Mi Psicóloga (COMPLETA)

43.Juega las cartas

43. Juega las cartas.

Sadie llegó a su casa a las una de la tarde, contando el cambio de hora entre España y Corea del sur. No hacía falta decir que estaba molida, más de lo que podía imaginar. La chica apenas podía mantener sus ojos abiertos y su mente no estaba muy lucida. Lo primero que hizo después de dejar las maletas fue beber agua, antes de quitarse la ropa y tomar una ducha. No tenía planes ni deseaba hacerlos, pues estaba molida. Y es que no le sentaba muy bien volar en avión. Solo quería dormir y recuperarse, pues Jungkook andaba en su mente y eso le traía loca, y no en un buen sentido.

No le había contestado a su petición y seguramente le hubiese molestado al chico si no fuese porque sabía que tenía que apagar el teléfono en ese mismo instante. Le conocía, aunque no tanto para saber por qué tenía que hablar con ella. ¿Es que acaso había recaído y seguía con su miedo a las mujeres? No lo creía, pasó eso hace mucho, no creía que recayese en algo así. ¿Algo personal, como un problema? No le extrañaría, él tenía confianza con ella para eso.

Pegó su frente a la mampara de la ducha, ¿y si le había empezado a gustar alguien?

Ese pensamiento recorrió toda su espina dorsal. No podía ser, ¿o sí? Jungkook era una persona con sentimientos, como todo el mundo, como ella. Quizá haya conocido a alguien en estas dos semanas. Aunque sería muy precipitado para él. Sin embargo, como dijo él, quién sabe.

Cuando se puso un pijama, miró su teléfono, aunque mejor nunca lo hubiera encendido.

Miraba el mensaje con estupefacción y confusión.

Jimin

¨ ¿Podemos hablar?¨

Que era eso, ¿una broma? Porque no se la había creído y no tenía mucha gracia. Ni una pizca. Se frotó la cara con desesperación. Lo más asombroso es que no sentía nada. Ni una gota. Supuestamente estaba dolida por su partida, pero ya no era tanto como antes, no sentía ese dolor de un corazón roto, sino un dolor por ofender su dignidad y haber roto algo que el mismo empezó y habían luchado tanto por mantener.

Pero claramente, eso no se lo iba a decir.

Sadie

¨Jimin... creo que es mejor que no volvamos a hablarnos, por ahora.¨

¨Yo...pienso que lo mejor es que mantengamos distancias, no es bueno que nos veamos o hablemos sabiendo que hemos sido pareja hace tan poco tiempo.¨

¨Cómo tu dijiste, creo que esto es lo mejor para ti, para mí, y para todos...¨

Jimin

¨Sadie, realmente no era por nuestra relación, pero si tú quieres, dejémoslo aquí.

Quizás tengas razón¨

Sadie

¨Gracias por comprenderme, lo valoro muchísimo¨

Jimin

¨De...nada¨

Y volviendo a apagar el móvil, se acostó con un remordimiento en su conciencia y su corazón. ¿Habría sido muy dura con él? ¿Y si era importante lo que iba a decir?

Realmente no sabía por qué pensaba tanto últimamente las cosas.

(...)

Ocho de la tarde. Habían tocado desesperadamente el timbre, despertando a Sadie con un susto de muerte. ¿Quién sería a esa hora? No había invitado a nadie a su casa. Tampoco había avisado a nadie de que ya estaba en Corea, solo a Irene...y Jungkook.