Sinserandote

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(Narra Adam)
-¡Abel!..- lo tomé del brazo.
-S-suel-suéltame..
-¿Porque tanto miedo?..- Busque su mirada pero no la encontré.- Abel...
-¡No quiero que te hagan daño Adam! ¡No quiero que te rebajen hasta mi punto!- se escapó de mis brazos y subió corriendo a pesar de su estado. Corrí tras él hasta que me cerró la puerta de una de las habitaciones en mi cara.
-Abel..abre la puerta...te lo estoy pidiendo amablemente..- no hubo respuesta.- Abel..abre la maldita puerta...- me estaba comenzando a impacientar y nadie aquí quería que eso pasara.- Abel, voy a contar hasta tres y si no abres voy a tirar la puerta abajo y no queremos saber qué pasa después..Abel...- suspiré y cambie a mi forma lobo. Conte hasta tres I me abalancé contra la puerta. Esta callo dejándome a mi encima. Miré a mi alrededor sin encontrar a nadie. Me dejé guiar por el aroma el cual me llevo al armario. Me transformé de nuevo y abrí las puertas...
(Narra Abel)
Me encontraba escondido en la tina del baño. Reprimía mis sollozos con la mano pero aun así mis lágrimas no dejaban de salir. Escuché como la puerta del baño se abrió y se me escapó un sollozo.
-¡Abel, sal de donde estés!- se escuchaba como empezaba a mover y abrir todo. Solo me quedo cerrar mi ojos y esperar que me echara de la casa.
Sentí como alguien me tomaba del brazo y me levantó.
-D-duele...
-Explícame que es lo que te pasa..-Adam me apretaba la muñeca como si me fuera a romper.
-M-m-me duel-ele..A-adam..- Me llevo a rastras hasta la habitación. Me puse a llorar más fuerte cuando vi la puerta tirada en el piso.¿Que me va a hacer a mi?...
-Abel..Abel, perdón..chiqui—- me aparte de él hasta que me pegue en la pared. Adam se acercó y yo me encogí lo más que pude.
-N-no...l-l-lo..lo s-sien-iento..- mi respiración estaba descontrolada y temblaba cada vez más fuerte.
-No quise hacerte daño Abel..perdóname..- se acercó hasta quedar frente a mi.
-Por favor...por favor...- susurraba asustado. No fue hasta que sentí su abrazo para aferrarme a él e intentar de que no me deje de lado...
(Narra Adam)
Abel temblaba tanto que parecía que en cualquier momento se rompería en pedazos..
-Abel, chiquito perdóname...- sus sollozos se hicieron más notorios por lo que lo llevé a la cama. Intenté separarlo de mi pero solo se aferró aun mas.- Abel, está bien..no estoy enojado contigo.
-Tengo miedo..A-adam..- su voz estaba quebrada. Tome su mentón y lo levanté para que me mire. Sus ojos parecían quebrados y se aferraba como si su vida dependiera de ello.
-De que tienes miedo..- acaricié sus cabellos logrando que su llanto disminuyera poco a poco.
-D-de que..n-no quiero...yo-n-no..
-Tómatelo con calma..
-No quiero que me dejes...no quiero que...que te vean mal..
-Alto..Abel alto..escúchame bien porque no lo voy a volver a repetir. No me importa lo que los otros piensen..me importas tú y solo tú. Nunca te voy a dejar porque eres maravilloso de todas las formas posibles..- me abrazo con más fuerza y lloró, yo le acariciaba la espalda y el cabello mientras le decía que todo iba a estar bien...
(Narra Abel)
Sentí como poco a poco me relajaba en los brazos de Adam. Mi lobo nunca se sintió tan calmado en la vida..estábamos es paz.
-Chiquito..Abel..Abel?..-escondí mi cabeza en su cuello.-¿Tienes sueño?..-asentí. Me intento separar pero yo lo impedí.-Chiquito..necesitas ponerte pijama al igual que yo..
-No quiero separarme...
-Abel..mírame a los ojos..-hice caso y levanté la cabeza para poder ver sus ojos..lo besé ferozmente...me sentía horrible conmigo por necesitar tanto ahora...- Abel..Abel..¡Abel basta!..-me separé y lo miré asustado.- Estas llorando..no lo calles. Grítalo, llora si quieres pero no te calles nada...¿que pasa?
-Y-yo..y-yo tengo un...un secreto...ammm..- en serio me asustaba tener que decirlo..él..-y-yo...
(Narra Adam)
Nunca en mi vida sentí este aura...no queda espacio sin miedo..
-Abel, sea lo que sea lo vamos a superar..- sentí como tomaba una bocanada de aire.
-¡Yo tengo a alguien!...n-no es lo que tú piensas no me gusta ni nada..hace tiempo quise terminar con él pero no pudo..no puedo...A-adam..-lo abracé protectoramente y acaricié sus cabellos.
-Todo está bien...¿crees que puedes contarme porque no puedes terminar con él..y si me pudieras dar su nombre chiquito..?
-S-se llama..León...Le-on C-cardi-dinar...y-yo..él...
-Está bien..con calma ¿recuerdas?..- Abel solo asintió y se tomó su tiempo para continuar..en ningún momento lo solté..o dejé de acariciar sus cabellos...me dijo que él idiota de León era un drogadicto. Que siempre lo amenaza diciendo que si no le consigue lo que él quiere le daría una golpiza..él problema era que no importaba si le traía o no las cosas, siempre lo golpeaba todo el tiempo...
Abel lloró y lloró..no quería verlo así por lo que solo lo abracé más fuerte hasta que su llanto disminuyó. Aproveche ese momento de calma para que se cambiara a pijama al igual que yo y se acostara. Lo arrope y me acosté con él hasta que se quedara dormido.
Me levanté luego de varias horas esperando a que Abel no despertara para llamar. Salí de la habitación y cerré cautelosamente. Me metí a uno de los baños y saqué mi celular..
-¿Hola, estación de policía. En que lo podemos ayudar?
-Hola, llamo para reportar un caso de violencia grave..
-Necesito el nombre del agredido. Sus datos y el nombre del causante de la violencia.
-Él nombre del agredido es Abel Ross..de la familia Ross, tiene 17 años y es de nacionalidad estadounidense. Y él nombre del causante es León Cardinar..
-¿Tiene idea desde hace cuanto pasa esto?
-Dos años
-¿Que es Abel?
-Omega..
-Bien señor..se llevará a cabo esta investigación. Si se llega a encontrar al maltratador se le solicitará al joven Abel Ross venir a declarar. Que tenga buena noche.
-Gracias...- la llamada se cortó y yo solté un gran suspiro..abrí  la puerta y me fui a la habitación.  Al entrar pude ver como Abel revolvía todas las sabanas, se deshizo de las sabanas y al rato empezó a sentir frío ya que se había encogió, sonreí..me acerqué a él y agarré las sabanas.
-No puedes hacer eso..no vez que te da frío?- susurré riendo bajito para que no despertara. Lo tapé y me acosté a su lado. Se ve tan calmado durmiendo..como si no tuviera preocupaciones...
-Pronto te verás calmado no solo durmiendo...lo prometo...

InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora