Mi novia neko [Yuri]

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Flor.

Estábamos de camino al hotel, fue un realmente divertido. Habíamos comido mucho y también habíamos comprado recuerditos y compré uno especial para Mei, quien está muy ocupada con su trabajo de presidenta.

—¿Será que le guste?— observaba el brazalete con ambas manos.
Tenía en el centro una pequeña estrella de mar en el centro.

—No sé, habría que verlo.— Sakura no estaba tan segura del dichoso obsequio, pues desde hace rato me había dicho que se sentía observada.

Dicho esto seguimos caminando hacia el hotel y nos encontramos con Sasha y su hermana mayor saliendo del hotel, nos topamos con ellas y empezamos a conversar sobre cualquier cosa.
Nos despedimos de ellas con un abrazo por qué tal vez no nos volveríamos a ver; según ellas volverías a Tokyo hoy en la noche.

—Que chicas tan agradables?— comentó Sakura.

Entramos al hotel y dimos nuestros nombre para comprobar que nos hospedamos en ese hotel.

Llegamos a la habitación, estaba algo fría así que fuimos a la piscina del hotel y dejamos el aire apagado —habrá calor pero cuando lleguemos lo prenderemos— bajamos y nos encontramos a media escuela en la piscinas; unos estaban riendo, otros leyendo o simplemente bronceandose. Nosotras nos acercamos a la barra y pedimos unos cócteles, no era partidaria del alcohol, pero Aceves se vale probar de todo.

Cuando nos estábamos quitando me sorprendió ver a Mei, sí, no era costumbre de ella relajarse y menos con una extraña.

Me vió, sonrió e hizo como si sólo fuera una sombra o qué sé yo.

¿Celos? Demasiados. Sí, se puede llevar con personas, pero ella le está coqueteando y ella de deja.

No tuve más opción que besar a Sakura para ver la reacción de la otra chica que nos miraba extrañada.
Mei no aguanto las ganas de llorar, así que intercambio palabras con la chica extraña y se fue corriendo con lágrimas en los ojos. Aproveche para ir tras ella y hablar, hablar en enserio sobre lo que pasó con ella y la tipa de antes.

Estábamos en el pasillo de las habitaciones,  y doblada a la derecha, doblada a la izquierda y volvía a doblar. Así estuvo hasta que llegó a un callejón sin salida y allí la interrogué.

—¿¡Qué pasó allá afuera?!— me crucé de brazos
—No tienes derecho de preguntarme eso, Flor.— seguía con lágrimas en los ojos, secaba sus lágrimas sin éxito.
—¿Porqué?— quería una explicación de todo esto y dejar de sentir celos.
—Te ví— cambié a una expresión de asombro y duda al mismo tiempo.
—¿Hacer qué, con quién, dónde?
—En la playa. Hace unas horas,estabas besando a Sakura.— lágrimas volvían a salir.

Me acerqué a ella en silencio, solo quería abrazarle y reconfortar su corazón agrietado.

—Quería algo de cariño. No sabes lo mucho que haces falta en todo el día, te hecho de menos, te extraño mucho y extraño los momentos juntas, cuando reíamos y lo mucho que me divertía contigo. Quería llenar ese vacío con ella, pero veo que sólo fuí una egoísta y no pensé bien las cosas. Te amo, yo... En serio te amo, eres una hermosa chica...— ella sonrió— quiero dejar de ocultar lo que siento por ti y que salgamos adelante juntas, quiero que me disculpes por ser tan idiota.— había dicho todo lo que sentía.
—Yo también te he extrañado— sorvio su nariz ?— en serio que si, pero entiende que es mi trabajo como presidenta hacer de ejemplo para las chicas del colegio. Te amo mucho y también quiero dejar de ocultar lo mucho que te amo.

Dicho esto, levante su rostro y le limpie las lágrimas que salían de aquellos hermosos ojos.

—Te amo, eres a la única que quiero en esta vida.—

Uní mis labios con los de ella. Era un beso con el cual dejaba en claro lo que sentía y siento por ella, un beso con el que volvemos a sentir un cosquilleo en la espalda y mariposas en el estómago. Un beso que forma universos.

Y enseguida le di el brazalete.