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-Realmente lamento lo que pasó, Lucy...No sé qué sucedió conmigo, no soy así, tú lo sabes-

-Lo sé, Natsu...no te preocupes por eso...realmente me dolió bastante que lo dijeras...estaba enojada contigo por irte...pero ese día...me aún dolió más- La rubia tenía una expresión tan sombría que pelirosa sintió miedo  de lo que estaba viendo.

-¿Qué te sucedió, Lucy?...¿Qué hizo que cambiaras así?¿por qué te volviste tan fría?-

Se encontraban sentados uno al lado del otro, frente al río donde antes Natsu y Happy iban a pescar.

Lucy miraba fijamente el agua, sus ojos se reflejaban cristalizados, pero Natsu no sabía si era por el efecto del agua o porque quería llorar.

-¿Sabes, Natsu?...desde pequeña...luego de que mamá muriera, lo único que necesitaba era la compañía de papá...pero nunca estaba... Siempre tan sumergido en su trabajo...siempre tan frió y cortante...una vez hice una bola de arroz para mí cumpleaños...y él lo tiró; destrozándolo en el suelo... terminé llorando...sola y sin nadie que me brindara cariño...-

Natsu escuchaba atentamente.

-Siempre fuí muy débil... Encontré a Acuario...y ella me hizo sentir un poco mejor...aunque gritaba mucho y me regañaba, no me sentía sola estando con ella...- sonrió tristemente, tenía una sonrisa llena de desconsuelo y soledad- ella siempre estuvo ahí...protegiéndome a su manera, siempre era muy dura conmigo, pero sabía que era su forma de ser, su naturaleza era ser tan fría... Y cuando entré a Fairy Tail, de verdad...a pesar de todo... De que yo seguía siendo una chica cobarde y débil, ya no sentía esa tristeza que me consumía por dentro...yo jamás fui capáz de ser fría y distante con nadie porque no quería ser igual que mi padre, me gustaba sonreirle a las personas, ayudarlas, darles mi amabilidad...era lo que me hacía feliz, Pero eso lo fuí perdiendo con el tiempo...todo se apagó para mí...era como una obra de teatro donde el protagonista era tan feliz, que eso le abrumaba a tal punto de darle tristeza...eso sucedió conmigo, no estaba acostumbrada a sentirme así...perdí a mamá...perdí a papá...perdí a Michelle...perdí al gremio...perdí mi famila...perdí a Acuario...Me desgasté ¿sabes? Me quedé  sin sonrisas, me quedé sin lágrimas, terminé consumiendo todo lo que me caracterizaba, hasta  que ya no hubo nada-

Natsu seguía en silencio, sin mirar a la rubia, pero sentía el ligero olor a sal, el olor a lágrimas, sabía que no querría verla tan vulnerable,  le rompería el corazón verla de aquella manera, odiaba verle llorar tanto como odiaba ver llorar a Erza. Entonces una palabra hizo eco en su mente: “Acuario”.

La miró rápidamente , ella estaba observando ahora el cielo, un río de lágrimas caía por sus mejillas, reflejando su tristeza una vez más.

-Acuario- Lo entendió todo...la persona que Lucy había perdido, era ella, la sirena gruñona.

-Es por eso, Natsu; que soy así, yo no cambié realmente...sólo terminé en este punto, se apagó mi forma de ver las cosas...mi dolor era bastante ya por tantas perdidas...pero Acuario...Acuario era mi primera amiga...la mejor...era lo más cerca que tenía a una figura materna, y de repente; nada, no me quedaba nadie.

-Realmente lo lamento. Puedo entenderlo. Perdí a mi padre...Igneel también era el mejor, sufrí demasiado cuando se marchó para siempre. No sabía lo que había sucedido contigo, realmente quería irme, ser más fuerte para proteger a mi familia, pero obvié el hecho de que estarías tan sola, nunca pude imaginar que  el gremio desaparecería de esa  manera ...lo lamento mucho- El pelirosa sonaba triste y arrepentido, se le notaba tenso, lloraría en cualquier momento- Me siento como un completo imbécil, fuí tan estúpido-

-Eso realmente no me importa... El pasado es pasado-

-Pero tú tienes a tu pasado ahogándote...estoy seguro de que los recuerdos que tienes de Acuario te atormentan, y no sólo eso, Lucy...Te veo y encuentro tanta tristeza, que me gustaría devolver el tiempo para impedir que  el brillo que solías tener en los ojos nunca desapareciera.

