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Pasaron unos días. Jungkook ya no le volvió a hablar más y ella no insistió. De verdad no quería hablar con él, estaba muy ocupada con Irene explicándole unas cosas sobre secretaría.

-Aquí tendrías que poner los datos y características del paciente – señaló en un lugar de la pantalla del ordenador. – automáticamente te registrará el nuevo paciente o usuario.

- Vale – dijo ella suspirando, se acomodó el pelo rubio en una coleta - ¿se podría editar si hay algún fallo?

Sadie asintió y guardó la información para después abrirla.

-Se hace así –la amiga asintió mientras miraba como la pelinegra hacia el trabajo. – ah, y se me olvidaba enseñarte otro programa. Ese es para administrar las consultas, te busca un hueco sin tu hacerlo.

Irene sonrió y apoyó su cabeza en la mano. Sadie al ver ese gesto paró y cerró el programa.

-Te ocurre algo, ¿verdad? – comentó y la rubia sonrió.

- No quiero decepcionarte, solamente es eso – hizo un puchero – sé que dentro de dos meses te vas, quiero saberlo todo. Pero es agobiante.

- Tranquila, ya te acostumbrarás. – Sadie quería que trabajase con ella unas semanas para poderla recomendar en otra empresa. Por ahora, no se podía quejar de Irene. Aprendía rápido y se notaba que con un poco de práctica podría hacerlo muy bien. – bien, mete el nombre de Jennie, por ejemplo, para crear un usuario.

Mientras tanto, la pelinegra fue a servirse un vaso de agua, le dolía la cabeza. Hoy quedaría con Jimin para decirle la decisión que tomó sobre su relación, si se le podía llamar así.

Y es que estaba nerviosa. Desde que llegó a corea no había tenido ningún tipo de relación amorosa con un chico. Y encontrarse con que un Idol de Kpop le pidiese salir con el... (No es que fuese muy soñadora, pero sabía que eso ocurría muy poco)

-Oye – dijo Irene desde la mesa – le pongo el apellido Jung, ¿vale?

- Vale – respondió Sadie y miró al suelo, mientras volvía a su asiento.

- Pues ya está – sonrió su amiga.

- Ahora, busca el apellido por la J, a ver si se ha guardado bien – empezó la rubia a hacer lo que su amiga le había pedido.

Por la pantalla salía un montón de apellidos, pero ella al ver un nombre se paró en seco.

Jeon Jungkook.

Sadie miró a la pantalla con los ojos muy abiertos y murmuró un 'mierda'. Irene miró el nombre con una ceja enarcada.

¿No tendría escapatoria?

........

Jungkook miraba su teléfono nervioso.

¿Y si la llamaba? ¿Por qué no se la podía sacar de su mente? No entendía lo que le pasaba. Él no era así. Nunca había pensado en una chica tanto como pensaba en Sadie.

Podría ser porque era su única amiga. Pero... ¿de verdad se podía considerar una amiga? El solo bufó de la frustración y dejó el móvil malamente en la mesa. Jin lo vio. No tardó en acercarse a él.

-Últimamente no estás en tu punto fuerte – acarició la espalda del menor - ¿puedes decirme lo que pasa?

- Sadie – el mayor frunció el ceño – es...es decir ya mismo acaba el contrato...

- Felicitaciones – dijo Jin animado. El maknae lo miró mal – ya no tienes que ir más.

- ¿tú también con eso? – Recordó las palabras de Sadie y se sintió una mierda – no quiero irme de allí.

- Pero si al principio...

-¡Ya se lo que dije al principio! – gritó y al momento, por la mirada de su hyung, se sintió culpable.

- No me hables así – lo regañó - ¿y qué ha cambiado?

- Perdón y ¿de qué? – se sentaron en un sillón.

- ¿De vuestra relación? ¿O las consultas? Yo que se

- A ver – empezó a jugar con sus manos – ella empezó a ser más simpática conmigo, o puede que sea al revés. – Rió – me relajo contándole mis cosas, cundo estoy allí puedo ser yo, supongo.

- ¿Te gustan las consultas? – él se quedó pensando. ¿Le gustaban las consultas? En si no le gustaba mucho estar encerrado en cuatro paredes. Aunque siempre estaba en ellas.

- A ver...las consultas no me gustan que sea en la oficina...hace preguntas aburridas algunas veces...

- Entonces puede que te guste ella – el abrió los ojos, ¿le gustaba sadie? – a ver, no digo amorosamente, digo que su personalidad hace que estés más tranquilo.

- Si... - su hyung rió - ¿Qué pasa?

- nunca te he visto así. Deberías dejar fluir las cosas, Kook – palmeó su cabeza – si de verdad es tu amiga, no dejarán de verse. No tiene que haber un contrato de por medio.

- ¿Tú crees? – Jin sonrió.

- Mucho – se levantó su suspiró – creo que ella te tiene aprecio también. Así que tranquilo.

Jungkook miró su teléfono una vez más. Se sentía raro. Solo con la idea de que le gustase sadie le daba escalofríos.

Porque la idea era muy alocada, ¿verdad?


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Hola amigxs  ¿que tal os va? Espero que bien.

Me paso por aquí para agradeceros a todos vosotrxs, si, los que leeis mi historia y comentais, pues...es una sensación maravillosa ver que hay gente que le gusta lo que escribes...

Gracias por los 3000 vistos y los 300 votos.

La historia crece poco a poco.

¡Os quiero demasiado!


Mi Psicóloga (COMPLETA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora