E F I M E R O || 2min || FINALIZADA

CAPITULO 23

Taemin alza a vista justo en el momento en que sus oídos captan el ruido de a puerta al abrirse. Su madre le había dicho que era una buena idea el mantener algunos momentos de día reservados para la compañía de sus amigos. Pese a la renuencia que la mujer había mostrado en un principio, finamente había accedido a petición de Jung Soo.

Es la primera vez desde que ha sido internado que Taemin puede ver a las personas que considera sus primeros y únicos amigos en el mundo. Jonghyun ha entrado tomando la mano de Kibum, feliz y radiante dejandole una sonrisa en el rostro temblante por la emoción de momento; detrás de ellos es Kyuhyun quien hace su aparición mostrándole orgulloso la bolsa de comida que ha podido colar al hospital.

—Realmente me siento muy mal por no haber venido antes a verte—. Jong Hyun avanza penoso y se sienta a un lado de la cama.

—No te preocupes Jonghyun Hyung—. Taemin toma su mano en un gesto generoso, agradecido de su presencia y sus palabras, sin embargo un rápido escaneo en la habitación le ha puesto en guardia. — ¿Dónde están Seo Hyun y Sunny?

Ante la pregunta son muchas las caras que se muestran incomodas.

—Seo Hyun tomó un vuelo hoy en la mañana a estados unidos, y Sunny fue a despedirla.

—O-Oh.

A conversación se torna gris ante el anuncio de una partida no prevista,  Minho alza la voz llamando la atención, consciente de que un tema triste no es lo que se necesita en esos momentos. Y es así como los temas triviales comienzan a fluir con brevedad, alegrando y despistado a Taemin de la anticipada partida de una buena amiga.

Se habla de lo mucho que las clases han sido modificadas por los nuevos programas académicos, de la comida que se sirve en el comedor y de los chismes que corren los pasillos de la escuela. Kibum incluso habla sobre el poco interés que sus maestros le hacen poner en clases y Taemin sonríe a cada oración sin pensar un segundo en su pequeña enfermedad, que para nada lo era.

Y es mediante las risas y los gritos de los presentes que Taemin ha recordado algo importante, algo que le ha venido a la cabeza desde ese día cuando Minho apareció en su casa para darle la noticia que le iba a cambiar la vida sin previo aviso.

SooYoung tendría un bebé, uno que ella misma estaba dispuesta a darles más por miedo y preocupación de no ser capaz de cuidarlo que por la gracia misma de hacerlo. Ese bebé era una niña, una niña de la cual él mismo no estaba muy seguro de poder conocer y criar como la morena esperaba que fuera.

Un bebé que necesitaba un nombre.

Lee Taemin tuvo una vida complicada llena de reversos tormentosos que causaron muchas lágrimas en los ojos de sus padres, Taemin había hecho y dicho cosas de las que por supuesto, tanto Taeyeon y Jung Soo estaban orgullosos, pero estaba seguro de que uno de sus inocentes sueños de la vida ni siquiera podría iniciar.

Tenía diecisiete años, estaba en la cupiste de una adolescencia truncada y sus sueños estaban resumidos en una persona, en dos, desde hacía tres meses.

Sus ojos se pasean por los chicos altos, Minho y Kyuhyun sonriendo por la broma que los dos más bajos acaban de soltar al respecto de SooYoung quien mira con el ceño fruncido la cara de todos en la habitación, incluso la suya que tiene una sonrisa plasmada que se ha querido borrar.

Se siente feliz, bendecido.

— ¿P-Podemos elegir un nombre?—. Su voz débil de pronto crea un eco y la habitación ya está  en silencio.

Todos lo miran, pero nadie se atreve a decir o hacer algo para responder a su pregunta.

— ¿Un nombre?—. Minho es finalmente quien hace su voz resonar en el silencio de la habitacion.