-Hay muchas cosas que no sabes que me sucedieron- susurró la rubia muy bajo, sabiendo que él podría recibir el mensaje.

-Erza- Lucy alzó la vista hacia él al escuchar ese nombre - ella estuvo contigo, ella te ayudo mucho ¿verdad? - y Lucy en medio de sus lágrimas pudo sonreír tan pronto recordó a la maga de armadura.

-Ella, Natsu, fue y ha sido mi pilar todo este tiempo, no habría podido seguir si ella no estuviera aquí, realmente ella fue mi salvación- .

Natsu respiró profundo...ya la había perdido.

-En verdad, para ser sincera, Natsu, si Erza no se hubiera quedado conmigo, yo habría renunciado a vivir hace mucho- y el pelirosa abrió los ojos sorprendido.

-¿Pero, y tus espíritus?¿Que pasaría con ellos, habrías sido capaz de dejarlos? - Nunca imaginó que Lucy llegaría a ese  punto.

-En ese entonces no tenía todo claro, no quería que ellos sufrieran por mi dolor, me parecía una buena opción...pero Erza me hizo recapacitar, pensar las cosas, aguantar un poco más-

-Erza parece muy importante en tu vida- suspiró el chico, al ver que Lucy abría la boca para hablar levantó una mano para que lo dejara continuar- Se ve que te conoce muy bien, con sólo mirarte ya sabe lo que quieres, te sonríe y tus ojos se iluminan, cuando estáis cerca siento su magia deja de estar alerta, es como si su armadura se transparentase y no le importara mostrar sus emociones, ella antes no era así, se ocultaba debajo de su armadura, prefería estar sola, pero ahora, está todo el tiempo contigo...no lo entendía , el por  qué no la quería cerca de ti, sé que suena egoísta de mi parte, pero así era, no me agradaba la idea de que estuvieras con alguien- suspiró de nuevo- Y me sorprendí a mí mismo al comprenser que siento algo por ti, no puedo decir que sea de la magnitud más enorme que hay, porque no sé lo que significa amar, pero al verte a ti y a ella, sé que en verdad lo suyo es mucho más fuerte que todo lo que haya visto, su olor está en ti, en cada parte de tu ser, sin excepciones , lo que me hace preguntarme qué es lo que han hecho, pero no quiero saberlo realmente, es como si ella no pudiera vivir sin tu mirada... Eso es amor, no sé lo que significa realmente esa palabra, pero lo siento, cuando estás con ella, tú cambias...Y me hace sentir tranquilo que alguien sea capaz de opacar tu dolor.

Lucy se encontraba en un silencio profundo, pensamientos incoherentes pasaban por su mente...pensamientos como «Desde cuándo este cabeza de lava maduró tanto» o «¿este el Natsu que conozco? »…

Todos describían de la misma forma el cómo actuaban, tal vez eran demasiado evidentes, hay que ser muy idiota para no darse cuenta.
Por otro lado, el hecho de que Natsu diga que siente algo por ella, pero que no se asemeja a lo que ellas sienten. Estaba sorprendida...por primera vez en su vida no sabía qué decir.

-¿La amas?- él sabía que después de lo que había dicho era una pregunta muy estúpida, pero necesitaba escucharlo.

-La amo...más que a nada...más que todo lo que pueda existir- y la determinación con la que lo dijo le hizo confirmarlo.

Su corazón se oprimió, él la quería...pero,  ¿realmente de una forma tan fuerte? No lo sabía con certeza, lo que sí sabia era que estaría con ella y la protegería de ser necesario, como había sido siempre desde la primera vez.

-Seamos amigos de nuevo, Lucy... No quiero que nuestra amistad se dañe por mi error, no quiero perder a mi mejor amiga- sonrió el chico de ojos color jade.

-¿No te haría daño?- él negó con la cabeza, divertido- Bien, yo también quiero a mi mejor amigo de vuelta-

Y como en los viejos tiempos se levantaron con la frente en alto y chocaron sus manos, como símbolo de su amistad.

-Me alegra arreglar este mal momento, Luce-

-A mi también me alegra mucho, chico tonto-.

Sin Tu Mirada (Erlu) ★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora