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Faltaba media hora para encontrase con su paciente "especial" y Sadie no estaba todavía lista. ¿Por qué? Fácil. No sabia que ponerse. Tenia que elegir entre algo cómodo o elegante...tal vez no habia que llamarlo así, un poco arreglada. Pero recordó que no era una cita y lo más importante: no le importaba lo que dijese Jungkook.

A si que optó por unos vaqueros ajustados y una camiseta normal rosa. Un collar en con un sol en el centro. Su pelo suelto quedaba bien para ese atuendo, a si que se lo dejó así. Unas zapatillas cómodas tampoco faltaba.

A ver, si vas a un parque de atracciones no te pones unos tacones con los que no puedas ni caminar. Por lo menos eso pensaba Sadie. Y iba a seguir sus hipótesis.

No se maquilló, solo se puso un poco de brillo en sus labios. Algo sutil y encantador.

Miró el reloj. Faltaba diez minutos, los justos para llegar a la puerta del edificio. A si que cogió las llaves y su movil. Pero al revisarlo vio dos llamadas perdidas de Susi. No se lo pensó dos veces para devolverle la llamada.

Cuando al momento se escucharon risas y murmullo de un montón de gente.

- Sadieee - gruñó Irene, que estaba al otro lado de la línea - ¿por qué no contestas? ¿Te olvidaste de nosotras?

La nombrada rodó los ojos.

- No, pero tenia cosas que hace...

La interrumpieron, como siempre.

- Cariño, no digas más eso - hubo un silencio, más que eso, una vacilación - hoy hemos salido, ¿quieres apuntarte?

En ese instante sentia una culpabilidad inmensa. Lo peor de todo es que queria dejar plantado a Jungkook para salir con ellas...pero no podia hacerlo. No seria capaz de semejante cosa. Tragó saliva, ¿cómo podia decirselo?

- Tengo... - Suspiró - tengo planes con una persona...lo siento.

La otra bufó, estaba molesta, lo sabia. Casi podia ver como tiraba la cabeza hacia atrás para mantener la calma. Si, las tenia abandonadas, y muy a su pesar. Se daba cuenta de cuantas cosas se estaba perdiendo por intentar contentar a su paciente. Odiaba eso de el. Pero trabajo es trabajo.

- Bueno, lo que veas - dijo cortante - que te vaya bien con lo que sea que estés haciendo.

Y cortó la llamada. Genial. Otra persona para pedirle disculpas despues.

En esos momentos iba hacia la puerta principal de la empresa. No se habia traido un cubrebocas. Pero de todas formas le daba igual.

Ella no era la que tenía que esconderse.

Después vio a una figura acercarse a paso lento. Llevaba una gorra negra y unos vaqueros ceñidos a sus piernas. La camiseta blanca era corta de mangas. Sabia que era el por su cubrebocas, ya que era de un color gris. Levantó la mirada, serio.

Jeon Jungkook llegó.

Ella suspiró, no porque lo viese guapo,  aunque habia que reconocerlo. Suspiró porque no sabria lo que iba a pasar.

- Hola - dijo Sadie cuando se paró. El sonrió.

- Hola señorita Sadie - miró a su acompañante - te ves bien.

- Gracias, tu también - Respondió la pelinegra - ¿nos vamos?

El asintió y empezaron a caminar rumbo a el parque de atracciones. No habia prisa por ir. Sus pasos eran lentos. Empezaron a hablar de varias cosas, por ejemplo: colores favoritos, comidas favoritas...
Parecia aburrida la conversación, pero en cierto modo no para ellos. Estaban agusto el uno con el otro de esa manera. Por lo menos más que cuando hablaban en la consulta.

Mi Psicóloga (COMPLETA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora