13

199 8 0
                                    

  De nuevo los castigos. Sin duda eso era un castigo pero su ira rivalizaba con el placer que sentía al estar en brazos de él. Estaba tenso, se le notaba en sus músculos. Seguramente estaba conteniéndose pero no entendía el motivo de ello. Los dos deseaban eso, ¿por qué la trataba así?
–No muevas las manos de tu espalda. Si haces lo que digo quizás me plantee dejar que te corras una vez.
– ¿Una vez? - Una sonrisa derritió la tensión del rostro de su profesor.
– Una sola vez... - Murmuró mientras la soltaba con lentitud e iba agachándose.

De rodillas le llegaba justo a su vagina, una visión terriblemente seductora para él. Le había quitado las bragas y ahora lo único que quería era comérsela entera, empezar a degustar esos flujos que salían y lamerle todo el coño hasta que le suplicara y su voz reflejara el deseo que tenía. Ah... Lo haría. Eso y mucho más.

Se acercó lo suficiente para olerla. Sudor, excitación y una mezcla a almendras. Un olor más que adictivo para él. Probó con su lengua dándole un lametón rápido mientras la sentía saltar por la impresión. Sabía condenadamente bien.
– Recuerda, no te muevas. Y no te corras - Le recordó Mario.
– Como si fuera fácil - Masculló ella entre dientes.

Apretó más la cara contra ella negándose a que viera que se reía por esa respuesta. Dejó que sus labios se empaparan con su líquido caliente antes de comenzar a lamerla. Se ayudó de sus manos para abrirle los labios que protegían su coño y su clítoris y profundizó con la lengua sin llegar a penetrarla. Por ahora quería ese pequeño botón que temblaba lleno de excitación. Estaba duro como una piedra y cada vez que lo rozaba ______ arqueaba las caderas esperando más, pero sin conseguirlo. – Por lo que más quieras...
– ¿Qué es lo que quieres, ______(tn)?
– Quiero correrme...
– ¿Solo correrte?  

Mi alumna favorita ➤MB | TERMINADA |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora