(Narra Adam)
-Dime de la relación que mantienes con tus padres adoptivos.
-N-no tengo relación con ellos..- mire a Abel y asentí volviendo a escribir.
-¿No te llaman, ven como estas, nada?
-M-me venían a ver..p-p-pero..ya..ya no..- escribí y pase a la siguiente pregunta.
-Cuéntame de tus hermanos..
-Ellos..ellos intentaban cuidarme..pero mis padres..e-llos..los obligaron a tratarme mal..
-Ok..Mientras la anestesia hacia efecto, el doctor notó algunas cicatrices en tu espalda. Algunas parecían quemaduras..
-me ocupaban como cenicero..- lo mire alarmado y él se encogió de hombros..
-Con esto es suficiente..- cerré el cuaderno y lo abrace. Abel se aferró a mí y yo acaricie su cabeza.- ya pasó, se acabó..- lo mecí hasta que se quedó dormido y yo salí en busca del oficial.
-Adam..- Rafael vino a mi lado. Cuando termine de explicarle los echos al policía, llamé a Rafael para que por fin pudieran adoptar a Abel. Habíamos hablado con su familia y esta acepto gustosa de recibirlo. Solo falta que el firme los papeles. Rafa me dio un abrazo y me acompañó a dejar las preguntas en recepción para que se hicieran cargo.-¿Cómo está mi futuro hermanito?..
-Esta...no sé cómo está. Supongo que de alguna manera está bien, pero esta muy asustado..- Rafa asintió y me dio algunas palmadas.
-Adam..ha-hay algo..q-qué..- mire a Rafael y vi cómo se ponía rojo. Sonreí y me eche a reír.
-¿Como se llama?..- me miró y sonrió tímidamente.
-L-Louis..
-Tráelo el próximo fin de semana. Quiero conocerlo.- Rafa asintió y soltó una risa nerviosa.
-Adam Casher, porfavor presentarse en la recepción.- dijo una voz por el altavoz. Le dije a Rafael que esperara sentado y me dirigí a recepción.
-¿Necesitan algo?- pregunté una vez ahí.
-Necesitamos que Abel se quede hasta maña—
-No, de ninguna manera.
-Joven, necesitamos que Abel Ross permanezca para ver si tiene algún trauma.
-NO..- los oficiales me miraron y solo uno se acercó.
-¿Que está pasando?
-No quiere que el Joven de la familia Ross pase la noche aquí.- yo gruñí.
-Abel Ross pasará la noche aquí y si usted sigue haciendo escándalo no podrá quedarse.- sin más el oficial se fue y yo salí enojadisimo del hospital.
-¿Qué pasa?- preguntó Rafael siguiéndome. Me tomo por los hombros y me obligó a mirarlo.
-Quieren que Abel pase la noche aquí, pero Abel odia los hospitales y sé que tiene miedo si alguien no está ahí para acompañarlo. Y yo lo metí en esto..- suspiré enojado conmigo mismo.
-Adam..mira..Abel es muy delicado con todo lo que está pasando pero sé que lo va a entender. Aunque no lo creas hiciste bien en traerlo aquí y decir la verdad..yo creo que todos están haciendo un gran esfuerzo por no internarlo..porque saben que está en buenas manos..-le sonreí y asentí.- voy a buscar tu ropa. Tú quédate acá y cuídalo.- Asentí y entre en cuanto me despedí de Rafael.
-Joven..- me dijo una enfermera acercándose a mi.- Abel Ross no quiere que lo toquen y necesitamos saber cómo está.¿Puede hacer algo?.- yo asentí y me adentré a la habitación.
-N-no t-t-t-te a-acerques..
-Soy Adam..-dije mientras daba pasos cautelosos.
-N-n-no..- Me termine de acercar y lentamente tome su mano. Las luces estaban apagadas y no podía ver cómo estaba.
-Soy Adam ¿si?, no te asustes..- Abel tiro de mí y me abrazo con fuerza.- ya pasó, solo te asustaste. Ahora, mientras me quedo contigo, deja que te revisen y así después podemos salir de esta habitación a tomar algo.¿Te parece?..- Dije mientras lentamente rompía el abrazo. Abel asintió y yo fui a prender las luces y dejar que los doctores hagan su trabajo. Una vez terminado, saque a mi chiquito en silla de ruedas a tomar algo en el hospital.- ¿Qué te gustaría tomar bebé?..- Abel se sonrojó notablemente y yo sonreí.
-N-no se..- asentí y le pase la carta mientras yo tomaba la mía.
-¿ya decidiste?..- negó- yo te recomendaría un milkshake son ricos..
-Si tú lo dices..- acaricie su cabello.
-¿Quieres comer algo?..- vi como Abel se encogía de hombros y demoraba un poco en responder.
-N-no..
-¿Seguro?..- negó efusivamente.
-Si quieres podemos compartir un pan..- me miró y asintió. Yo sonreí y elegí el pan ya que sé que Abel no está listo para eso aún, pero acaba de dar un gran paso y eso me pone muy contento.
-¿Puedo tomar su pedido?..- dijo ún omega acercándose a la mesa. Pude ver cómo mi bebe se tensaba por lo que agarre su mano.
-Si, quiero un milkshake de..
-Fru-fruti-tilla..
-de frutilla, un café con leche y un pan con queso y jamón porfavor
-enseguida se lo traigo.- dijo desapareciendo por la cocina. Me giré a ver a Abel quien estaba mirando un punto fijo.
-¿Que tanto piensas?..- pregunté acaiciando su mano.
-N-nada..nada..- yo lo miré y el apartó la mirada. Se sentía un ambiente incómodo y no tenía ni idea de cómo romperlo. Luego de 15 minutos él omega apareció de nuevo con nuestras cosas. Las dejó en la mesa, hizo una reverencia y se fue. Abel miro su vaso y probó un poco. Sonreí al ver cómo se le iluminaban los ojos.
-¿Esta bueno?..- asintió y siguió tomando. Parti el pan a la mitad y saque mi parte y acerque el plato a él. Me miró y tomo el pan dispuesto a darle un mordisco...
(Narra Abel)
Justo cuando iba a dar el mordisco, apareció ese molesto omega con la cara sonrojada.
-Disculpe..podría...¿podría darme su numero?..- y fue ahí cuando entendí que yo nunca iba a tener una oportunidad con Adam. Adam, el chico más popular de la escuela. Adam, el de la familia que se quiere. Adam, el que tiene amigos en todas partes. Adam...
-C-claro..- dijo Adam nervioso. Yo dejé el pan en el plato y moví la silla dispuesto a irme...tal como supuse..Adam no se dio cuenta. Avance por los pasillos del hospital hasta que una voz me llamó.
-¿Abel?..- di la vuelta para encontrarme con Rafael.
-¿Que haces a-aquí?..- pregunté reteniendo las lágrimas.
-¿Dónde está Adam? Pensé que habían ido juntos a tomar algo..- y fue cuando explote en llanto. Rafael preocupado me abrazo.
-Y-yo n-n-nun-nunca po-po-podré t-t-t-tene-ner-nerlo...
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Inesperado
Teen FictionAbel es un omega muy delicado que sufre todos los días por culpa de Adam. Adam es el típico alfa popular y solo espera a su destinado para protegerlo contra todo. Adam sabe que faltan pocas horas para que sepa quién es su destinado. Café y canela.