Duele

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(Narra Abel)
-Abel, necesito que te tranquilices para poder hacer el corte...- no podía tranquilizarme. Estaba aterrado de lo que podía pasar. Adam levantó mi cabeza.
-Mírame solo a mí Abel, solo a mi..mira mis ojos...- mire directamente y me perdí en el color pardo amarillento que tiene. Un fuerte dolor atravesó mi cuello, abrí los ojos de sobremanera y mis ojos se llenaron de lágrimas...Luego recordé que tenía voz y grité.
-¡Abel! ¡Mírame! ¡Hey,Hey,Hey!..- Adam empezó a chasquear sus dedos captando mi atención.- Acá. Tu céntrate en mi..- sentí como el bisturí pasaba de nuevo. Cerré los ojos fuertemente y dejé que mi llanto saliera...
(Narra Adam)
Mi lobo estaba alerta en todos los sentidos. Me dolía tanto ver como Abel sufría..pero tengo que ser fuerte.
-¡Abel! Abre los ojos..vamos, ábrelos- Martín estaba terminando de cortar. Abel gritaba descontrolado, mas tarde no tendría voz.
-Y-ya no..- estaba cayendo inconsciente.
-Mantenlo despierto, lo necesito despierto.- decía Martín mientras limpiaba algo por adentro.
-Abel, Abel..arriba chiquito. Aguanta un poco mas..
-No...Ad...
-Me falta cerrar el corte.
-Abel..mira mis ojos, no los cierres..- Abel abrió lentamente sus ojos.- eso es.
-Du-due-ele..-
-Falta muy poco..
-Ya esta.- Martín me miró y asintió.
-Ya esta chiquito..se acabó.- Acaricié su pelo hasta que Abel cayó dormido. Busqué una manta en algún armario hasta encontrar uno. Martín puso un parche en el cuello de Abel. Luego recordé a Rafael. Mire a todos lados hasta encontrarlo en el suelo.
-¿Que...
-Se desmayo al ver la herida..- Martín me sonrió y levantó a su hijo del suelo para dejarlo en el sofá. Tape a Abel y volví a acariciar sus cabellos.
-Mmm..- Abel frunció el ceño y se encogió lo mas que pudo. Su respiración aumento pero no estaba despierto.- p..or...a..
-Abel..es un sueño...- lo moví un poco.
-L-lo...n...
-Despiértalo..quiero hablar con él..y no creo que sea un sueño muy bonito.- mire a Martín y asentí.
-Chiquito despierta..es un sueño, arriba.- lo moví un poco mas y poco a poco empezó a abrir los ojos.
-Adam...- se veía tan tierno..
-Hola..te sientes bien?- le pregunté lo más suave posible.
-S-si..creo...
-Martín quiere hablar contigo. Ambos la verdad.
-N-no..no, y-yo no
-Abel..mira a tu alrededor y dime cuantas veces has estado aquí..no importan las razones..- agachó la cabeza.
-Muchas..
-¿Ahora entiendes el porque de la decisión? Solo queremos ayudarte..no significa que estés enfermo o loco si eso es lo que piensas. Solo que nunca te enseñaron el lado bueno de la vida...- le dijo Martín haciendo que Abel levantara la cabeza y me mirara.
-Y-yo..quiero...Adam...- se le aguaron los ojos. Mire a Martín.
-¿Que paso?...-Rafael despertaba y Abel había empezado a llorar quien sabe porque. Martín sacó a Rafael y cerró la puerta.
-Ab—- la puerta estampándose me interrumpió.
-¡Mocoso! ¡¿Que mierda haces acá!?- una señora le gritaba a Abel. Reaccioné cuando escuché la mano de la señora estampar contra la cara de Abel. Lo había golpeado...
-¡Pero que hace!
-¡¿Ya andas de puto!?- Martín y Rafael aparecieron por la puerta.
-Señora Ross..que—
-¡Doctor no se meta!..no puedo creer que tenga un hijo tan tonto..sabes que? No. Olvida tu colegiatura, págala tu. Adiós...- Abel quedo en shock. La señora cerró la puerta y se fue.
-¿Abel?- su sonrisa apareció al igual que sus lágrimas.
-A-adiós..yo...adios..- se levantó colocándose su mochila en los hombros.- me voy..- tomé su brazo.
-Abel...- me miró y me sonrió con sus lágrimas cayendo. Se soltó de mi agarré y se marchó...

A pasado una semana después de eso...
(Narra Abel)
Ahora vivo en el bosque..no puedo mantenerme yo solo. Me sacaron del colegio y ya no puedo mantener mi casa..aveces paseo con mi forma lobuna. Adam siempre viene a buscarme pero si algo aprendí es a esconderme. No quiero verlo, no así. Estoy todo desnutrido, no me gusta cazar y no tengo experiencia. Y muy pocas veces encuentro frutas. Cada noche antes de dormir miro al cielo y aulló con la esperanza de que todo cambie...ahora paseo cerca del rió, la lluvia cae amenazante.
-¡Abel!- me pare en seco. Era Adam. Me di la vuelta y lo vi. Estaba empapado y me miraba fijamente.
-A-adam..yo- Adam me abrazó y me cargó a su auto. Me metió con delicadeza y me puso unas frazadas.
-Dios...me tenias tan preocupado. Todas las noches escuchaba tus aullidos y te iba a buscar pero nunca te encontraba..te voy a llevar a mi casa..- no dije nada y guarde mis lágrimas. Llegamos a una mansión, no pertenezco acá..cuando Adam paró para abrir el portón intenté salir..pero la puerta estaba sellada.- Abel, estas conmigo. No te voy a hacer daño.- susurre un "no pertenezco aquí" pero no me escuchó. Me saco del auto y me llevó a la mansión.
-A-adam..y-yo no...
-solo entra...- tocó la puerta y nos abrió una sirvienta. Adam saludo amablemente y me guío por demasiados pasillos. Abrió una puerta y me llevó dentro.
-Abel..tienes que bañarte..
-T-tu igual..apa-a-a...a-apar-t-te..n..n...n...no..
-Estas temblando demasiado . Métete al baño. Y entra a la tina, esta lista.- no me moví Adam me miró y estiró su brazo hasta mi. Lo tomé inseguro y él me condujo al baño. Me metió con ropa y el agua en segundos se tornó negra. El frío disminuía y yo dejaba de tiritar.
- Te voy a dejar solo para que te bañes..yo voy a ir a otro baño. Hay toallas en el segundo cajón y tu ropa la voy a dejar en la cama..
-N-no...tengo...
-Te prestó la de mi hermano menor..seguro te la presta.- me acarició el pelo..
-Adam..- me contuve- gracias...- me sonrió y me dejó solo. Me quite la ropa y pude ver como todas mis heridas sangraban. Mi sangre no es cualquiera..es sangre luna..un tipo de sangre extinto a excepción de mi...nadie puede saber que tengo este tipo...ni siquiera mis padres lo tienen, por alguna razón tuve que salir con esta. La diferencia es que aveces puedes tener predicciones y en el bosque me manejo muy bien ya que mi tipo de sangre generalmente vivía ahí, también suele ser un color casi negro...la herida en mi pierna no dejaba de sangrar.
-tengo que limpiar esto..- cambie el agua rápido y me bañe..se sentía tan bien..no sé cuánto tiempo pasó pero al salir de la ducha todo estaba empañado. Me puse una toalla y limpie el desastre que dejo mi sangre. Entré a la habitación y me cambie rápido...
-Abel...

InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora