En diez segundos, se decía adiós a todos los errores y tristezas, y con la frente en alto, se recibía una nueva oportunidad.

Un nuevo año comenzaba, con una cálida mañana, iluminada por la luz del sol, mientras la brisa del océano agitaba las olas del mar contra la dorada arena.

Era una imagen muy hermosa, con la capacidad de llenar de gozo y esperanza a cualquiera que pudiera apreciarlo, pero como en todo, había sus excepciones.

- Agh... Esto es horrible.- Josuke se quejo, mientras sobaba sus sienes con pesar, su aspecto era deplorable, y el policía de veinticuatro años era consciente de ello, pero no tenia ánimos para hacer algo al respecto.

- No debiste beber tanto si no estabas acostumbrado. – Suzie exclamo, mientras intentaba arreglar un poco el cabello despeinado de Josuke.

- M-me deje llevar por las provocaciones del señor Polnareff.- Josuke suspiro, con un aire arrepentido, la resaca que estaba experimentando seria un recordatorio eterno de que beber en exceso era muy malo para la salud.

- ¡Jajaja, fuiste un tonto al pensar que podías ganarle al Tío Pol!- Jouta se burlo de forma entretenida, mientras terminaba de juntar toda la basura que se había generado durante las celebraciones.

- Aquí tiene, joven.- Rosas llego al comedor con una taza de café caliente, y se la ofreció a este con una sonrisa comprensiva.- Esto le ayudara a reponerse.

- H-Hum... - Josuke tomo la taza, mostrándose halagado por las atenciones del mayor.- Gracias.

- ¡Achu! – Un fuerte estornudo atrajo la atención de los presentes, y al mirar hacia la entrada observaron a Polnareff y Avdol.

- Buenos días.- Avdol saludo a todos, mientras tomaba una silla de la mesa, ofreciéndosela a Polnareff, cuyo aspecto era tan malo como el de Josuke.

- Señor Polnareff, ¿También tiene resaca? – Holly pregunto con curiosidad.

- Mon dieu... Creo que me voy a enfermar.- El de cabello platinado se quejo, aceptando el gesto cortes de su esposo, para tomar asiento.

- Bueno, era de esperarse...- Jolyne comento mientras le ofrecía una taza de café al francés.- Corriste hacia la playa y te lanzaste al mar. – Recordó con una sonrisa divertida.

- A-ah... Todo por culpa de ese perro. – Balbuceo, mientras sostenía la taza entre sus manos.- ¡Intento comerse a Mr. President!