Se fuerte

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(Narra Abel)
Desperté en un lugar muy conocido..solo que esta vez no estaba solo. Adam se acercó a mi.
-Te sientes..- se calló al ver mi cara de preocupación.- no estoy enojado..lo prometo, tranquilo..- yo asentí varias veces. Un señor entro a la habitación con un maletín.
-Abel..- ese era Rafael.- el es mi padre, Martin..te viene a revisar.
-N-no, yo estoy bien.- no necesito que me revisen. Me levanté de la camilla dispuesto a irme pero alguien agarro mi mano.
-Abel..por favor...solo te va a ver y nos va a decir si necesitas algo.
-¡No!, los enfermos necesitan medicamentos..y-yo...¡yo no estoy enfermo!
-No, no, no digo que estés enfermo..los enfermos no son los únicos con medicamentos, si?..
-Pe-pero mi madre...ella...
-Padre..puedes esperar afuera un momento?- el señor Martin asintió y salió de la habitación. Rafael hizo que lo mirara a los ojos.
-N-no es-est-est-es...n-no estoy enfer-fermo-o
-No lo estas, no estás enfermo Abel. Mira, te voy a ir contando todo lo que va a hacer mi papá para que no te alteres. Si hay algo que te angustia, asusta, lo que sea nos lo dices..si?- negué repetidamente con la cabeza. Adam tomó mis manos con delicadeza.
-Escúchame..escucha..- apoyo su frente con la mía y aunque me quería separar mi cuerpo no reaccionaba...me quede viendo sus ojos.- voy a tomar tu mano, Rafael te va a explicar..entendido..- mi lobo se sentía a gusto con la cercanía. Asentí inseguro. El señor Martín entro nuevamente a la habitación.
-Abel, te voy a pedir que te quites la polera por favor..-yo lo miré angustiado pero hice caso.-Recuéstate..- Martin sacó una cosa de su maletín.
-Abel, eso es para ver los latidos en tu corazón y para la respiración, nada más.
-Es-esta frío..
-Respira ondo...- hice caso..- de nuevo..siéntate y abre la boca.- me senté pero no abrí la boca. Me miro dudoso.
-Abel..solo quiere revisar.- Abrí la boca y me puso un palo. Luego de un rato lo sacó.
-Voy a ver tus orejas de lobo...puedes agudizar las por favor? Y dime que escuchas.- paso algún tiempo hasta que las pude agudizar por completo.
-Autos..algo hirviendo..algo quemándose..
-Ok..Abel es tu nombre, y tu apellido es?
-Ross..
-Eso explica porque puedes agudizar tus orejas a tal grado. Los Ross son muy buenos en cuanto a sentidos..aunque no sabía que tenían un hijo omega..- agaché la cabeza.
-Casi nadie me conoce..no vivo con ellos...- el doctor me miró y se giró para anotar algunas cosas.
-Adam y Rafael, les explico afuera?..- no quería que escuchara. Ambos asintieron y salieron. Yo me vestí y me quede ahí...
(Narra Adam)
-Esta muy dañado..no creo que su relación con sus padres sea buena. Les voy a recomendar que le compren un inhalador y pastillas. No se como no fue al doctor antes...y Adam..cuídalo..- asentí. Antes de salir se detuvo- probablemente un psicólogo también los puede ayudar..- y se fue.
-Rafael, puedes traerle algo para comer a Abel?- asintió y me sonrió. Entré a la habitación donde estaba Abel. Estaba acostado en la camilla con los ojos perdidos.
-Abel..estas bien.¿Quieres que te diga lo que Martin nos dijo?..- me miró y asintió. Me acerqué y me senté a su lado. Posó su cabeza en mi hombro...sentía como mi lobo sonreía.- Nos dijo que tenías asma por lo que necesitas un inhalador..pastillas para el hierro y para mantenerte en calma y...un psicólogo para—
-A-ale-lejate..n-no voy...a..i-ir
-Tranquilo..ok, está bien..ya...ya voy a pensar en algo..calma...- acaricié su pelo y se relajó. Rafael llegó con las bandejas y todos nos sentamos a almorzar...
(Narra Rafael)
-Ya terminé adiós- tomé a Abel antes de que saliera.
-No has terminado. Te falta casi todo. Vamos, siéntate y come todo.- se sentó de mala gana y se se llevo una cucharada de arroz a la boca.
-¡Hey! No esparzas la ensalada- Adam tomó su tenedor y le juntó toda la ensalada.
-Ya no quiero más...
-todo..- alejó su bandeja..miramos a Abel quien tenía los ojos cerrados. Abrió los ojos de golpe.
-Y-yo necesito ir a hacer algo...
-No, no has terminado.- se levantó y Adam lo tomó del brazo. Abel me miro y yo negué con la cabeza. Se sentó y empezó a comer súper rápido.¿Tan importante era lo que tenía que hacer?
-Come mas lento o te vas a atragantar..- le dije..no me hizo caso y siguió comiendo.
-Y-ya ¡Termine! ¡Me voy!- no dio tiempo a responder y se fue.
-¿Que le pasa?
-Voy a averiguar..se veía un poco pálido.- Adam se levantó y se fue. Suspiré.
-¿Como es que el destino los puso juntos?- reí y seguí comiendo...
(Narra Abel)
Entré a la sala y un golpe me llegó logrando que caiga al suelo.
-L-lo sien-sien—
-¡CÁLLATE!- me llegaron más golpes..sentí un golpe en especial..mi cuello..donde va la marca..- luego de ese golpe me dejaron botado. Tenía miedo de lo que me pudo haber pasado en mi marca. Estaba llorando a gritos..más bien estaba llamándolo...apareció por la puerta y se acercó a mi angustiado.
-Abel..Abel que te hicieron? Te duele algo?
-Revisa...
-Que cosa chiquito que cosa...
-el cue-e-ello..- asintió y me acarició los cabellos. Se volteó y paso sus manos por la marca. Un grito desgarrador salió desde lo más profundo de mi interior. Alejó rápidamente su mano y me cargo en brazos...abrió o más bien tiró la puerta de la enfermería. Ahí estaban Rafael y su padre hablando.
- Revísalo por favor, le pegaron en su cuello!- todos se pusieron en acción. Adam me recostó en la camilla, Rafael fue a traer el maletín y Martin miraba mi cuello preocupado.
-Rafael..pásame la lupa y..un bisturí por las dudas..- me tense y comencé a llorar más fuerte.
-Se fuerte chiquito..- Adam tomó mi mano y la apretó.
-Te voy a tocar y tú me vas a decir si te duele mucho.- Empezó a rozar partes de mi cuello hasta que tocó mi marca. Solté un grito.
-Ok..Abel, necesito que me escuches muy atento..necesito hacer un corte en tu cuello para que te puedan marcar..no te puedo poner anestesia porque es una parte muy delicada..necesito que seas fuerte...- yo cerré mis ojos y lo pensé...
-Es-esta b-bi-bien..
-Ok..Adam. Ayúdame a que no se mueva. Rafael. Me vas a ayudar con las cosas..estás listo?
-S-si...

InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora