True love waits [JJBA Jotakak]

Mi rival.

Jouta no podía creerlo, ¿Cómo habían llegado a eso?

Miro hacia la multitud, encontrando aquella mirada violeta que tanto adoraba, y desesperadamente busco en esos ojos el menor indicio de duda, algo que le dijera que podía arrepentirse. Pero la mirada fue firme y la dulce sonrisa en aquellos labios le dijo todo en silencio.

Aquel día sucedía lo impensable, por primera vez en su corta vida, él iba a separarse de su persona más preciada, ese a quien le había regalado su primera sonrisa, y también su primera palabra.

"Papá"

El barco se fue alejando del muelle, y con pesar miro a su padre, Kakyoin Noriaki, desaparecer junto a su hermana menor, Jolyne Kujo, sus bisabuelos Joseph y Suzie Joestar, su abuela, la alegre y ruidosa Holly Joestar, y Rosas el amable mayordomo.

Las despedidas y buenos deseos de su nueva familia se ahogaron en el viento y cuando no pudo ver más la enorme y bulliciosa ciudad de Nueva york la brisa fría golpeo su rostro con fuerza dándole la bienvenida a su cruel realidad, suspiro profundamente mientras los movimientos irregulares del barco le provocaban mareos, en cualquier momento podría vomitar.

Había deseado tanto subir a un barco y navegar, contemplar la belleza del mar con sus propios ojos, y tener aventuras en el océano al lado de su papá.

De Kakyoin Noriaki.

Pero no, estaba ahí con su otro padre, Jotaro Kujo.

Ya no había marcha atrás, tenía que pasar una larga semana en aquel barco, lidiando con el malestar de la separación y enfrentándose a la soledad, pues era consciente de que no podía esperar nada de Jotaro, tal vez solo un incomodo silencio y un sentimiento de irritación constante cada vez que tuviera la desdicha de cruzar la mirada con este.

Aun cuando Noriaki había intentado convencerlo, él no era tonto, desde su perspectiva Jotaro no tenía interés en ser su padre, todo lo que buscaba era quitarle el cariño y la atención de Kakyoin, y esa era razón suficiente para que su admiración hacia este se convirtiera en desprecio.

Y aunque había expresado su disgusto abiertamente, su padre le había pedido que le diera una última oportunidad, y como él no podía negarle nada, ahora tenía que morirse de aburrimiento, añorando que los días pasaran rápidamente para que finalmente su decisión fuera respetada, para que su papá entendiera que no quería a Jotaro, ni nada que viniera de este.

Solo una semana más para que Jotaro saliera de su vida.

- Jouta...

Sus pensamientos se detuvieron al escuchar su nombre en la inconfundible voz de Jotaro, y había logrado captar su atención porque era la primera vez que lo llamaba directamente y por su nombre.

Se giro hacia este, encontrándose con el mayor a un par de metros, se esforzó por mantener su desagrado mientras le miraba, tener toda la atención de Jotaro era algo incomodo y dados los hechos recientes, se irritaba con solo verlo.