Mi Psicóloga (COMPLETA)

47. Lluvia, qué oportuno.

47. Lluvia, que oportuno.

-Tienes que hablar con ella, Kook. - Sugirió Tae, que veía a Jungkook. El menor estaba tumbado en la cama de su cuarto con la mirada puesta en el techo. Tenía la mirada perdida y estaba demasiado calmado, por lo menos para su amigo.

Ya era el quinto día sin dirigirle la palabra a Sadie, y lo peor era que hace tres días la pelinegra le mandó mensajes hablando de lo sucedido. Incluso en ese momento se sentía más mal consigo mismo, porque aparte del enfado y de lo horrendo que se sentía por ignorarla de esa manera, su curiosidad crecía más y más conforme pasaban los minutos. ¿Por qué dijo que tenía un motivo? ¿Acaso no sabía lo que provocaba en él cada vez que dejaba al aire un tema sin acabar de contarlo? Él era el gato al que matarían si seguía siendo tan curioso.

Jungkook miró a su amigo con el ceño fruncido, después de unos segundos de completo silencio, habló con voz ronca.

-No voy a ir a ninguna parte, y menos a hablar con ella, tengo que pensar en todo esto – su compañero iba a hablar pero el maknae le cortó – no insistas porque todavía estoy molesto contigo. ¡Tú lo sabías!

Tae se sentó en su cama. Los chicos compartían habitación y eran muy cercanos, así que entendía el enfado y la molestia de su amigo. Sin embargo, él debía comprender que Taehyung no tuvo otra opción, Jimin había confiado en él y no podía fallarle. Además sabía que Kook en ese momento no le gustaba Sadie.

-Y tú ya sabes por qué lo hice – jadeó con desesperación - ¿o ya no te acuerdas de lo agresivo que estaba por ese entonces? Si pensó que yo le había dicho algo a Jin...

- ¿Sabes qué? Paso – el mayor le mató con la mirada y el alzó los brazos rápidamente – Yo te creo, el que me tiene mosqueado es Jimin. ¿Vale?

-Entonces habla con Sadie. Quizás te dé respuestas y te diga por qué te lo dijo ahora. – Jungkook bajó las manos con pesadez y le miró enarcando las cejas – ya sabes que no lo dijo antes porque quería apoyar la decisión de Jimin hasta cuando no estaban juntos. ¿Qué cambió?

-No lo sé, ni me interesa – dijo más para él que para su amigo. Tenía que dejar ese juego de querer averiguar todo lo que no le incumbía. Lo que el pelinegro no sabía, es que era demasiado tarde para retractarse.

-Estás actuando como cuando Jimin tenía que decidir si dejarla o no. Me compadezco por Sadie – Tae suspiró u se tumbó - ¿Te imaginas que la persona que quieres te ignora todas las llamadas y mensajes por días y días? ¿Y si le pasa lo mismo ahora?

Jungkook sintió mariposas en su estómago al escuchar eso. ¿Acababa de decir que ella podía sentir algo por el menor? Negó con la cabeza, en ese momento no podía emocionarse con nada relacionado con Sadie.

-A Jimin lo quería, a mí no – dijo sintiendo ese nudo en la boca del estómago. Otra vez se le aparecieron imágenes de Jimin y Sadie juntos, imágenes que en vez de producirle ternura le producía ganas de vomitar.

Debía de dejar de imaginar escenas de ellos dos juntos.

-Tienes que hablar con ella, te lo digo otra vez. – Dijo, cansado de la situación – ella se preocupa por ti, ¿no ves esos mensajes? Sabes que ella no te hubiera escrito si no le importaras. Tienes que hablarle.

- Yo... - movió su pelo con frustración – tengo miedo.

- Pero tienes que afrontarlo, Kook. – él gruñó.

- Vale...intentaré hablar con ella... - Tae aplaudió emocionado – pero no te ilusiones.

- Ya veo reconciliación – dijo risueño mientras veía como el muchacho pelinegro se levantaba perezosamente de la cama y buscaba su teléfono.