50. Me Rindo

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50. Me rindo

Jimin se levantó con un fuerte dolor de cabeza. Tocándose suavemente en las sienes miró la hora en el reloj que tenía en su mesita de noche. Había dormido más de lo normal, así que suponía que los chicos estaban esperándole para entrenar. Se levantó de inmediato y buscó ropa cómoda para el entrenamiento, sin embargo no pensó mucho que atuendo iba a usar pues iba escaso de tiempo y no quería enfadar más a sus compañeros, pues con el día anterior tuvo suficiente.

Aunque sabía que había perdido los modales, él tenía un motivo bien justificado. Y es que aun rompiendo con Sadie seguía teniendo sentimientos hacia ella. Unos sentimientos fuertes y ahora amargos por todo lo que le estaba pasando. No entendía por qué Sadie le había hecho eso. Ella sabía que lo peor que podía hacer para él, aparte de odiarle, era salir con Jungkook.

Y con sinceridad, Jimin sabía que el menor no tenía nada que ver con ellos, ya que no sabía nada sobre lo que pasó en ese entonces. Pero le dolía, porque ella si lo sabía muy bien.

Y lo que más le ponía furioso, era que sus compañeros aceptaron la relación de los dos al segundo, sin embargo, a Jimin le obligaron a cortar con ella. Sabía que él tuvo culpa de eso, pero estaba harto de ser siempre el culpable, porque Tae lo sabía, y Suga lo intuía, y aun así se callaron cuando Jin le dio esa charla.

Estaba siendo egoísta, y lo admitía. ¿Pero cómo no ser egoísta si la persona que amas está con tu amigo, teniendo una historia con ella tiempo atrás? Se sentía horrible.

Al llegar al salón vio que no había nadie allí, el chico suspiró frustrado, ¿quizás se había ido sin él? ¿Tan enfadados estaban? Suspiró frustrado y cogió su teléfono del bolsillo para llamarlos cuando escuchó algo en la cocina. Bajó lentamente su teléfono y miró hacia los lados. Se dirigió lentamente a la cocina, sin hacer mucho ruido. Al llegar a la puerta vio a Suga y a Jin cocinando y empaquetando cosas. El menor frunció el ceño al ver que estaban haciendo demasiada comida para un simple desayuno.

-Jimin, que bien que despertaste. Íbamos a llamarte para que te arreglaras. – el mencionado, el cual se quedó más confundido aún, se adentró en la cocina intentando no embriagarse con el olor de la deliciosa comida que estaban preparando. Suga decidió seguir con lo suyo y dejar que hablasen entre los dos.

-¿A dónde vais? – preguntó con una mueca de disgusto. No se incluyó porque no quería tener otra vez problemas con Jungkook ni con otro de sus compañeros en medio de lo que fuesen a hacer.

-Dirás a dónde vamos a ir, ¿no? – el mayor levantó una ceja con escepticismo. Jimin negó con la cabeza, afirmando su pregunta. – Oh vamos Jimin, vas a venir aunque no te guste.

-No quiero tener más problemas – dijo el menor apenado, pues era cierto. Lo único que quería hacer era quedarse solo, meditar en lo que sentía, que era lo mejor para él y para todos. Aunque para eso ya tenía respuesta, una respuesta que no le gustaba para nada.

-Para eso hemos hecho esto – señaló Jin la comida que estaba guardando su compañero en las bolsas – para arreglar estos problemas.

Jimin rio sarcásticamente. Suga dejó lo que estaba haciendo para mirarle con el ceño fruncido.

-No necesito eso, ya se arreglará - iba a irse de allí, cuando la voz de Suga resonó por la cocina.

- Deberías ir si quieres que esto se solucione. – Metió el último paquete de comida para mirarle con seriedad – si te quieres aislar de nuevo, allá tú, pero esta es la última oportunidad que tienes de arreglar las cosas y de buscar una solución que nos beneficie a todos. De todas formas, es tu problema, y aquí estamos, intentando ayudarte.

Mi Psicóloga (COMPLETA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora