CAPITULO 17

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Los pies del chico temblaban con cada empujón que recibía, uno tras otro lastimándolo.

Taemin no entendía por qué esas dos personas se dedicaban a molestarlo cuando no había hecho algo malo, solo había querido preguntarles por la dirección de regreso a casa.

Y ahí estaba, siendo manoseado y escuchando esas palabras sucias y despreciables salir de la boca de esos dos que había encontrado en la fría calle, no había opción, al menos no para alguien tan débil físicamente como él, su cuerpo era demasiado débil como para poder empujar esos cuerpos grandes, y su voz se había quebrado desde que habían comenzado a atacarlo físicamente.

Se sintió frustrado cuando la mano de Young Woon lo tomó por el cuello, y después, la mano de su amigo comenzó a levantarle la playera.

Sus pulmones colapsaron en ese momento, agotándolo en la desesperación de no poder respirar correctamente. Pero, afortunadamente para él, el golpe que recibió después de quedarse por la falta de oxígeno, lo hizo caer al suelo y perderse en la negrura de la noche fría.

Young Woon apenas pudo sonreír cuando una mano jaló su hombro y un puño ajeno aterrizó en su rostro. Distinguió la bramante respiración de Minho mientras le gritó y golpeó.

— ¡¡Te dije que no lo volvieras a tocar!!, ¡te dije que no lo molestaras!

El coraje ganó su raciocinio, propiciando que el chico que estaba con Young Woon lo golpeara por la espalda, sin embargo con la adrenalina corriendo por sus venas, Minho fue capaz de golpear a ese chico con su codo para quitárselo de encima.

Un golpe de Young woon era respondido por dos de Minho; había sangre presente en los labios de ambos, y un poco en la nariz de Young, cuando ChangMin intervino, parándose entre ambos amenazándolos con su potente voz.

— ¡Detenganse!

— ¿¡Por qué te empeñas tanto en cuidar de ese enclenque?!—. Gritó Young ganándose un intento de golpe por parte de Choi, un intento que fue detenido por ChangMin. — ¡¿Por qué?!—. Exigió otra vez.

— ¡Porque me gusta!—. ChangMin alzó una de sus cejas, notando la respiración acelerada de su primo a par con las mejillas sonrojadas.

Pronto el mundo de Minho cambió, la presencia de Young woon y el otro del que el nombre desconocía, se esfumaron, se dio la vuelta sobre sus talones para ver el cuerpo de Taemin sobre el frio pavimento y se apresuró a bajar a su nivel y apresarse en tomarlo en brazos, asegurándose de que estuviera bien.


...


De aquellos ojos cansados escaparon un par de lágrimas, Kyuhyun estaba viendo a su padre rogar frente a él, implorar, que no se fuera de su casa, que no lo dejase porque lo amaba, porque era su hijo y no podía estar lejos sin sentirse morir.

Una sonrisa acudió a los labios del chico alto, se agachó, quedando cara a cara con el rostro empañado de su progenitor, ayudándole a ponerse de pie, cosa difícil dado el nivel de alcohol en la sangre del viejo, pero Cho no se intimidó por aquel olor a cerveza, solo volvió a sonreír, al par qué acomodaba el cuerpo de su padre en el sillón más cercano.

Cuando había llegado a casa luego de asegurarse de que su pareja entrara a casa, había encontrado a su padre recargado en la puerta del departamento esperándole, ebrio y cansado, y ahora había terminado en eso, el ayudando a su padre a mantener la conciencia.

—No me voy a ir, no hoy, no mañana, esa mujer no lo merece pero, ¿está bien que lo haga por ese niño?—. Preguntó al aire, sabiendo que la cordura era lo único que no habitaba en esos momentos la mente del hombre frente a él.

E F I M E R O || 2min || FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora