Mi novia neko [Yuri]

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Flor.

No sabia que había pasado; ventanas rotas, muebles rotos y sangre, mucha sangre.

En la mesita de centro había una nota:

Nos la hemos llevado. Nos vemos en 25 días en el edificio abandonasi a las afueras de la ciudad.

No sabía quién había sido la persona que había dejado la nota, pero de una cosa estoy segura de habían llevado una parte de mi corazón con ella.

Me fui a dormir, con difícilmente me acomode para dormir. De hecho, no pude conciliar el sueño. Tampoco sabía desde cuando se la habían llevado, Ella estaba en la casa sola; Nos padres habían salido y yo estaba fuera, no recuerdo muy bien que hacía fuera de casa. La persona que hizo todo esto estuvo planificando muy bien su estrategia.
La noche era fría y necesitaba de calor, del calor de mi gatita.

[*    *    *]

A la mañana siguiente bajé a desayunar, nos ojos estaban acompañados de ojeras. La sala estaba como nueva; sillones en orden, sin sangre y nos padres no recuerdan haberlo hecho, no le importancia y subo nuevamente a cambiarme para ir al colegio.

Lo que más me pareció extraño al estar con mis padres era el hecho de que no preguntaran por Mei.

Fui al colegio con la esperanza de verla allá pero nadie sabe de ella. Hasta Sakura dice que no la ha visto. Más razón tenía para desconfiar con la persona que tenía que tratar días después.

Parezco loca cada vez que menciono a Mei, la extraño.

La escuela estaba cada vez más vacía, a pesar de que esta llena de muchachos y muchachas que me veían por mi estado.

Pero, a mi de da igual que me vean.

Al final, me termine escapando del colegio. No podía estar más tiempo allá. Me sentía asfixiada, como si estuviera en una gran pecera y no tuviera tanque de oxígeno, pero lo que hacía peor no sensación era el hecho de que por más que nade y nade no puedo llegar a la superficie para tomar aire.

Me senté abajo de un abran árbol a pensar quien pudo haber raptado a mi novia.

-Hola- se escuchó a alguien desde arriba del árbol. Me seque nos lágrimas y miré hacía arriba.
-H-Hola- aquella voz se posicionó adelante mío y puso su mano derecha para que yo la estrechara si mano.
Abrí los ojos de sobremanera cuando vi a Mei, parecía mentira o que hacían una broma de muy, muy mal gusto.
-¿Cómo te llamas?- dije sin rodeos.
-Paola
-¿Paola?- estaba muy confundida.
-Sí. Mucho gusto.
-Igualmente- vi mi reloj de pulsera a inventé que estaba llegando tarde a casa.

Se despidió de mi con la mano y me retiré con los ojos acuosos por ver a alguien diferente pero igual a Mei.

Te extraño, preciosa.