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Era un día de esos en los que estas aburrido. Aún seguian en el viaje y ya habían recorrido todo el lugar, de pies a cabeza, de arriba a abajo. Lo conocían como a la palma de su mano.

—Estoy aburrida— decía una Flor súper fastidiada de estar sujeta a un itinerario, horas, lugares indicados y la extraña de la baja de puntos por no estar con la escuela a la hora y en el lugar dicho.
—Vamos a la playa— soltó Sakura, quien también estaba aburrida.
—¿La gran Sakura rompiendo las reglas?— la miró asombrada. Sakura era muy apegada a las normas establecidas por algún superior.
—Tengo calor.— soltó con cara de "Es más que obvio que quiero salir de aquí".

Aparte de que el frío se hiciera presente por estar encerradas en aquel cuarto de hotel.

—Bien— soltó Flor. — Nos iremos a la playa.— soltó una carcajada por los pensamientos alocados y la adrenalina que podía tener en los instantes después de salir de "la cárcel" como bien le decía Flor. Aunque también Flor estaba no del todo apegada a las normativas escolares.

—Bien, vamos.

Ambas chicas agarrón sus bolsos de mano en donde tenían sus trajes de baño y sus toallas.
Salieron con la excusa de ir al templo; había una persona que verifica a la entrada y salida de alumnos del colegio en donde ambas chicas asistían.

Cómo habían planeado iban rumbo a la playa, varias chicos las veían pasar y les mandaban uno que otro piropo.

—Odiosos.

—Mucho.

Seguian caminando hasta que llegaron al mirador y vieron las gaviotas sobrevolando la playa.

—¿Te irás a cambiar ahora?— Flor no quería ir sola, y es que la presencia de Sakura alejaba a chicos que se la comían con la mirada.
—No quieres ir sola.— asintió y soltando unas risitas fueron caminando a los vestidores. —¿Compartes el vestidor?— no había rastro de doble intención. Asintió.
—Pero no mires, eh— río.
—Pero, hay espejo y se puede ver.— Sakura puso una cara súper pervertido en cuanto soltó la oración.

Flor, solo apuntó a sonrojarse y darle la espalda terminado la conversación.

Una vez cambiadas ambas chicas salieron y fueron a la orilla en donde varias familias estaban disfrutando del ambiente.

Rió inconscientemente al ver a una pequeña acompañada de sus padres, y ella le sonrió. De inmediato de imaginó a ella y a Mei. La amaba, la amaba mucho, pero es tan callas y cerrada que tenía que hacer un doble esfuerzo por tal de que ella logrará hacerle hablar. Vivían juntas, eso era cierto. Los padres de Flor no veían nada de malo que Flor tenga una relación con otra chica y pues Mei solo tenía a las criadas que trataban de hacer papeles de padre y madres pero que no lograban llenar el vacía dque le dejaban sus padres quienes estaban por quien sabe dónde y quien sabe que están haciendo.

Siguieron caminando por toda la orilla, riendo y contándose anécdotas de la infancia. Y bueno, uno que otro beso. Pero, era consentidos. Estaban seguras de que lo que sentían era sólo amistad, pero la falta de Mei hacía que buscara labios ajenos.

Chiquibabys he visto el apoya que le están dando todo el apoyo del mundo a esta cosa. Toda mi gratitud hacia ustedes. Les quiero.



¡Les veo en el próximo capítulo!

Mi novia neko [Yuri] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora