La ventana de su habitación estaba cerrada, la luz que llegó a filtrarse por las fibras de la tela de las cortinas, apenas e iluminó en suelo en penumbra. Taemin había faltado ya dos días al instituto, su salud recayó después de ese último día.
No hablaba más de lo necesario y cuando sus padres preguntaban por su ánimo, Taemin nunca respondía.
En las intranquilas mentes de sus padres, mil y una hipótesis sobre qué lo había afectado desfilaron por los dos días en que no salió de la cama. TaeYeon en algún otro momento podría sentirse tranquila de tenerlo en casa, pero no ahora.
En la sala de estar, TaeYeon terminaba de limpiar las fotos familiares empolvadas, Jung Soo miraba inquietante las escaleras esperando escuchar los pasos torpes de su hijo bajar apresurado para ayudar con la cena, pero el silencio reinó hasta que él timbre de la casa sonó.
Jung Soo fue quien se levantó de su cómodo asiento directo a atender la puerta y verificar de quien se trataba, aunque lo que había visto al abrirla no era lo que esperaba.
Se encontró con una joven alta que vestía el uniforme del instinto y había pedido hablar con Taemin diciendo que era una amiga preocupada por sus recientes faltas.
Cuando Jung Soo la hizo pasar, TaeYeon lo detuvo de su brazo izquierdo. Una madre nunca olvida y ella conocía a esa joven del mismo modo que lo hacía con Minho.
La intriga caló hondo en su pecho. Pensó en qué había ocurrido para que otro amigo de su difunto hijo, se paseara por ahí.
TaeYeon la había acusado de haberle dicho a Taemin el motivo de la muerte de su hijo mayor, SooYoung negó diciendo que Choi Minho había cometido el error de no superar el pasado y culparse todos estos años, terminando por contarle su versión alterada de los hechos culposos a Taemin.
Y finalmente, aun con miedo y duda arremolinándose en su pecho, TaeYeon la dejó pasar y subir las escaleras hasta la puerta donde SooYoung lo vio recostado en su cama, con las luces apagadas.
— ¿Se puede?
No fue tonta y claramente notó la puerta continua con aquel nombre en ella, supuso que Minho la habría visto antes. Reunió todo el valor posible y esperó pacientemente hasta que pudo ver a Taemin mirarla del otro lado.
Él tenía ojeras, el cabello despeinado y la ropa desacomodada. No se parecía en nada al chico alegre que ella había conocido en el taller de danza, ni al mismo chico que ayudó en el receso días antes.
— ¿Estás bien?, ¿Cómo sigue tu mano? — Taemin solamente cabeceó de arriba a abajo mostrando su respuesta.
SooYoung se dedicó a observar la habitación de Taemin y sorprenderse con lo arreglada y limpia que lucía para ser la habitación de un chico de 17 años.
Se sentó en la cama sin el permiso de Taemin, quien en todo momento no dijo ni una sola palabra.
— Minho me contó lo que pasó en el parque. — Soltó repentinamente observando como el cuerpo de Taemin se tensó en segundos. — Creo que es un estúpido, aún sigue lamentándose por un accidente que pasó hace más de 8 años, ¿o fueron 10?, quien sabe, ya perdí la cuenta de cuantos años han sido desde entonces.
Taemin pegó su rostro a una almohada sin decir nada, esperando pacientemente que ella terminara de hablar y abandonara su casa tan rápido como llegó.
— ¿Quieres saber lo que pasó en realidad?, Minho, Jong Hyun, Kyuhyun, Jinki y yo solíamos jugar todas las tardes luego de la escuela en el parque, Jinki era el mayor y por lo tanto siempre solía decir que nos iba a cuidar. Él tenía un hermano que no conocíamos, ese eres tú, pero nunca pudimos conocerte porque todo el tiempo estabas enfermo.
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E F I M E R O || 2min || FINALIZADA
FanfictionLa historia de dos personas que no planean encontrarse, pero que cuando lo hacen, intentan hacer todo por no soltarse. Cuando sus vidas tropiezan la una con la otra, el significado de la vida cambia para Minho, y ante los ojos de Taemin se abre la p...