Cuando el maestro Jung dio por terminada la clase de ese día y dio como aviso que podían salir del aula, Taemin solamente se paralizó.
Dos chicos, mayores que él y que desfrutaban con molestarlo, se pusieron de pie frente su pupitre, apoyando arrogantemente las palmas de las manos sobre este.
— ¿Así que la princesa ya consiguió novio?
Taemin sintió un sudor frio recorrerle la espalda, tenía miedo de lo que pudiera pasar, quiso hablar y alegar que no era de esa forma, que no era una princesa como dijeron sin embargo las risas del salón explotando al escuchar la burla lo intimidaron.
Se sintió totalmente pequeño a causa de las miradas inquisitivas, de comentarios de burla que siguieron repitiéndose. Taemin quería salir de ahí antes de que algo más sucediera, pero sus piernas no reaccionaban y sentía, estaba pegado al banco con cemento. Estaba simplemente paralizado.
— ¿Y cómo es tener sexo con un hombre? Debe ser asqueroso—. Una bola de papel cayó en su banco.
—Tan asqueroso como tú—. Secundó otro, riendo escandalosamente.
El nudo en su garganta luchando por ser disuelto lo oprimió, sus ojos llorosos y las ganas de gritar que dejaran de molestarle lo sobrepasaron, solo una lagrima salió de sus ojos.
No había maestro que lo ayudara, al menos al calmar el alboroto de sus compañeros, no estaba Kyuhyun rondando por el lugar, ni SooYoung para sacarlo de ahí, como había sucedido en veces anteriores, estaba él solo.
Entonces el ruido sordo de la puerta al correrse con fuerza le hizo pegar un brinco y elevar la mirada con rapidez, asustado de la presencia de algún directivo que le regañase por provocar escándalo.
— ¿Qué es exactamente lo que sucede aquí?
Taemin bajó la mirada tan rápido como la elevó. Minho lo miraba, Minho estaba ahí, observando como era que lo avergonzaban.
—Oh, n-nada solo jugábamos.
—Entonces, ¿Quieres ir a jugar así conmigo al patio?
El chico que se había atrevido a abrir la boca para justificarse retrocedió un par de pasos, pasándose la lengua por los labios y escondiendo su mirada. Pronto él y el resto de los alumnos que hubieron molestado a Taemin comenzaron a apartarse lentamente, ocultando cualquier muestra de que pudieron lanzar alguna de las bolas de papel en contra del chico que ahora, era observado por Minho.
— ¿Vas a quedarte aquí Taemin? Tenemos que ir a comer—. El muchacho no lo miró.
Pronto Taemin sintió una suave y gentil mano tocarle el hombro derecho y se obligó a permanecer con la vista clavada en la madera de su pupitre desordenado.
Minho permaneció en silencio, esperando que Taemin decidiera ponerse de pie para salir al comedor y comer. Aun había murmullos en los asientos, aun los estaban mirando, y viendo que no tendría una respuesta tomó una de las sillas vacías y la arrastró hasta dejarla al lado de la de Taemin, sentándose él ahí.
Taemin sintió que la saliva se atoraba en su garganta.
— ¿Debemos comer aquí de ahora en adelante? —. Preguntó Minho sin apartar la vista de Taemin. —Taemin, contéstame. — esperó un momento más sin respuesta. Las manos de su novio se apretaron sobre sus piernas—. Bien.
Minho se levantó de su asiento y miró dentro de la mochila de Taemin para comenzar a sacar la comida que su madre le habría mandado. Limpió el pupitre y acomodó las galletas que él llevaba en sus bolsillos con la cajilla de comida que encontró.
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E F I M E R O || 2min || FINALIZADA
FanfictionLa historia de dos personas que no planean encontrarse, pero que cuando lo hacen, intentan hacer todo por no soltarse. Cuando sus vidas tropiezan la una con la otra, el significado de la vida cambia para Minho, y ante los ojos de Taemin se abre la p...