45. Los vestigios de una vida

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Bueno... si querían respuestas, en este capitulo las van a obtener todas jajaja. Con esto todo finalmente tendrá sentido. *se va a llorar y a comer chocolates*

Pd: Es un cap muuuuy largo







El sentir que cada célula de mi cuerpo era acuchillada, y el agotamiendo por que me sucedió anteriormente no era lo peor que podía sentir. Precisamente, lo peor que en ese momento podía sentir era la sensación de ser la persona mas vil en el planeta tierra.

Sí, yo me sentía como una especie de detonador que al simple toque explotaría matando al que estuviera cerca.

Aun no acaba de entender la razón de aquella sensación que me hundía.

—Abigail—escuchaba la voz de Christopher lejana.

Se supondría que la voz de él me tranquilizaría, pero... fue al contrario.

Realmente quería que se alejara de mi, porque su sola voz aumentaba el vació en mi corazón. Él hacia que me sienta peor, y creo que la razón era que no quería hacerle daño con mi cercanía.

Esto era extraño. 

—¡Esta vez sí está mal!—oía la voz de Ami en un eco— ¡Nunca la vi así!

A medida que iba respondiendo a los hechos que acontecían a mi alrededor, pude oír como las voces de Chris y Ami iban haciéndose más fuertes.

—¡¿Y si le pusieron algo en su bebida?!— Erick decía por algún lado

En cuando empecé a sentir la sensación normal de mi cuerpo, sin tener el dolor ardiente que se disipaba desde mi cabeza, pude hallar el tacto de una mano fría en mi rostro.

—Hermosa, todo va a estar bien, ¿oíste?—susurraba Chris en voz baja. Sus manos temblaban levemente, mientras lo sentía sosteniéndome contra su cuerpo. Ahora entendía que él me llevaba cargando. 

Quería decirle a Chris que estaba bien, sin embargo mi cuerpo no respondía a mis ordenes. 

—¡Ayuda!—oí de nuevo la voz de Chris, después de un fuerte portazo. 

En solo segundos ante ese grito desesperado, volví a tener el control de mi misma. Ahora ya sentía todo lo que me tocaba, y además las voces y ruidos a mi alrededor se hicieron claros.

Nuevamente había vuelto a la normalidad.

—¡Por favor! ¡Ayúdenme!—seguía diciendo Chris

Su respiración estaba realmente agitada, como si hubiera corrido una milla, y extrañamente ese ritmo respiratorio resultó siendo un sedante para mi. 

Sí, solo eso me bastó para poder volver a mi oscuridad. 

No puedo decir por cuanto tiempo permanecí inconsciente, pero tenía la vaga sensación de que fue por por horas y horas. Era algo así como despertar luego de toda una noche larga de dulces sueños.  

—¡Hermosa vuelve!—decía la voz lejana de Chris, mientras sentía sus manos apretar las mías—. Ya no me sigas asustando. 

Fatídicas escenas que mi ángel me mostró se volvieron hallar en mi cabeza violentamente. Aquellas imágenes se pasearon por mi mente, recordándome el peligro que podrían significar en mi vida. 

—¡No...no...!—mis labios empezaron a moverse pesadamente.

Al principio no comprendía donde estábamos, pero por el fuerte olor a antisépticos y desinfectantes asumí que me encontraba en un hospital.

Tu recuerdo en mí- (Christopher Vélez- CNCO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora