Siguiendo a Daryl. Las huellas de Negan bajaron por una vereda donde tres carros casi oxidados habían sido aparcados tiempo atrás. No demasiado, a decir verdad, uno de ellos era de los Salvadores, Michonne estaba segura, lo había conducido ella misma. La mujer de aquella vez, ¿qué había sido de ella? No recordaba, no le importaba. Siguieron caminando, eran las once de la mañana y el sol brilla con fuerza empezando a calentar el mundo, anunciando que en un mes estaría entrando la primavera. La idea era agradable y lo sería aún más cuando Negan estuviera de vuelta en su reja, se dijo Michonne; estaba pensando en aquello cuando, de pronto, de entre las plantas salió la figura descomunal y aterradora de Beta.
El moreno casi dio de bruces con él. Le apuntó con la ballesta, pero luego recordó que Rick no quería problemas con ellos, les darían hasta la primavera para largarse. Así que bajó el arma y Beta, mirando más bien a Michonne, les preguntó qué hacían allí.
–Se escapó un prisionero de nuestra ciudad –respondió Michonne, la mano suavemente reposada en la katana–. Es peligroso. Su nombre es Negan.
Beta asintió.
Parecía que el tema le molestaba.
Entonces, tras una pausa, les dijo que Alpha había declarado esas tierras como suyas hasta nuevo aviso y no quería intrusos. Evidentemente, Beta estaba allí para evitar que nadie avanzara y descubriera el punto exacto donde se alojaban los Susurradores, que no supieran su ubicación ni cuántos eran se trataba de una ventaja notable.
Pero las huellas decían que Negan había penetrado en el bosque.
Beta lo confirmó. El hombre a quien ellos buscaban se encontraba con los Susurradores y Alpha lo declaraba como suyo.
–Si Rick lo quiere de vuelta tendrá que entregarle algo grande a cambio –dijo Beta, eso era lo que mandaba a decir Alpha–, algo grande, muy grande.
Michonne creyó saber a lo que se refería.
–¿Cómo sé que de verdad está con ustedes? –inquirió, no negociarían por un muerto.
–Está –reiteró Beta y arrojó al suelo la chaqueta de cuero negro–. Y está vivo. Aunque bien yo lo preferiría muerto, no me fío de él: no me gusta, no es uno de nosotros–, apretó los puños. Michonne descubrió en ese gesto algo más.
–Le diré a Rick lo que quiere tu líder.
Le hizo un gesto al arquero, silencioso y adusto, quien se dio la vuelta para regresar por donde habían llegado. Detestaba haber hecho todo ese camino para nada, pero Rick había ordenado que... Michonne vio que detrás del moreno, Beta hacía un movimiento lento. Pareció que iba a dar un paso atrás, pero súbitamente se detuvo y susurró para ellos:
–Una advertencia más de parte de Alpha–, y al segundo siguiente, un cuchillo de gran tamaño apareció atravesando a Daryl por el costado–, que no se quede con una mala idea de nosotros–. Eso último se lo dijo al pelinegro casi al oído.
El moreno apenas atinó a saber lo que ocurría; no bien acababa de darse la vuelta para seguir a Michonne, sintió un dolor punzante en la espalda seguido de un ardor. Un calor que le estrujó las entrañas, literalmente, y bajando la mirada descubrió el filo de un cuchillo grande que le salía desgarrando la piel. A su espalda, Beta dio la vuelta y se internó en el bosque, y Michonne llegó corriendo a su lado para sujetarlo, ¡Daryl, resiste, voy a llevarte a Hilltop! Era el sitio más cercano, y en Alejandría no había médico, Chris había viajado con la compañía, sí, Hilltop era la única opción, pero estaba suficientemente lejos y ellos habían llegado caminando, el arquero sabía que no llegaría, quiso decirle que ahí lo dejara, acostado en el pasto, estaría bien, desangrarse era dormirse: dormirse y no despertar.
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Susurros en el Edén
Fanfictie#Let'sMakeJesuryl Segunda parte. La historia gira en torno a los Susurradores, que es la parte que sigue en el cómic después de la historia de NEGAN; es absolutamente una adaptación mía de la trama para hacerla empatar con la historia anterior. ADVE...