(Narra Adam)
Me senté al lado de Abel y agarre su mano.
-¿Estás mejor que antes?..- Abel miró a Finn y asintió.-¿De casualidad sigues con fiebre?..- volvió a asentir.- ok.¿cómo has estado con la comida últimamente?..- levanto y bajo sus hombros.- no estás hablando mucho.¿No quieres hablar?..- Abel levanto los hombros. Lo mire y él me miró.-¿puedes hablar?..- asintió. Finn se quedó pensativo un momento y luego me miró.-¿porque no vas con tu amigo mientras yo me quedo y hablo con Adam?..- asintió y se fue en su silla.-¿no ha hablado desde lo sucedido?..-asentí.-¿entonces no te ha dicho que pasó?..
-No, y estoy muy preocupado..
-No creo que vaya a hablar. Por lo menos hoy no. Tienes que hacerle saber que está seguro y que nadie lo va a dañar, de lo contrario se va a asustar y si llega a ser grave puede llegar a tener fobia al tacto con las personas.- asentí y mire a la distancia como Rafael sacaba una leve sonrisa de Abel.
-va a estar bien. No te preocupes..- le dije a Finn mientras daba por finalizada la improvisada sesión. Cuando se fue, camine hacia Abel y lo abracé. El me devolvió el abrazo y yo sonreí.- tienes que descansar, prometo que después de cenar podemos pedir permiso y pasear por acá. Me miró y pude ver cómo sus ojos se iluminaban de apoco, asintió repetidamente y empezamos a andar hacia su habitación. Lo dejé en su cama y al rato ya estaba profundamente dormido. Bese su frente y salí de la habitación con Rafael.
-N-no me qui-qui-iere ha-hablar..- giré repentinamente al escuchar la voz temblorosa de Rafael atrás mío.- n-no se q-q-que hi-hice m-m-m-mal..- y fue cuando me di cuenta que él no tenía idea de nada de lo ocurrido. Lo detuve cuando iba a continuar y lo abracé diciéndole que nada de lo que había echo estaba mal. Lo llevé a la cafetería cuando ya se había calmado un poco y le le conté todo lo que había pasado.-¿ entonces no está enojado?
- Nunca se enojaría contigo..nadie nunca se enoja contigo.-asintió y ambos pedimos un café...
(Narra Abel)
Llevo un rato intentando encontrar a Adam pero son demasiados pasillos. Intenté volver pero estaba perdido y no tenía idea de dónde ir. Avance por un pasillo cualquiera hasta que choque con alguien. Intenté expresar mi culpabilidad pero no podía. Mis ojos se humedecieron.
-No te preocupes, solo fue un accidente..- asentí con la cabeza baja.-¿vas a algún lado?..- negué.- puedes venir a la cafetería conmigo si quieres. Estoy buscando a alguien.- asentí y seguí al chico. Cuando llegamos a la cafetería vi a Adam con Rafael. El chico se encaminó a esa mesa y yo lo miré extrañado.
-¡Rafa!
-¡Louis!
-¿Abel?..- estaba confundido. ¿Se conocen?. Me encaminé hacia la mesa..- ¿quieres torta? Es de coco..- negué y me acerque más a Adam. Me miró y me toco la frente. Yo sonreí y volví mi mirada hacia la mesa. Adam tomó un pedazo de torta y se lo llevó a su boca. Me miró y yo desvié la mirada,- ¿seguro que no quieres?..- asentí frenéticamente. Mientras ellos hablaban yo no podía dejar de ver la torta de coco, de repente Adam sujeta el tenedor con un pedazo cerca de mi boca, yo lo miré y el acerco más el pedazo. Cerré los ojos y me comí el pedazo de torta. Asentí frenéticamente mientras tomaba otro pedazo. Todos me sonrieron. Por lo que entendí de la conversación, Louis era el destinado de Rafael.
-Bueno chicos, me encantaría quedarme con ustedes pero yo con este bello omega tenemos que ir a descansar para que mañana podamos salir de aquí y arreglar todo para que podamos volver al colegio.- dijo Adam mientras tomaba mi silla de ruedas. Me despedí de todos con la mano y nos fuimos rumbo a mi habitación. Una vez ahí Adam me recostó en la camilla y él se acostó en un colchón que le dejaron.- Abel..yo estaba pensando y...la verdad nunca te pregunte si te sientes cómodo volviendo al colegio..si es así sabes que yo no tengo problema en cambiarte a uno nuevo, sabes que la plata sobra en mi familia y que para mí es importante que me digas si no te sientes cómodo..- yo lo miré y lo pensé. Sé que ahora nadie me molestaría pero..no creo que vaya a encontrar amigos aparte de Rafael..creo que...que quiero aprovechar esta oportunidad...
-Y-yo..- mi voz sonaba horrible.
-No te esfuerces, cuando estés listo para hablar pero sé que no aún..- yo asentí. Me pasó una hoja y un lápiz para poder escribir la respuesta. Cuando se la pase me miró y sonrió..- Me alegra que ya puedas escoger por ti mismo chiquito, esta bien y lo comprendo. Estuve hablando de echo con mis padres y dijeron que hay un colegio cerca del nuestro. La mayoría son omegas y está prohibido que un alfa se pelee con un omega. Tengo algunos amigos ahí que se enojaban por mi comportamiento pero..supongo que te gustaría ir ahí ¿no?..- me levante con cuidado y me moví con mucho cuidado hasta él. Lo besé agradecido por todo lo que hacía por mi.- Lo tomaré como un sí. Ahora a dormir, mañana mismo podemos cambiarte y buscarte todo lo necesario..- asentí pero, antes de volver a la camilla me di cuenta que no me molestaba para nada su cercanía a la hora de dormir. Escondí mi cabeza en su cuello y Adam captó enseguida que era lo que quería. Me hizo un espacio y yo recosté mi cabeza sobre su torso, me empezó a acariciar el pelo y yo caí rendido casi al instante por esas suaves caricias...
(Narra Adam)
Estaba mejorando y eso me hacía muy feliz. Tomé mi celular y le informé a mi papá sobre el asunto. Me dijo que para mañana lo tendría listo y que yo solo fuera a comprar todo lo necesario, le agradecí y me despedí de él deseándole buenas noches. Miré a Abel quién descansaba tranquilamente en mi pecho. Sonreí y nos arrope lo más que pude para que no pasáramos frío de ninguna manera. Pronto empezaría a llover y no quiero que nos resfriemos. De repente pasó algo que me hizo detener todo movimiento. Mi bebé había enrollado su cola en mi cintura. Bese sus cabellos por última vez en la noche y le prohíbe las últimas caricias de la noche antes de caer rendido en los brazos de morfeo
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Inesperado
Teen FictionAbel es un omega muy delicado que sufre todos los días por culpa de Adam. Adam es el típico alfa popular y solo espera a su destinado para protegerlo contra todo. Adam sabe que faltan pocas horas para que sepa quién es su destinado. Café y canela.