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(Narra Adam)
-N-No puedo, no puedo, no puedo, no—
-Cálmate..respira..es un juicio ganado. Tenemos todas las pruebas posibles y tus hermanos son nuestros testigos. Es imposible que no ganemos el juicio..calma..- Abel me miró y yo lo tomé de la mano para entrar de una vez. El juez nos saludó y nos dijo que nos sentaramos junto a nuestro abogado.
-Nicolás Ross, pase al estrado..- el hermano de Abel se paró y fue a donde le dijeron. Miré a Abel y el me miró nervioso. Yo tomé su mano por debajo y le di un leve apretón dándole confianza.
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Después de varios recesos, pruebas, declaraciones y varias cosas más. Solo esperábamos cual era la sentencia. Abel estaba nervioso y nada lo calmaba. La gente encargada le paso la sentencia al juez quien leyó en voz alta.
-Se a declarado a los padres de Ana, Ronnie y Nicolas Ross, culpables de abuso infantil hacia Abel Mert durante su adopción. Los acusados tendrán cadena perpetua en la cárcel hasta que se dicte lo contrario. Los hijos al ser mayores de edad, se les entregará un monto de dinero de la familia,para que puedan hacer su vida sin problemas. Abel Mert también recibirá un monto..- el juez tomó su martillo y lo hizo sonar dando por finalizado el juicio. Los guardias fueron en busca de los padres para llevárselos.
-¡MALDITO BASTARDO! ¡PARA MI SIMPRE SERÁS UNA UN DESPERDICIO! ¡OJALÁ TE PUDRAS!..- dijo la madre de Abel mientras se la llevaban.
-G-ganamos..- escuché decir después de un rato de silencio.- y-yo..- sentí mi polera mojada por lo que levanté rápidamente la cara de mi chiquito.
-¿Bebé, porque lloras?..- me sonrió mientras lágrimas salían de sus ojos.
-Porque te amo..- lo abracé.
-Yo también..- escuché una falsa tos y me di vuelta viendo a Rafael con los hermanos Ross. Abel los miró y los saludo tímidamente.
-¿Podemos hablar con Abel un momento?..- yo asentí pero no me aparté. Ellos entendieron y no hicieron nada. Lo miraron por varios segundos hasta que Ronnie rompió el silencio.
-Estas tan grande..tan cambiado..tan...
-Feliz..- dijo Ana terminando la frase. Nicolás en un rápido movimiento tenía a Abel abrazado pidiéndole perdón. Abel reaccionó luego de unos cuantos segundos y le dio palmaditas en la espalda. Al final todos terminaron llorando abrazados. Los invité a comer a lo cual aceptaron gustosos. Rafael fue con Liam quien abrazó a Abel dándole las felicitaciones. Miré a Abel mirando la carta en la parte de ensaladas por lo cual la tomé y la di vuelta en la sección de carnes o pastas.
-Puedes hacerlo. Si quieres puedes pedir aparte una ensalada aparte..- mi omega me miró y puso la cabeza en mi brazo.
-Fideos con salsa de carne..sin ensalada.- asentí. Cuando Abel cerró su carta, rápidamente se sentó derecho. Miré al frente buscando algún porqué y vi a todos sonriendo. Miré a Abel quien tenía las mejillas sonrojadas y sonreí ante lo que se me acababa de ocurrir.
-Abel..- me miró y yo le di un casto beso. Reí y él se sonrojó de sobremanera...
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(Narra Abel)
Cuando la comida terminó. Mis hermanos se despidieron prometiendo venir a visitarme seguido. Y Rafael se fue con Louis ya que habían acordado tener una pequeña cita. Adam y yo volvimos a la casa y fuimos directo a nuestra habitación nos acostamos y yo me acomodé en su pecho.
-Me gusta estar así contigo..- dije. Mi alfa me empezó a brindar caricias y yo empecé a luchar para no cerrar los ojos.- me voy a dormir si sigues así..- dije medio adormilado. Adam soltó una pequeña risa siguió haciendo lo que estaba haciendo. Tomé su mano y la acaricié. Me volteé para mirarlo y notar sus mejillas un poco rojas. Lo miré extrañado y el me sonrió. Empezó a soltar muchas fermonas y fue ahí cuando me di cuenta de que había entrado en celo. Adam estaba en celo y yo era su omega. Lo miré y lo besé apasionadamente. Me separé y rápidamente fui a cerrar la puerta para volver a lo que estábamos haciendo...
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-Y-ya no puedo...no puedo más..porfavor..- dije intentando recuperar el aliento. Adam sonrió y asintió. Me llevó al baño y prendió la ducha para que ambos entráramos. Dejé que me duchara y me pusiera la pijama. Caminé como pude a la cama y me tiré a ella.
-Tienes que secarte el pelo.¿Quieres resfriarte de nuevo?..- negué pero no me moví. Adam suspiró fue al baño. Cuando volvió, con una toalla en su mano, empezó a secarme el pelo. Yo empecé a ronronear mientras mis ojos se cerraban.-No te duermas.
-No doy más Adam..
-Una vez mas..- lo miré horrorizado y el me miró divertido..- negué pero hizo caso omiso a mis súplicas y, cuando me empezó a besar supe que inevitablemente ya había perdido..
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Me revolvía entre las sabanas en busca del sueño pero no llegaba. Me desperté de repente y ya no pude volver a dormir.
-Abel..- miré preocupado a Adam por miedo a que despierte. No creo que pueda aguantar otra ronda. Por lo menos no hoy. Al ver que no despertó. Salí de la cama lentamente y, me abrigué. Quiero salir a tomar un poco de aire. Cerré la puerta sigilosamente, baje y salí de la misma forma. Una vez afuera de la mansión, respiré profundamente y inicié mi caminata por el bosque. Estaba fresco y eso me calmaba de alguna forma. Gracias a las clases de Adam, me pude transformar en lobo sin problema. Caminé gustoso entre los árboles hasta llegar al río. Empezó a caer una suave llovizna pero no me preocupé ya que era agradable. Me senté a mirar el río...

No se cuando caí dormido pero cuando desperté, estaba lloviendo fuerte y los truenos no paraban. Intenté moverme pero mis patas traseras resbalaron y solo alcancé a sostenerme con las delanteras. Estaba asustado y lo único que pude hacer en el momento, fue aullar con todas mis fuerzas en busca de ayuda. El viento empezó a soplar y lo último que pude hacer antes de caer al río fue mandarle un mensaje telepáticamente a Adam...
(Narra Adam)
Abel no estaba y había una tormenta gigante allá afuera. Mis padres llamaron a los policías para que lo buscaran. De repente sentí como si alguien me hablara en la cabeza.
- Estoy en el río..ayúdame..- No dude en que fuera Abel y les dije a mis padres. Corrí hacia el río pero cuando llegué no vi a nadie. Me acerqué lo más que pude y lo vi. Llame al rescaté y les dije que los necesitaba lo antes posible. Me dijeron que estaban en camino y corté. Miré a Abel y empecé a desesperarme...

















































































Porque yo no sabía cuánto más iba a aguantar sujetándose de una rama contra la corriente..en especial si esta esta a punto de romperse...

InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora