2. Estamos aquí por usted

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- ¿Qué? ¡No! - Dijo el al momento de oír la pregunta. Se dio cuenta del grito escandalizado que había pegado y se sintió más avergonzado. - No. Soy heterosexual.

Sadie no puedo contener el rubor de sus mejillas y soltó una pequeña risilla. No alcanzó a oírla Kook pero si a verla. Él la miró mal por unos segundos sin que ella lo pudiese ver. Cuando Sadie volvió a mirarlo, el simplemente rodó un poco los ojos y miró hacia otra punta de la consulta.

- Lo siento, era mi obligación preguntárselo, bien, entonces podemos empezar - dijo y cogió una libreta y un bolígrafo de la mesa y lo abrió por un punto exacto - bien, Jungkook. Vamos a comenzar desde el principio...¿desde cuándo tiene ese miedo irracional a las chicas?

Jungkook observó de mala gana como su psicóloga lo miraba por encima de sus gafas esperando una respuesta.

- Desde pequeño, pero nunca lo demostraba - respondió el maknae sinceramente.

- ¿Tienes alguna idea de el por qué? - El chico negó con la cabeza y esta empezó a apuntar cosas en el papel. Jungkook tenía curiosidad de lo que escribía, pero mantuvo su postura. - Bien, ¿entonces dices que nunca has tenido amigas de pequeño ni ahora porque le temes a estas?

- Si - confesó otra vez Kook, más incómodo. ¿Por qué preguntaba cosas extrañas?

- Dime, ¿cómo se siente ahora mismo conmigo? - La pregunta le impactó a Kook, ¿esa pregunta era una profesional o le estaba tirando los tejos? Suspiró, no iba a conseguir nada aquí. Pero bueno, por decir la verdad, tampoco vendría mal para que a la chica se le desvanecieran las ilusiones que se había creado, si es que creó.

- ¿La verdad? Fastidiado, tenso e incómodo, no me gusta estar con mujeres, sus preguntas me incomodan cada vez más y tengo ganas de irme - para sorpresa de él, la muchacha ni siquiera se inmutó, solo asintió y con su continua cara neutra, escribía en su cuaderno. ¿No le había afectado nada de lo que había dicho?

- Entiendo, no se preocupe, yo tampoco estoy cómoda pero es mi trabajo - confesó la pelinegra y el abrió la boca a no más poder - tu eres sincero conmigo, no tengo por qué mentirte tampoco.

Se acercó a él y lo miró intensamente, pero no con deseo o anhelo. Sonrió amablemente. Él podía sentir su aroma, eso no le incomodaba, estaba acostumbrado a estar en fansites con sus fans.

- Hagamos un trato - continuó la psicóloga - no tendremos secretos ¿vale? No pienses que te estoy tratando como un niño pequeño, lo digo enserio. Responderé a tus preguntas sinceramente y tú harás lo mismo.

Sadie nunca habría probado este método, pero estaba claro que Jeon no le diría nada que no le incumbiese, así que pensó que con este método ella podría hacer más fácil su trabajo. Sadie era un persona sencilla, y si se podía quitar dolores de cabeza, lo iba a hacer.

Jungkook en cambio, se sorprendió por la pregunta. Decirle la verdad a todo lo que preguntaba podría ser peligroso, más que todo a los de la empresa, ¿qué le diría a sus amigos si él le decía cosas privadas de estos a Sadie? No podía correr el riesgo y decidió preguntar.

- ¿Serán preguntas de la empresa Bit Hit? Porque si es así no puedo. No puedo desvelar datos de la empresa ni de mis compañeros - dijo el chico un poco seco.

- Jungkook, no estamos aquí por sus amigos ni su empresa, ¿entiende? Estamos aquí por usted, no por ellos. Necesito saber cosas del verdadero Jeon Jungkook para poder ayudarle y este trato será una buena manera de que no me mienta para poder hacer bien mi trabajo - Kook cada vez quedaba más impresionado por las palabras de su psicóloga. Era muy profesional y seria. Pero a la vez sus preguntas eran tan extrañas y raras que no podía saber exactamente a como le iban a ayudar.

- Entendido - dijo el no muy convencido.

- ¿Entonces trato hecho? - Le extendió su mano en forma de sello de la promesa. Este no tardó en estrechársela con cautela. - Bien, creo que acabó el tiempo. Nos vemos el miércoles, Jeon.

El hizo una reverencia, salió de ese lugar tan neutro y para el aburrido. ¿Cómo pudo pasar esa primera hora tan lenta para él? Parecía que no le iba a gustar estas sesiones.

Ella suspiró, esto iba a ser difícil para esta, no podía decirle a nadie quien era su paciente, y este era muy testarudo. Pero tenía que ser profesional. No pensó que Jeon fuese tan frio en su interior, no lo conocía bastante pero por la primera impresión, obtuvo que fuera difícil de tratar. Miró su libreta, donde había tomado en esta los primeros apuntes de la personalidad de su paciente.

"Paciente: Jeon Jungkook

Problema: miedo a las chicas

Primera sesión: no habla mucho. Responde mis preguntas sinceramente. Hago un trato con él, yo le pregunto, el responde con la verdad y viceversa. Frío y difícil de tratar. No es gay y no sabe cómo empezó ese miedo irracional por las mujeres"


Dejó su libro en la mesa y se tocó la sien estresada. Para el miércoles tendría que tener más preguntas para averiguar la raíz de su miedo.

Jungkook pasó su mano al pelo y miró al coche de NamJoon. Que estaba estacionado en la acera.

Se acerca a este y abre la puerta para meterse dentro.

- Hola - dijo el mayor y el maknae solo suspiró - ¿qué te pasa? - Preguntó preocupado el líder. Este solo agitó la mano con desgana (como hacia la mayoría de las veces su compañero peli verde) y señaló recto.

- Nada, arranca por favor - dijo el pelinegro un poco molesto y me puso a mirar por la ventana durante el trayecto.

No dejaba de pensar en lo que le dijo esa mujer, bueno, esa chica. Estaba seguro de que era aproximadamente de su edad pero...bueno...tampoco quería saber mucho. Era demasiado profesional, lo impresionó y no sabía si de buena manera o de mala. Pensaba que iba a ser más simpática, más...cariñosa. Jungkook no era creído ni nada de eso, pero ya estaba tan acostumbrado a que todas las mujeres (fans) le trataran bien que le chocó la actitud de su nueva y primera psicóloga.

Era extraño como lo trataba, ella era un témpano de hielo, demasiado fría para su gusto. Espera... ¿gusto? Por favor, no tendría que haber pensado eso. Ella era su psicóloga, una loquera. Solo lo trataba como a un loco más. O eso pensó.

El coche paró y Jeon miró con el ceño fruncido a su amigo. Había aparcado el vehículo.

Salieron del auto y fueron a su apartamento. A donde estaban esperando todos sus compañeros para comenzar con las preguntas.

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Mi Psicóloga (COMPLETA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora