Epílogo

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EPÍLOGO

2 años después...

-Recuérdame por qué me tengo que arreglar de esta manera – dijo Yeri con cansancio. Susi posó sus ojos en los de ella mientras terminaba de arreglarle el pelo.

- Porque vamos a ver a nuestros queridos Bangtan Boys – Susi levantó las manos triunfante mirando cómo le había quedado a Yeri el cabello. Yeri, ahora castaña, recorrió en sus finos dedos un mechón mientras observaba el resultado. De manera inconsciente, Yeri se giró para ver a su amiga directamente, la cual ahora estaba más lejos de ella mirando la ropa.

- Quiero quedarme en casa – la menor hizo un puchero, lo cual resultó tierno.

- Ya le dijimos a las otras que íbamos – sabía que Yeri había estado trabajando toda la semana sin descansar y lo que menos quería era reunirse con sus amigas en un sitio aglomerado de gente. Aunque fueran los mismos BTS que estuvieran en esa gala de premios.

- Esos chicos... y pensar que hace un tiempo estábamos obsesionadas con ellos – susurró. Las dos rieron, pero a la vez estaban avergonzadas por tal pasado.

Y no es que ya no fueran fans de ellos, sino que ahora que podían estar más cerca que cualquier otra fan, afortunadamente, se dieron cuenta de cuanto idealizados estaban: Taehyung era un chico que algunas veces era tierno y simpático, pero se notaba que era serio en muchos temas. Jhope no era tan esperanzado como se pensaban, aunque su hermosa sonrisa ocultase muchas de sus guerras internas. RM era muy profundo y comprensible. Suga sonreía muchas veces más fuera de cámaras que en frente de ellas. Jin...bueno, era el mismo. Jimin era el chico tierno y sensible, sin embargo nunca lo enfades, puede ser peligroso. Y Jungkook... que decir de él.

Si alguien pudiera definir en palabras como verdaderamente es, tendríamos que preguntarle a su novia, o mejor dicho, Sadie. Muchas veces ella había contado lo inmaduro o tedioso que se podía poner, aunque después el chico era muy atento y cariñoso. Era detallista, amable, cabezón...

De pronto, el móvil de la mayor empezó a sonar por toda la habitación y Susi no tardó en cogerlo.

-Diga – Yeri fue a cambiarse de ropa dejándola completamente sola.

- Dice Sadie que en media hora tenéis que llegar. – la voz monótona de Irene hizo que se diese cuenta de la hora que era.

...

-¿Cuándo van a llegar? – Irene se encogió de hombros es mientras miraba su teléfono. Ya estaban completamente listas y preparadas para salir, solo estaban esperando a sus amigas.

El salón de Sadie había cambiado mucho, su antiguo sofá fue cambiado por otro y Jungkook le regaló un televisor de 50 pulgadas, lo cual tuvo que recolocar todo para poder que su regalo entrase. Lo más bonito, es que él se la regaló para no reventarse los ojos cuando veían películas en la casa de su novia.

Pobre pijo.

Irene llevaba una camiseta blanca de encaje por los hombros, su pelo rubio combinaba con su labial rojo pasión. Tenía puestos unas mallas ajustadas que se soltaban un poco desde la pantorrilla hasta los tobillos, tapando ligeramente su zapatos de tacón. Iba preciosa, sobre todo con sus pendientes lágrima finos que le hacían ver muy elegante.

Sadie, en cambio, iba arreglada porque Jungkook se lo suplicó. Normalmente, para ese tipo de ocasiones, se podría algo cómodo, como unos vaqueros y una chaqueta ancha, no nos olvidemos de unas zapatillas. Sin embargo, ese día llevaba unos pantalones blancos ajustados y una camisa holgada corta de un color amarillo pastel. Tenía puestos unos tacones bajos de ese mismo color. Sus pendientes dorados no eran largos como los de Irene, pero le daban un toque refinado a su look.

Mi Psicóloga (COMPLETA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora