27. Lo nuestro

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27. Lo nuestro.

¨Me encantaría decirle a todo el mundo que me encantas,

pero no puedo,

no podemos¨ - Sadie 

*****

Sadie llegó a su casa muy sonriente, y lo mejor es que no había tomado ninguna copa. Jungkook se había ido a su apartamento, pero antes acompañó a Sadie hasta su calle, ya que no quería que se fuese sola.

Se lo había pasado tan bien con el que no se dio cuenta de que habían pasado las horas tan rápido. Jungkook era muy amigable cuando quería y había que admitirlo: él se había portado muy bien con ella esa noche. No había sido grosero ni sarcástico, le hizo reír mucho con sus preguntas inocentes o con sus malos chistes.

Fue a la cocina para prepararse algo de comer, a pesar de que no tenía hambre. Había comido muchos pastelitos en la cafetería, lo que ocasionó que ella se empachara después. Al terminar de comer un ligero bocadillo puso su teléfono en carga, que se apagó mientras estaba en compañía con el maknae. No lo extrañó mucho a decir verdad, ya que estaba entretenida.

No le quedaban energías, tenía la boca reseca de tanto hablar y los pies malheridos de tanto caminar. Decidió dormirse y recuperar fuerzas, aunque fuera temprano para Sadie. Se cambió de ropa y se fue a dormir, con una sonrisa y un buen recuerdo de esa tarde.

******

Mientras Sadie se lavaba los dientes, encendió su móvil para poner música mientras se arreglaba. No le gustaba empezar el día sin un poco de música y un poco de ritmo. A la pelinegra le encantaba las canciones pop en inglés. Pero prefería canciones con letras sentimentales y profundas. Si tú quisieras saber el estado de ánimo de la chica, solo bastaría con escuchar la canción que estaba oyendo en ese mismo instante. Era una virtud que pocos tenían.

Al meter su código de pin y poner el internet, se dio cuenta de que Jimin le había llamado repetidas veces ayer, y que ella no había contestado ya que estaba con su paciente. En ese momento miró la hora, eran las once de la mañana.

Impaciente, terminó de arreglarse y desayunó. Al salir por la puerta de su casa llamó a su novio mientras caminaba en dirección a la consulta. Tardó pocos segundos en contestar.

-Hola – dijo ella con media sonrisa en el rostro, sabía que él no la veía, pero había hecho esa mueca instintivamente.

- Hola – dijo él, no había tanto entusiasmo como en otras llamadas. Ella sabía el motivo.

- Lo siento por no contestar ayer, estaba con...

- Jungkook – concluyó y ella asintió con la cabeza. No sabía por qué hacia esos gestos si no le veía. – él me contó todo.

- Ahhh...

- No sabes qué alivio – se oyó un suspiro por la línea. – tenía miedo de que te hubieran hecho algo. Llegó un momento en el que no te llegaban las llamadas y me preocupé demasiado.

- Solo perdí la noción del tiempo – cruzó una esquina de la calle – Kook tiene unos buenos temas de conversación.

- Ya veo. – contestó seco.

- Vamos, no te pongas así – recriminó ella – es buen chico, es tu amigo. Es más, ¿por qué no quedamos algún día con él y con Tae? Sería divertido.

- ¿Por qué no sabe lo nuestro? – dijo el otro con ironía. – no sé cómo se lo tomaría.

- Suga y Tae lo saben, son los más cercanos a ti. ¿Por qué se lo tomaría mal si también es tu amigo?

Mi Psicóloga (COMPLETA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora