TREINTA Y UNO

2.6K 479 29
                                    

Fue el domingo siguiente a la fiesta, cuando el telefono de Changbin comenzó a sonar y a vibrar como si hubiese enloquecido. Después de hablar con Hyunjin, había decido apagarlo para desconectar un poco, pero ya había pasado una semana y creyó que era un buen momento para encenderlo.

Pensaba que todo se habría calmado, pero sólo un segundo más tarde, se dio cuenta de que estaba equivocado. Nada más encender su móvil, un montón de notificaciones asaltaron la pantalla, aunque todas quedaron bloqueadas ante la visión de una llamada entrante.

Antes de que terminase el tiempo de espera, Changbin descolgó el teléfono y lo acercó a su oído, cosa de lo que se arrepentiría al instante.

—¡¿Changbin?!—gritó Jisung a todo pulmón desde el otro lado, haciendo que el tímpano del otro estuviese cerca de explotar en mil pedazos—Llevo llamándote tres días seguidos y es la primera vez que respondes. ¡Tres días!

—¿Ah si?¿Y qué tal?—habló él, tranquilamente, intentando recuperar la audición que el otro le había arrebatado.

—¿Cómo que "y qué tal"?¿En serio?¿No me vas a dar ninguna explicación?

Changbin bufó, riéndose ante el tono ofendido de su amigo.

—¿Qué quieres que te diga?

—Como mínimo un "lo siento mucho por abandonarte en el instituto y no dar señales de vida durante una semana entera"—respondió Jisung.

—Lo sé, lo sé. Lo siento, tenía muchas cosas en las que pensar...—le contó Changbin, al mismo tiempo que se dejaba caer sobre el colchón de su cama.

—Lo imagino—comenzó Jisung—pero aún así, puedes seguir faltando mucho más. Te recuerdo que tienes clases y amigos a los que atender. Seungmin y Jeongin han estado envíandote mensajes como posesos.

–¿De verdad? En realidad no había encendido mi móvil hasta este momento, y es por eso que no contacté con nadie. Pídeles disculpas de mi parte.

Entonces Jisung exclamó algo que sonó como "¿es que acaso soy tu sirviente?" antes de estallar en risas, que contagiaron a Changbin por completo.

Las carcajadas duraron unos segundos, y cuando dejaron de reírse, a Jisung le cambió la voz, como si se hubiese puesto serio.

—Además, hay algo que tengo que contarte.

Para qué mentir, a Changbin le recorrió un escalofrío al oír a su amigo tan serio; pocas veces hablaba de aquella manera. Jisung siempre era risas y diversión hasta que algo importante ocurría.

—¿El qué?¿Qué pasa?—preguntó, algo preocupado.

—¿Recuerdas la pelea entre Woojin y Hyunjin? Supongo que sí—introdujo Jisung—Pues además de golpes, gritos y dolor, hubo algo más. Una grabación.

Aún recostado en la cama, Changbin frunció el ceño y ajustó el móvil cerca de su oreja para oír mejor lo que su amigo tenía que decir.

—¿Te refieres a que alguien grabó la pelea?—cuestionó.

—Exacto. Bueno, no toda, sólo una parte. ¿Y sabes qué? Resulta que es el momento en el que llegas a separarlos—explicó el otro, que había empezado a perder ese deje serio en la voz y estaba siendo sustituido por emoción–y todos lo han visto. Se dice que fuiste el único con valor para detener la pelea. ¡Todo el instituto está hablando de ti!

—¿Me lo estás diciendo en serio? Jisung...—volvió a preguntar Changbin, sin creerse nada de lo que oía.

Desde luego, no podía procesar las últimas palabras de su amigo, pero ahora todas las notificaciones que estaba recibiendo habían cobrado sentido.

Un millón de preguntas se agaloparon en su mente, mas todas llegaban al mismo sitio.

¿Y si...?
¿Tal vez...?

Pero, incluso antes de que pudiese terminar de formular dichas preguntas en su cabeza, Jisung cofirmó la respuesta con emoción.

—Changbin, vuelves a ser popular.

STRAY KIDS ─ POPULARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora