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Se fijó en que salían de la ciudad y a los diez minutos Mario cogió un camino más estrecho hacia una parte arbolada. Apretó un botón y pronto vio que las puertas que había delante se abrían para dejar que el coche entrada. La casa era enorme de dos plantas. Parecía bastante rústica y tenía un jardín muy bien cuidado y hermoso. Al ser de noche no podía apreciar ningún detalle pero estaba segura de que, por la mañana, la casa se vería de ensueño.

Aparcó el coche y salió del mismo sin darle tiempo a ella a preguntarle nada. Dio la vuelta al coche y abrió su puerta.
-Sal.
-¿Dónde estamos?
-En mi casa.
-No te he pedido que me traigas aquí - Replicó ella estornudando después de hablar.
-¡Maldita sea, sal de una vez! Necesitas un baño caliente o cogerás una pulmonía - Gritó exasperado cogiéndola del brazo y sacándola del coche a rastras.
-¿Y por qué estabas allí? - Preguntó ella intentando que la soltara. Avanzaban hacia la puerta de la casa.
-Tenía una cena - ______ se sintió mal al saber que él podía haber estado con otra mujer.
-Espero que te lo pasaras bien.
-Si, persiguiendo a mis sobrinos mientras sus madres parloteaban con mis tías. Aún no se cómo no tienen más heridas de las que se hacen.

______ se echó a reír ante la visión de su profesor correteando a unos chiquillos y vigilándolos para que no se hicieran daño. Era tan tierno... Mario abrió la puerta de su casa y le dio a la luz. Pronto estuvieron dentro de un amplio salón recibidor con un sofá en piel negra, una chimenea y una televisión. Algunas estanterías guardaban decenas de libros y había repartidas fotografías por otros muebles. A la derecha una puerta conducía hacia la cocina y en el fondo había otra habitación y unas escaleras que ascendían a la segunda planta.  

Mi alumna favorita ➤MB | TERMINADA |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora