STRAY KIDS ─ POPULAR

VEINTISIETE

Felix se dio cuenta de lo que acababa de decir justo antes de que Changbin pudiese siquiera formular una respuesta en su mente, y rápidamente, se deshizo del agarre que el otro chico tenía sobre él.
Sin decir nada, el de pecas se apartó y salió del lugar, cerrando tras él con un portazo.

Por su parte, el cuerpo de Changbin se quedó parado, dejando vía libre a su cerebro intentando procesar lo que acababa de oir.
Realmente no entendía nada.

Felix había dicho que quería comprobar si estaba enamorado de él, pero ¿acaso alguien podía sentirse así por él?

El chico permaneció un minuto más intentando establecer una conexión entre lo que decía Felix con la realidad, pero su mente estaba demasiado desordenada en ese mismo instante cómo para sacar conclusiones que nunca habría esperado.

Pero, Changbin sabía que Felix era el único que podría resolver ese caos en su cabeza.

¿Qué?, ¿qué Felix qué?, se repetía una y otra vez, mientras avanzaba por la habitación con pasos decididos.
Sin perder más tiempo, Changbin salió de ésta, y corrió en busca del chico, esperando encontrarlo al salir.
Sin embargo, para su sorpresa, la zona de arriba ahora estaba completamente vacía, y no había ni rastro de la pelea que se había llevado a cabo tan sólo unos cinco minutos antes.

Changbin bajó los escalones de dos en dos, llamando a Felix a voces. Esto causó que todo el mundo en la sala principal de la fiesta se girase ante sus gritos, que se escuchaban altos y claros, pues ya no había música que los amortiguase.

Al parecer, la pelea entre Hyunjin y Woojin había provocado el final de la fiesta, haciendo que muchos asistentes se marchasen de allí, y todo el ambiente se derrumbase por completo.

En la casa aún permanecían algunos rezagados, pero estos ahora hablaban en pequeños grupos sin llamar especialmente la atención, mientras miraban con disimulo la cocina.

Changbin no pasó eso por alto, y fueron sus pies los que se dirigieron directamente al lugar dónde se centraban toda la atención.
Al llegar, fueron éstos mismos los que se detuvieron en la puerta, ante la visión de Hyunjin sentado en una de las sillas, con un ojo morado, el labio inferior roto y más heridas superficiales en su rostro.

Changbin quiso preguntarle cómo se encontraba, pero Hyunjin se encontraba ocupado, hablando con otras personas, como Jackson, el amigo de Yugyeom o con Jisung, probablemente diciéndoles que tampoco era para tanto, o cualquier cosa que diría él en esos casos.

Así pues, el chico pensó que le preguntaría más tarde, tanto sobre su estado actual, como la razón de por qué se había enzarzado en aquella pelea con Woojin.

Pero había decidio que todo esto lo haría después de encontrar a Felix.

Y fue cómo si el chico de pecas leyese su mente, cuando apareció tras la barra dónde antes habían estado las bebidas, sujetando un paño mojado entre sus manos.
Changbin vio cómo le tendía la tela a Hyunjin, quién la colocó cuidadosamente sobre su ojo, para reducir la hinchazón.

El chico no dejó de seguir a Felix con la mirada, hasta que logró que el otro finalmente se diese cuenta de que alguien le observaba, y conectase sus ojos con los de Changbin.

Este último le dedicó una clara expresión de "tenemos que hablar, ya", pero Felix se limitó a mirarlo sin ninguna emoción, para más tarde, ignorarlo, y continuar haciendo cualquier cosa en la que lo necesitasen en la cocina.

Tras el primer fracaso, pasaron varios minutos antes de que el mayor dejase de mirarlo para captar de nuevo su atención, y que, al no lograrlo, se dio por vencido.
Al menos esa noche.

Exasperado y soltando un bufido, Changbin abandonó la posición en la que se encontraba y cruzó todo el salón sin detenerse y sin pararse a hablar con nadie de los presentes.

Quería irse de allí lo antes posible.

Tanto lo deseaba, que ni siquiera recordó que quién los había traído a la fiesta había sido Seungmin y que tendría que buscarse sólo sus propios medios para volver a casa, cuando abrió la puerta principal bruscamente.

En ese momento, una ráfaga de frío nocturno le impactó de lleno, haciendo que sintiera escalofríos por todo su cuerpo, que después de todo ya estaba adaptado a la calidez del interior.

Sin embargo, aquel repentino cambio de temperatura no le sorprendió tanto cómo encontrarse a Woojin y a Chan sentados en el jardín.