42. Vuelta a casa

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42. Vuelta a casa.

¨Ella no se daba cuenta

De que él tenía sus ojos posados en esta.

Sin embargo, había otros ojos

Que la miraban desde la oscuridad.¨ - Noa.

(...)

-¿Enserio te tienes que ir? – un puchero se formó en los labios de su madre, que miraba con añoranza a su hija.

Sadie tenía su maleta al lado de ella, su padre y su madre estaban en la puerta con ojos cristalizados. Era su último día en su pueblo, en su país. Había pasado las dos semanas como si se hablase de segundos. Y es que estar al lado de su familia y de su íntima amiga le había dado un subidón de energía que nadie la había dado en los años que había estado en Corea. Sin embargo, su hogar ya estaba formado al lado de Irene y sus amigas, en su consulta. Había creado un hogar a su estilo, había hecho su vida. Y aunque se hubiera criado allí, estos últimos años se había acostumbrado a las creencias y costumbres del país surcoreano. Y no lo podía cambiar.

-Mamá, papá, os echaré mucho de menos – abrazó a sus padres otra vez y su madre no tardó en soltar un pequeño sollozo. Le dolía verles así, le dolía que sufriesen por ella. Pero ella estaba bien allí: no le faltaba de nada, tenía una casa, tenía amistades, y era feliz.

Quizás su error fue irse tan joven.

- Por favor, visítanos más a menudo – dijo su padre con voz rota, ella asintió rápidamente. Lo haría, por supuesto. Sabía lo importante que era la familia, ahora se daba cuenta. Su familia le había dado las alas suficientes, o más que eso, para que pudiese volar y seguir su sueño. Y así estaba: siendo una de las mejores psicólogas de todo Corea del sur. No le podía negar esa petición, de todas formas, ellos le necesitaban como ella a ellos.

-Lo haré – juró con una promesa de meñique y les volvió a abrazar. Se sentía segura en sus brazos, como si todos los problemas se desvaneciesen al completo.

Pero esa ensoñación acabó pronto, ya que al coger el taxi y mirarlos por última vez en un largo periodo de tiempo, volvió a la realidad y se dio cuenta del problema que tenía esperando en Corea.

Sus sentimientos.

(...)

Faltaba poco para despegar el avión, así que todavía no habían pedido desconectar los aparatos electrónicos. Para su mala suerte, le llegaron varios mensajes, como el de Irene, preguntando como le había ido y que la rubia tenía todo bajo control. Sin embargo, maldijo al sentir un revoloteo en su estómago al ver el de Jungkook.

Jungkook últimamente mandaba mensajes muy extraños, y no sabía si estaba paranoica, o se preocupaba mucho por ella. Kook todos los días le preguntaba por su salud, por como estaba, y más preguntas no tan importantes que hacía que ella se estremeciese con solo recordarlo. No era malo, claro que no, pero al ver como se preocupaba por ella, le parecía que era un chico extremadamente tierno y adorable. Y eso, no era bueno.

Por Dios, era el amigo de Jimin, su ex. Solo era un paciente que tenía que ser tratado como eso, su paciente. Sin embargo, las cosas habían ocurrido de una forma absolutamente diferente a como lo tenía planeado. Sadie había empezado a tener sentimientos por el chico, y eso estaba mal. Estaba mal porque era amigo del chico al que había querido recientemente, el cual le rompió el corazón.

Si hubiera sido otra chica, no le hubiese importado, ¿por qué? Por despecho, y también porque Jungkook poseía un atractivo genuino como el resto de sus compañeros, aunque Jungkook poseía unas cualidades que a cualquier chica le fascinaría: su inteligencia y su afán de conseguir todo lo que se propone, valiente, amigable (cuando quería) tierno y simpático. Eso por no decir todas sus cualidades físicas.

Pero pensándolo fríamente, Sadie lo que menos pensaba era el despecho, o en el atractivo de Jungkook. Sadie no era una chica de esas, la pelinegra no quería meterse en problemas. Ella solo quería tranquilidad, paz. Ella solo pensaba en estar bien. Y estar en esa situación solo la ponía en peligro, ya que no se había olvidado de que es difícil ocultar una relación con un famoso.

Jungkook

¨Necesito hablar contigo¨

Tragó saliva. ¿Por qué necesitaba hablar con ella? Un escalofrío recorrió su espalda y miró de nuevo el mensaje. ¿Qué podía contestar?

Sadie

¨Sabes que hoy no puedo, vuelvo muy tarde a casa¨

El móvil sonó a los pocos segundos, y no era un mensaje, era una llamada.

Miró hacia los lados, asegurándose de que nadie escuchaba y con prisa cogió el teléfono.

-¿Hola? – contestó Sadie con nerviosismo.

- Hola, señorita Sadie – bromeó Jungkook haciendo que ella se relajase y sonriera.

-Hace tiempo que no me llamas así – el muchacho carraspeó desde la otra línea, y aunque ella lo notó, lo dejó pasar.

- Supongo...que había otras cosas de que hablar...y se me olvidó. Bueno, no se me olvidó, pero no quería...molestarte – la pelinegra negó con la cabeza divertida. Si había una cosa que nunca admitió, es que le encantaba cuando hablaba con él. Era una persona con la que se podía hablar de cualquier cosa, hasta las más insignificantes. Estaba muy a gusto con él, casi más con él que como estaba con Jimin. ¿Pero qué decía? No podía compararlos como si fuesen objetos.

Suspiró y miró a su alrededor, ya todos se estaban acomodando para el despegue y no tardaría mucho para aconsejar apagar los teléfonos.

- Da igual, no me molesta – suspiró – Si no, no te diría Kook en modo de respuesta.

- Si... qué tiempos aquellos, ¿eh?- dijo el con un tono de nostalgia en su voz.

-si...la verdad es que si... - se acomodó un poco más en su asiento – De todas formas... ya mismo despega el avión. ¿Qué pasa? – dijo sin rodeos y se dio cuenta de que había roto esa atmósfera agradable. Pues Kook contestó en un tono un poco tenso.

-Si no puedes hoy quedar, ¿puedes mañana? De verdad, para mi es urgente y necesito hablar contigo.

- Kook...

- Estoy hablando en serio – dijo y Sadie perdió el aliento. Había usado un tono más grave para decir esto último – necesito verte.

Una azafata pidió apagar los dispositivos móviles y ella se puso más nerviosa aun. ¿Le contestaba o no?

-Tengo que irme, Kook, después te digo – y colgó sin despedirse.

- El avión con salida a las cinco y media despega en unos segundos, por favor, pónganse los cinturones de seguridad y apaguen los dispositivos móviles. Disfruten del viaje.

Si dormía, quizás tendría energías para encarar a Jungkook. O por lo menos, para pensar inteligentemente y solucionar todo.  

Hola hermosuras, ¿como están? Espero que muy bien 💕💕

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Hola hermosuras, ¿como están? Espero que muy bien 💕💕

Otro capítulo más. Espero que os guste ❤

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Os quiero ☁

Butterfly ❤

Mi Psicóloga (COMPLETA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora