CAPITULO 7

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No mucho después de que TaeYeon les había dejado solos, TaeMin se había vuelto un poco loco, en palabras de Minho, por encontrar alguna cosa en su escritorio. Revolviendo cajitas pulcramente acomodadas y unos cuantos papeles, TaeMin finalmente terminó encontrando lo que buscaba con tanto ímpetu.

— La encontré — Sosteniendo entre sus manos el objeto que había buscado, se dirigió a la ventana que daba vista a la calle e insertó lo que parecía ser una llave en la ranura. Finalmente sonrió cuando la ventana se abrió.

— ¿Qué haces? — Minho tensó sus músculos cuando vio a TaeMin empujar los vidrios y abrir de par en par la ventana.

— Las estrellas, me gustan mucho — Para Minho, eso no fue una respuesta en absoluto.

TaeMin de pronto se subió sobre la cama y atravesó sin decir ninguna palabra, el marco abierto de la ventana. La sangre en el cuerpo de Minho se evaporó.

Como un resorte sus pies piernas lo impulsaron desde el mullido futon en el que estaba sentado, hasta el marco de la ventana para asomarse completamente asustado de lo que podría encontrar una vez que sus ojos se abrieran, aun cuando no había escuchado ni un solo golpe desde afuera.

— Ven, es lindo aquí — La voz de TaeMin a su derecha lo hizo soltar un suspiro de alivio. El chico estaba sentado con las piernas replegadas hasta su pecho.

Y estaba esa sonrisa que además devolvió toda la sangre a su cuerpo. El susto que Lee TaeMin le había dado esa noche lo había molestado, pero en lugar de reclamarle por sus actos imprudentes, Minho tomó impulso con sus piernas y atravesó el marco de la ventana para sentarse a su lado en ese pequeño espacio de techo que les servía como un suelo involuntario.

— ¿No te parece lindo?, las estrellas se pueden ver desde aquí, son pocas, pero realmente se ven, he llegado a la conclusión de que la única razón de que pueda verlas es porque alguien allá arriba quiere mostrarme algo.

Minho quien apenas consideraba estar seguro en ese pequeño espacio de techo, lo miró asombrado.

Las estrellas se podían ver porque vivían a las afueras de las ruidosas ciudades, lejos de contaminación que les negaba ver a muchas personas, todo ese espectáculo nocturno.

— Es porque no estamos en la ciudad TaeMin.

— Una persona decía que las estrellas eran especiales, me dijo que ahí se encontraban mis abuelos y que yo podía ver las estrellas porque ellos deseaban que yo los viera. Suena tonto, lose Minho, pero realmente quiero pretender que es, así.

Frente a la seguridad repentina que las palabras de TaeMin exteriorizaron, Minho se quedó sin respuestas. Frente a él estaba una persona diferente de la que había compartido la cena a su lado, o el chico que había estado asustado toda la tarde en el taller de danza cuando él trataba de huir de la profesora Kwon.

— Nunca tuve a alguien que me dijese este tipo de cosas, lamento no entenderlo — Minho se lamió los labios, TaeMin bajó la vista de las estrellas y lo miró un momento directo a esos grandes ojos que Minho tenía.

TaeMin pronto comprendió que no obtendría nada más de ese tema de conversación y que debía buscar entre todos sus recuerdos de programas de televisión, algún tema del cual hablar. En su mente se fijó el objetivo de no aburrir a Minho en su primera noche juntos. De pronto, tan rápido como el pensamiento llegó hasta su cabeza, también lo hizo el sonrojo, estaba solo con Minho en el techo de su casa, mirando el cielo nocturno.

De la nada la seguridad que había tenido hace un momento había desaparecido por completo, ahora sus manos temblaban.

— Y-Yo...

E F I M E R O || 2min || FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora