Enamorada del Rubio (Luke Hemmings)

10.Mentirosa.

Chapter 10.

De inmediato aprecie una silueta acercándose para ver afuera de la ventana de mi habitación, hacia donde estábamos, ¿Quien estaba allí?...

Hemmings me empujo hacia atrás acercándonos a la pared de mi casa para que la persona que se acerco por mi ventana no nos pudiese ver, estaba todo oscuro, no pude identificar quien era, pero aunque lo hubiese identificado o no, esa persona ya sabía que yo no me encontraba en mi habitación e igual me iría mal.

Luego de unos breves minutos la luz de mi habitación se había apagado o la apagaron mejor dicho, escuche que Hemmings dijo "Bingo" voltee a ver y la puerta ya hacia abierta, no lo pensé mas y entre.

-¡De nada linda!, cuando quieras seré tu cerrajero, no cobro mucho.-Dijo orgulloso y sarcástico.

-¿Qué? ,¿Quieres que te de las gracias por haberme metido en problemas?.-Corregí enojada.

-Hm bueno, si, además no es para tanto te la pasaste muy bien y un poco de acción y aventuras no te harán daño en tu aburrida vida.-Me dijo molesto.

-¡Wow!, ahora resulta que eres el señor diversión, ¿No?.

-Bueno, si lo soy. Hey aun no me das las gracias, abrí la puerta y ya puedes entrar o no.-Me reprocho arqueando una ceja.

-Ajá, gracias cerrajero Hemmings por abrir la bendita puerta gracias, ahora vete igual estoy en problemas por tu culpa.

-No te mortifiques nena, si te castigan solo mándame una señal por la ventana y enseguida estaré aquí para hacerte compañía.

-No, no haré eso, así que vete.

-Hay, Dios eres tan....tan tu.-Mascullo tomando su flequillo y echándolo hacia atrás con un poco de fuerza haciéndolo molesto.

-Agh, tengo muchas palabras que decirte Hemmings créeme y no son tan buenas, así que mejor no digas nada y mejor me voy.-Ordene entrando a casa.

-No, ¿¡Espera no te despides de mí!?.

-¡No!, Ya es suficiente ya estoy en problemas.-Replique mientras me sujetaba de la muñeca.

-Oye, ¿Qué tienes en la muñeca?.-Dijo acercándola a sus ojos para verla mejor ya que la poca luz que había en ese momento era eminente.

-Oh, ¡Nada!.-Conteste soltándome de su agarre ya que recordé que quien había provocado esa marca en mi muñeca había sido Michael, quien al sujetarme fuera del bar lo hizo con tanta fuerza que me lastimo y enserio me dolía pero no quería que Hemmings se enterase porque sabía que Michael las pagaría caro.

-Espera, ¿No me digas que el imbécil de Michael te hizo eso cuando estábamos en el bar?.-Dedujo tornando su cara molesta.

-No, no sabes que Hemmings olvídalo, ya... Vete a dormir en pocas horas tendremos clases.-Le dije entrando a mi casa y cerrando la puerta dejándolo afuera con su ira.

Entre a mi casa estaba muy preocupada nunca me había metido en problemas y mucho menos me había escapado de mi casa a media noche, pues hacia lo posible por evitarlo. Subí sigilosamente las escaleras que conducían a mi habitación, examine el pasillo y no había nadie, abrí la puerta de esta, me quite la ropa que andaba, me volví a poner la pijama, me recosté en la cama mirando para el techo y me quede rápidamente dormida cayendo en un profundo sueño...

Estaba en una gran casa, tenía un estilo muy rustico era tenebrosa pero algo me decía que yo vivía allí, de repente divise a alguien que se estaba meciendo en una mecedora de madera, que se encontraba en el centro del living, me dispuse a ver quién era ya que solo veía la parte trasera de esta. Era mi madre estaba vestida como la última vez que la vi antes de que tuviésemos ese terrible accidente que marco mi vida y la de ella para siempre. Me hinque junto a ella, ella me veía pero no decía nada aun tenia las heridas que aquel choque le habían provocado, le hablaba pero se resistía a contestar, mientras que unas lagrimas se escapaban por mis ojos llenando mis mejillas de esta, sentí una mano posada en mi hombro derecho voltee a ver y era Hemmings quien copio mi estado y se hinco junto a mi dándome un caluroso abrazo, nos pusimos de pie y me cogió de la mano quería que yo lo siguiera hacia afuera lo cual hice con una aptitud desconfiada, me indico que cerrara los ojos lo cual también hice, al abrirlos me encontraba en aquel puente que él me había llevado a la fuerza y de repente comencé a tener varios recuerdo vagos en mi cabeza de aquel día en que mi madre y yo tuvimos el accidente en el cual solo yo sobreviví por ir en la parte trasera del coche, Hemmings me iba a decir algo pero...