¿Quien rayos eres? (Terminada)

!El Guapo Noah¡

Estoy demasiado nervioso, tanto así, que estoy casi al borde de un ataque cardíaco, hace unos minutos, dos para ser más exactos que me avisaron que ella está aquí.

Mi Emma.

Cuando Nana me dijo que Emma había salido, el último lugar que pensé que vendría seria a este... ambos nos hemos estado evitando - más bien me evita ella-, desde ese momento en que ella me miraba sin ropa... Me gusto dejarla sin habla... Me acuerda buenos momentos, pero sin embargo el gusto es corto para lo que siento en este momento... tengo miedo de que vuelva y me odie.

Camino de un lado a otro en mi oficina, hasta que siento su presencia, ella solo me mira y yo no sé qué hacer, ni cómo reaccionar.

—Noah, Querido, vengo a invitarte a comer.

No puede ser, ya recuerda todo, solo me decía querido cuando estaba realmente molesta conmigo.... no creo que recuerde nada está demasiado tranquila, voy a observar con atención cada uno de sus reacciones para estar seguro. Ella sale de la oficina y se dedica a hablar con Laura... punto uno ella siempre hacia eso cuando venía aquí... mejor dicho punto dos... El primer punto fue lo de querido. Hoy dormiré con el perro... ¿Un momento?... nosotros no tenemos perro.

—Por favor Laura, necesito que hagas una reservación donde siempre comemos Noah y yo, cuando lo hagas lo llamas y le confirmas.

—Recibido Jefa.

—Por favor no me digas jefa, no me gusta— Hace una pausa— Lo sabes.

—Sorry Em, pero sabes que me gusta ver cuando te molestas— Por favor Laura, deja de molestarla... Lo más probable es que hoy se compre un perro para mandarme a dormir con el... seguro hoy me matan, lo bueno es que ya tengo el testamento donde Emma heredará todo, aunque estoy seguro que no lo necesita, unas de las cosas que más me gusta de ella es su capacidad de conseguir todo por sí misma, conociéndola me saca del ataúd y me vuelve a matar si se da cuenta que no pensé en el futuro de nadie más, solo en el de ella, es que Em es tan caritativa.... Concéntrate Noah tienes que estar vivo al final del día.

Caminamos por los pasillos, hasta llegar al área de recepción, le dedica una mala mirada a la chica que está en ese puesto... Nooooo, enserio será que recordó, nunca le cayó bien, Emma estaba celosa de ella y yo ni siquiera recuerdo su nombre, coloco mi mano en su espalda baja para dirigirla a dónde está mi coche, pero se aleja de mí, saca su celular realiza una llamada, al cabo de unos segundos Ben está aquí, llega en el segundo auto preferido de ella... El primero fue donde Em tuvo el accidente.

Ben le abre la puerta delantera y ella se sube... Ya entendí me toca solo en la parte de atrás, otro indicio de que recuerda todo... Sentarme solo aquí atrás era parte de su castigo cuando ella estaba bien molesta conmigo, en estos momentos me siento el hombre más cobarde del mundo, estoy asustado por lo que pueda ella decir o hacer... Lo que pueda pasar me aterra... Y si me quiere dejar... De nuevo. Esta vez utilizare su debilidad.

Si no fuera un mero macho masculino me estaría comiendo las uñas... A quien quiero engañar... Lo menos que me siento en este momento es el mero macho... Soy un bebe.

Le escribo un mensaje a mi hermano indicándole lo que me pasa y donde vamos a estar, un mensaje a Laura indicando que la reservación es para tres personas, ambos me responden con un OK.

Llegamos al restaurante y en automático nos atienden, ella pide una ensalada... Como de esas que no le visto comer desde que despertó, porque las odiaba... Yo pido lo mismo, en estos momentos no puedo comer, pero tengo que aguantar solo necesito que Adams llegue... Es mi refuerzo.

—¿Cuando me explicaras lo que paso entre Ale y tú?

Esa me pregunta me deja sin aire, siempre he querido explicarle, pero nunca me dejo, siento que ahora mismo no tengo valor... Para ser un hombre soy demasiado cobarde.

—Nunca me has permitido explicarte.

—Es un buen momento para eso.

—Pues... -—y si intento explicarle y otra vez, pero no me cree... O si vuelve y me deja... Esta mujer es mi vida... No sé si tenga el valor de perderla por tercera vez... Casi la pierdo cuando le fui infiel, aunque no me acuerde de ello... La perdí de nuevo cuando tuvo el accidente, ese dolor no se compara con nada, tenía miedo de perderla y no volverla a recuperar... Bueno pues le diré las cosas como son, al menos tendré a mi favor que siempre le dije la verdad. —Es que no me acuerdo.

—Es la excusa más barata que he escuchado en mi vida entera.

Me dijo lo mismo otra vez... Voy por mal camino. Me pregunto si hacerme el muerto en esta ocasión me ayudara.

—Lo siento Em, pero es la verdad.

—Exactamente, ¿qué es lo que recuerdas? Quiero todo con lujos y detalles.

Bueno pues como dicen por ahí... A lo hecho pecho, aunque este hecho una mierda por dentro.

—Solo desperté y estaba con ella, no entiendo ni como termine así... Y luego ella empezó a presionarme con la idea de que debía dejarte que yo lo había prometido y tampoco recuerdo eso... El día... El día que te caíste... Ese día me dijo que debía decirte la verdad, pero ni yo mismo se cual es.

Siento que corrí un maratón... Mi pecho se agita rápidamente de arriba hacia abajo, siento que me falta hasta el aire.

—¿Como te sentiste cuando supiste que estuviste con ella?

—Asqueado... Siempre te he dicho que ella me caía mal, que la quería lejos de ti y no era buena persona... Que justamente me acostara con ella me daban ganas de dispararme yo mismo. Te rogaba que tuvieras cuidado con ella porque te podía engañar y yo fui justo el afectado.

—Ummm...

—Hola... —nuca había estado en mi vida entera tan feliz de ver a mi hermano junto con Emma, le besa la mejilla a ella, me da la mano a mí y se sienta. —Cuenten que hacen por aquí?

—Adams, ella lo recuerda todo—señaló a Emma y se sonroja... Se ve hermosa hasta de esa manera.

—Qué conste chicle, que en ningún momento he dicho eso.

Qué no ha dicho que...

—¿Qué no has dicho que Em? —Adams realiza la misma pregunta que me hice mentalmente.

—Que yo he recordado.

—Pero, ¿recordaste? - le pregunta mi hermano

—Ehh... Recordar, lo que se dice recordar, en realidad no...

! Mierda!