Dejame ayudarte

337 26 0
                                    

(Narra Finn)
-Respira..tomate tu tiempo si es necesario.- se notaba demasiado que el omega estaba asustado. Me acerqué disimuladamente pero él solo retrocedió.
-E-ellas..s-solo..yo...- no podía continuar si seguía así.
-Abel,mírame..-Abel paro de hablar y se quedó quieto- mírame ..- Abel levantó la cabeza.- Respira..eso es, no -quiero forzarte a contarme si no quieres. No es obligación, quie—
-s-son voces...- me quede callado. Para que un omega escuche voces tiene que por algo demasiado desagradable o algo que se repita continuamente.
-Ok..Abel, se que tienes demasiados problemas. Pero cuál es el que más te choca..- Abel se puso pálido.
-S-soy..mi-mi fa-fa-amilia..me..- Abel había vuelto a llorar..
-Vale, no sigas. Espera un momento..- salí del consultorio en busca de Adam. Al encontrarlo me acerqué.- Adam, necesito que me ayudes con esto. Abel apenas articula una palabra.- Adam asintió. Ambos nos dirigimos a la consulta. Al abrir la puerta, Abel se encontraba echo una bola. Adam se acercó y se agachó a su altura.
-Abel..chiquito..
-L-lo si-siento...
(Narra Adam)
-No, no lo lamentes..esta bien tener miedo..- Abracé a Abel y espere a que se calmara. Abel se escondió en mi pecho y me devolvió el abrazo, yo empecé a acariciar su espalda.
-M-mi fa-fami-ilia..ellos..y-yo ya n-n-no perte-te-enes-esco a ella...
-¿Que quieres decir con eso Abel?- preguntó Finn acercándose.
- A..a l-los 10 años...m-me qui-qui-qui...ellos m-me quita-aron el a-apellido...e-ellos so-solo me bus-busca-caban para...ver si..si seguía v-vivo..pa-a-agar el co-ole-legi-o...- Abel se aferraba a mi llorando.
-Finn, se que no debería pero..me dejarías un rato a solas con el?..- él solo
asintió y salió.- Levanté a Abel del sillón y lo mecí entre mis brazos.- Soy tu familia..todo lo mío es tuyo Abel..te amo, eso no va a cambiar nunca.- Abel me miró con los ojos brillantes. Se bajo con cuidado de mis brazos y me abrazo.
- promételo..- dijo con un hilo de voz.
-Lo prometo..para siempre y por siempre...- Abel levantó su cabeza y acortó la distancia que quedaba en un dulce y suave beso...
(Narra Abel)
Podría volverme adicto al sabor de sus labios. Cuando nos separamos por falta de aire, Adam llamó a Finn para terminar la sesión. Me dio un casto beso y se fue. Finn se sentó en su silla y yo volví al sofá.
-Abel, quiero que seas lo más sincero posible con esta pregunta..-yo asentí y empecé a jugar con mis manos nerviosamente.-¿has consumido drogas?- enterré las uñas en mi piel..no quería responder eso..
-Y-yo..él llegó y-y...y-yo no que-que-eria..p-pero luego...yo solo..- León llego un día..yo estaba en la casa lavando los platos..el solo tomó mi brazo y lo inyectó...
-Abel..por lo que me has contado, tengo que decirte que las voces en tu cabeza se deben la falta de cariño hacia ti. No voy a medicarte nada a excepción de pastillas para dormir..porque esas ojeras estoy seguro de que no se obtienen en un día. Tu Alfa, Adam..voy a tener que pedirle que te supervise al comer..se que no es sencillo pero siempre hay que ir poco a poco.- yo asentí cabizbajo y Finn me abrió la puerta para que salga y me guíe a donde Adam. Al llegar, Adam se acercó y Finn le entregó la receta y le dio algunas indicaciones, y se fue.

El camino de vuelta a casa de Adam fue silencioso. Antes de llegar pasamos por una farmacia.
- Te traje un chocolate caliente..para que estés calientito.- dijo Adam entrando al auto y dejando el medicamento a un lado. Yo recibí el vaso y le sonreí. Él me devolvió la sonrisa y puso el auto en marcha. Yo miré el vaso dudoso..¿Cuantas calorías tendrá esto?..moví mi cabeza disipando esos pensamientos. Acerqué el vaso y le di un sorbo..está bueno...
(Narra Adam)
Sonreí al ver a Abel tomar el chocolate con calma. Cuando lo terminó ya habíamos llegado a la casa. Abrí el portón y avance hasta la entrada. Nos bajamos y el chofer lo fue a dejar. Cuando nos abrieron la puerta Abel subió disparado hacia arriba. Lo seguí no entendiendo nada de lo que estaba pasando. Entré a la habitación escuchando como el baño era cerrado bajo llave." O no..", toqué la puerta e intenté abrir la puerta y a empujarla.
- Abel, chiquito no lo hagas. Abre la puerta.
-No puedo...no puedo...
-Si puedes, ábreme la puerta..- escuche como golpeaba la puerta para seguidamente para que sus sollozos se escucharán.- no te hagas daño..- a pesar de estar desesperado, mi voz sonó lo más suave posible para calmarlo.
-N-no puedo..A-a-adam..
-Ábreme la puerta...- escuché como lentamente movía el pestillo dejándome entrar. Abrí la puerta y lo envolví en mis brazos. Acaricié sus cabellos y bese repetidas veces su cabeza.- te amo..te amo,te amo,te amo,te amo,te amo...nunca va a cambiar eso.
-Gracias..- Abel me abrazo con fuerza. Lo separé un poco y me agaché hasta su altura. Esos labios adictivos que tanto me gustaban se unían con los míos causando que el llanto de Abel disminuyera y cierre los ojos dejándose llevar. Cuando me separé las mejillas de Abel estaban ligeramente ruborizadas. Le sonreí y agarré su mano dañada.
-¿Te duele mucho?- Abel negó, pero eso no importó para que trajera el botiquín y la vendara de nuevo. Cuando terminé la bese y la solté delicadamente. Nos acostamos en la cama y empezamos a ver tele con mucha tranquilidad. Abel tenía recostada si cabeza en mi pecho mientras yo acariciaba su cabello y de vez en cuando dejaba uno que otro beso en su mejilla logrando que se ruborice. De repente el aura cambio y Abel se alejó rápidamente cayendo al suelo.
-¡Abel!- me levanté y corrí a su lado y ver que pasaba. Él solo se retorcía y medio gritaba.
-¡Adam!, ¡Adam!- mi lobo se asusto. No sabíamos que hacer y nos ponía nerviosos. Me acerqué hasta poder tocarle la frente para ver si tenía fiebre o algo..pero no tenía nada. Una chispa se encendió dando a entender el estado de Abel, quería transformarse. Para que un lobo se transforme sin que duela y rápido siempre se entrena con los padres. Pero Abel nunca aprendió nada de eso. Necesito un omega que sepa transformarse, rápido. La transformación de un Alfa y un omega son completamente distintas.
-A-a-ad-a-am...a-ayuda-ame

InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora