Los días habían pasado, la relación entre Mei y Flor. Pero, había alguien que se interponia en su estrecha relación; tenía nombre y apellido Sakura Roberts, ella hacia que la relación su quebrara a medias, provocando peleas y discusiones subidas de tono.
El lunes había llegado, y ello la tediosa rutina diaria. Por suerte, la pequeña Flor no tuvo problema alguno, ya que ella ya estaba acostumbrada. Por otro lado, Mei, aún no se acostumbra a despertar temprano por lo mismo de que es temprano, de hecho siempre llega 5 minutos tarde.
—Mei, levántate— la menor fue a donde ella y la despertó de una manera muy salvaje.
—Ya desperté— con el sueño a medias y sobando el golpaso que se había dado, se levantó.Ambas se vestían de forma peculiar, de un lado tenemos a Flor, una chica dulce con ciertos aires de pureza e inocencia. La falda de ésta, le llegaba levemente 4 dedos arriba de la rodilla, su blusa con un pequeño escote, aunque no tenía mucho busto, para Mei ver esa pequeña abertura significa muchos pensamientos indecentes, pero la tapa cada vez que la ve, su cabello levemente recogido en una trenza, con un poco de rimel y lápiz labial, eso más la ternura que nada cada vez que se asombraba por algo le hacía un plus perfecto para que Mei piense cosas indebidas; del otro lado tenemos a Mei, una chica bastante fría, pero con la persona correcta puede ser protectora, cariñosa, compasiva, bondadosa y muy, muy cursi. Ella lleva la falda hasta la rodilla, la camisa bien abotonada, sin un gramo de maquillaje. Esas son Mei y Flor, una pareja bastante extraña. Pero feliz.
—¿Ya terminaste?— decía Flor poniéndose los anteojos.
—Sí, pero me falta algo— entrecortaba las palabras para alargar la oración.
—¿Qué te falta?— Flor se iba acercando cada vez mas.
—Un beso— flor estaba tan cerca de ella que podía sentir el cálido aliento de su contraria.Asintió. Los últimos escasos centímetros que las separaban se rompió, sus labios danzaban lento, cada una pasaba sus manos por la cintura de la otra y acariciaban lugares que eran inexplorado para ambas. Flor, no estaba acostumbrada a besarla, sin embargo Mei le daba confianza. Abrió un poco la boca, para incitar a Mei a aventurarse a la boca de la contraria, jugando con sus lenguas, mezclando sus sentimientos.
—Bueno...— se separó. —... Es hora de irnos.—
—S-si— deseosa de tener más información de ella, acepto jadeando.Caminaron tomadas de la mano hasta el colegio, donde permanecieron juntas hasta llegar al salón correspondiente.
Ambas se sentaron, esperando con tranquilidad la llegada del profesor en turno.
—Oye,— llamó Mei — me gustaría hablar contigo en el descanso.— dudosa, Flor aceptó.
En ese instante la más pequeña empezó a pensar cosas terribles acerca de lo que quería hablarle.
Las clases pasaban con lentitud, haciendo que Flor se carcomiera con la curiosidad, el terror y el miedo dentro de ella.—Bien...— comenzó hablando Flor, captando la atención de la otra. —¿De que querías hablarme?— jugueteaba a con sus manos, estaba muy nerviosa.
—¿Eh? Ah, sí— se paró en frente de ella, se incó y sacó una pequeña cajita en donde había un pequeño dije en forma de flecha.— He querido preguntarte esto desde hace mucho tiempo— saco el dije y se lo puso a Flor. —¿Quieres ser mi novia?— lágrimas salían de los ojos de Flor, no sabía que responder y solo pudo responder con la cabeza.
Ambas chicas se abrazaron muy fuerte, como si algo paranormal fuera a separarlas.No puedo regalarte la luna, pero puedo regarle mis pecas.
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Mi novia neko [Yuri]
RomanceFlor conoce de una forma "casual" a una misteriosa chica con sudadera blanca... Y conocería un pequeño secreto, esta chica tiene orejas y cola de gato... Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Inter...