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Todos miraban atónitos a Lucy y a Natsu, quienes estaban al frente de ellos , en un campo alejado para evitar daños en la ciudad.

Lucy ni siquiera miraba a Natsu, su mirada estaba centrada en los ojos de Erza, cosa que hacía crecer la ira de Natsu porque él sólo la miraba a ella.

-Será una pelea limpia, nada de golpes bajos- Makarov dirigió una mirada a Natsu quien asintió con la cabeza.

-La magia se puede usar libremente, y como quieran- miró a Lucy, ella asintió dudosa,  el maestro suspiró.

Todos se alejaron expectantes y Lucy por fin miró a Natsu.

Recordó algo que le dijo Erza cuando estaba entrenando para controlar su magia. «observa a tu oponente, no pelees llena de ira. La ira te hará perder, pero si haces enojar a tu contrincante, este caerá en su primer descuido, sólo debes guardar tú la calma y controlar tu ira»

«se ve demasiado enojado desde aquí, me preguntó por qué será» pensó la rubia con una gotita de sudor bajándole por la frente.

-Empiecen cuando quieran- escuchó decir al maestro.

Pero ninguno se movió, Lucy vio un ligero movimiento de reojo, era Jellal parándose al lado de Erza, frunció el ceño e hizo una mueca de desagrado, Natsu dirigió su mirada a donde la rubia miraba, y sonrió amargamente, pero no se rendiría tan fácil.

-Siempre has sido muy impulsivo, venga, ¿qué ha cambiado? - dijo la rubia aún mirando a Erza.

-Temo que pueda hacerte daño, princesita- exclamó sombríamente Natsu, haciendo que Lucy lo mirara. «Con que ese es tu plan» pensó la rubia al ver que él trataba de enojarla con palabras, «dos pueden jugar este juego, perdóname Natsu» pensó con amargura.

-Pues Igneel estaría decepcionado- sonrió irónica pero en el fondo con una amargura creciéndole.

Todos abrieron mucho los ojos y Natsu se lanzó con furia sobre Lucy con sus garras del dragón de fuego, todos creyeron que Lucy se quitaría, pero al contrario, su semblante se volvió frío y su mirada se oscureció.

Natsu chocó contra Lucy y se creó una gran capa de polvo, el ambiente quedó en un silencio inminente.

Al disiparse el polvo, pudieron ver como con una mano Lucy sostenía el puño de Natsu, y miraban como el fuego bailaba alrededor de las manos de ambos.

Lucy dio un ligero apretón en sus dedos y el fuego se apagó, todos abrieron los ojos ampliamente sosprendidos, menos Erza que sonreía orgullosa.

Natsu se soltó del agarre de Lucy y siguió enviandole golpes, pero ella lo esquivaba o paraba sus golpes sin ningún esfuerzo.

-¿No llamarás a tus espíritus?- preguntó Natsu parando por un momento.

-Ahora mismo no es necesario- respondió la rubia, con semblante frío.

Natsu rió irónico.

-Creo que necesitarás a tu pececito- dijo fuerte para que los demás escucharan, la mirada de Lucy se ensombreció. Erza dio un paso al frente, preocupada.

-No creo que sea buena idea decir eso, Natsu- replicó entre dientes la rubia.

-¿Por qué? estoy seguro de que la sirena gruñona pelearía mejor que tú- pero al momento de decir eso, se arrepintió, cerró fuertemente los labios al darse cuenta de lo que había dicho y lo bajo que había caído.

Lucy buscó entre todos una mirada, ambos ojos marrones se encontraban, Erza abrió su boca y se pudo ver como en sus labios se entendía la palabra "No" y Lucy la miraba como respondiéndo "lo siento".

Sin Tu Mirada (Erlu) ★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora